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Usos y Costumbres

Inmigrante del Primer Mundo

June 2006
La palabra inmigrante tiene un significado en la calle y otro en el diccionario. No vivo en mi país de origen pero la gente no suele llamarme inmigrante. Soy de los Estados Unidos, llevo dos años viviendo en España y pienso quedarme. Sin embargo, cuando me llamo inmigrante durante una conversación sobre la política actual, porque en España ahora también hay mucha polémica sobre la inmigración, la gente se sorprende. Y es que en el lenguaje coloquial no soy inmigrante.

Los inmigrantes son de los países árabes, de Europa del este o de Sudamérica. Los inmigrantes trabajan en el campo, en los restaurantes o en las fábricas. Los inmigrantes son estas personas que dan pena, indiferencia o ira. Cuando los españoles hablan de los inmigrantes no están pensando en los estadounidenses ―como en los EEUU un europeo no sería un inmigrante sino un extranjero. Parece que la palabra inmigrante, en su uso en la calle, tiene más que ver con el país de origen que con el hecho de haber nacido en un lugar e ido a vivir a otro.  

No es que la experiencia de una persona que sale de su país a buscar cualquier trabajo para sobrevivir ―la situación más común para muchos inmigrantes― sea la misma que la de un estadounidense que ha venido a Europa por interés y gusto. Pero vale destacar las incongruencias en como está vista la inmigración del tercer mundo al primero y del primer mundo al primer mundo.    

Para los españoles soy un extranjero o un guiri, la palabra más despectiva y más común, como gringo en Sudamérica. Como guiri, en vez de ser inmigrante, no sufro los prejuicios de la gente de la misma manera. Soy un guiri porque vengo de los EEUU, la palabra guiri también incluye a europeos y a personas de otros países del mundo, pero la persona tiene que ser blanca y de un país rico. Tengo pinta de guiri, hablo como un guiri y siempre seré un guiri. Las ideas que la gente tiene sobre mi cultura pueden ser muy equivocadas, la gente supone que soy rico y un poco tonto por ser estadounidense, pero no me excluyen por tener la piel morena o ser tercermundista.  

           Puedo vivir y trabajar en España por tener la doble nacionalidad de los EEUU e Irlanda. Tengo la ciudadanía de Irlanda porque mi abuela nació ahí. España e Irlanda pertenecen a la Unión Europea y los ciudadanos de un país de la UE pueden trabajar en cualquier otro país de la UE. Sé que tengo mucha suerte y que mucha gente está luchando por tener algo que yo recibí como regalo.

Y sin embargo hay muchos estadounidenses que vienen a vivir a España y se sorprenden de lo difícil que es encontrar trabajo aquí sin tener papeles. Varios amigos vinieron a trabajar de profesor de inglés y, al cabo de unos meses, se volvieron a los EEUU por no haber encontrado trabajo. Claro que no iban a buscar trabajo al campo o a las fábricas, no porque no lo hubieran hecho sino porque la sociedad no está establecida así. Cuando pienso en la inmigración sí que puedo reconocer las líneas bien marcadas de la cultura occidental.

 Guiri-Inmigrante con aspiraciones políticas

La mayoría de los españoles me ven con tolerancia pero no me incluyen en la vida política. Con establecer residencia en este país tendría el derecho a votar en las elecciones municipales, pero sin la ciudadanía española no puedo votar en las elecciones regionales o nacionales. La mayoría de las personas que conozco que viven en España pero vienen de fuera no votan en las elecciones de aquí, están mucho más interesadas en votar en su país de origen. Conozco a unos estadounidenses que llevan cinco, diez o quince años aquí y sieguen votando en las elecciones presidenciales de los EEUU, pero no votan en las elecciones locales. Quizás tenga que ver con el sentimiento de exclusión que un extranjero percibe en su nuevo país.  

Por otro lado, en la vida cotidiana y en las conversaciones sobre política a la gente le gusta explicarme la historia y el funcionamiento del actual gobierno. Pero cuando intento expresar mi opinión o cuestionar algo, la respuesta más típica es que yo no podría entender la política de Europa porque mi país solo tiene doscientos años de historia y Europa tiene más de dos mil. Esto siempre me ha parecido una manera demasiado sencilla para excluir a los extranjeros de las conversaciones sobre política. 

Pienso involucrarme más en la vida política de España pero admito que no tengo la misma motivación que una persona que lucha por derechos básicos. Entiendo la situación de los inmigrantes del tercer mundo de una manera intelectual, y un poco mejor por ser un inmigrante del primer mundo, pero sin haberlo vivido sé que no es lo mismo.

 


La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson

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Comments

Comentario: Los términos Primer y Tercer Mundo están mal usados en este artículo. La definición no es económica, sino política. Primer Mundo se usa para definir a los países pertenecientes a la OTAN (NATO) y otras naciones afines, Segundo Mundo para los del a órbita soviética y el Pacto de Varsovia y Tercer Mundo para países No-Alineados. Por lo tanto países como Suiza, Suecia, Argentina, Finlandia, Chile etc. estarían incluídos en esta última categoría.
Posted: 3/24/2015
Comentario: Los términos Primer y Tercer Mundo están mal usados en este artículo. La definición no es económica, sino política. Primer Mundo se usa para definir a los países pertenecientes a la OTAN (NATO) y otras naciones afines, Segundo Mundo para los del a órbita soviética y el Pacto de Varsovia y Tercer Mundo para países No-Alineados. Por lo tanto países como Suiza, Suecia, Argentina, Finlandia, Chile etc. estarían incluídos en esta última categoría.
Posted: 3/24/2015