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Recuerdos de...

Vieques, “La Isla Nena” de Puerto Rico

Por Rosana Zarza-Canova
May 2009
A finales de marzo viajé a la preciosa isla caribeña de Vieques, situada a solo 7 millas al este de Puerto Rico. Durante una semana disfruté del tiempo caluroso refrescándome en sus numerosas playas, probé algunos de sus platos típicos, y anduve por sus pueblos. ¡Una visita demasiada turística!

Quise conocer algo más que los encantos de la llamada “Isla Nena” y empecé por leer su historia. Encontré que participaron muchos pueblos en su formación: españoles, franceses, ingleses y estadounidenses. ¡Una historia complicada!

Antes de la llegada de Cristóbal Colon, los indios tainos, indígenas de las Islas Antillas, se escondían en el interior. Piratas, bucaneros y pescadores, entre otros, habitaban la isla. En 1493 Colon divisó Vieques como parte del nuevo mundo que se había encontrado aunque la dejó sin colonizar. Los españoles la llamaban junto a su isla vecina, Culebra, “Las Islas Inútiles”. Los franceses aprovecharon el desinterés español y la ocuparon por un tiempo. En 1666 llegaron los ingleses y la llamaron “Crab Island” (Isla de Cangrejo). Años más tarde, en 1688, la reconquistaron los españoles. Los ingleses no se dieron por vencidos y hubo varios intentos de dominar la isla en los años siguientes.

Los franceses y holandeses también invadieron la isla hasta que tuvo su primer gobernador en 1832, Teofilo Jaime José María Guillou. Después de su muerte, se procedió con la fundación oficial del poblado y empezaron a establecer fincas de caña de azúcar. Vieques se convirtió en una isla con gran riqueza gracias a la explotación del azúcar de caña. En 1854 el gobernador de Puerto Rico, don Rafael Aristegui y Velez, visitó la isla y la anexó formalmente. Vieques formó parte de Puerto Rico hasta que pasó a ser posesión de los Estados Unidos de América al terminar la Guerra Hispanoamericana en 1898. En los años 40, dos terceras partes de la isla fueron expropiadas por la marina de guerra de los Estados Unidos. La usaron como zona de prueba de bombas y maniobras hasta 2003.

Después del paso de tantas culturas por la isla, hoy en día Vieques no aporta mucho más que su atractivo turístico. No hay agricultura a gran escala ni industria importante. La mayoría de los productos vienen de los Estados Unidos. Cuando fui al supermercado en busca de frutas tropicales, solo encontré marcas estadounidenses. También quise visitar las zonas de reserva natural, que ocupan más de la mitad de la isla, pero no pude porque están vedados al público. ¡Y se por qué! La marina no ha cumplido con su deber de limpiar la contaminación tóxica de sus pruebas de guerra. En su lugar han dejado extensiones muy grandes para la “conservación de la naturaleza,” al cuidado del Department of Fish and Wildlife. 

¿Volverá Vieques a desarrollar la agricultura y la pesca para cultivar una economía estable y autosuficiente? La isla tiene hoy como tarea principal definir su propia identidad. Hablan de construir un puente entre Puerto Rico y la isla y hablan de la vuelta de la marina de guerra… ¡Así nunca ganará autonomía si siempre está a la sombra de los demás!



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