Volver (2006)

Pedro Almodóvarregresa esta vez con un filme de suspenso bonachón que mantendrá a todos mordiéndose las uñas, pero eso sí, sin perder la sonrisa. Esta película llena de sorpresas y acertados comentarios sociales, demográficos y culturales sacará las reacciones más descabelladas del auditorio, aunque todas satisfactorias.

La trama es algo exigente para el público, que tendrá que acostumbrarse a un mundo que marcha a tres casualidades por minuto. Un ritmo de vida al que, al parecer, las visitas de los fantasmas ya no sorprenden. Resulta que en los suburbios de Madrid viven dos hermanas, Raimunda la limpiadora (una impecable Penélope Cruz) y la Sole, una mustia peluquera fuera de la ley (Lola Dueñas). Un día, Raimunda regresa a casa para descubrir que el zángano rijoso de su esposo ha sido acuchillado a muerte por su propia hija, Paola (Yohana Cobo). Al día siguiente, la Sole abre la cajuela de su auto y se encuentra con que el fantasma de su madre (cargado de maletas) viene a hacerle una visita.

Desde este día la Sole tendrá que alojar a su madre, Irene (Carmen Maura en el papel de la fantasma amistosa), en casa sin que la gente sospeche; con ese fin, la astuta Sole hará pasar a su madre por una asistente de peluquera indocumentada. Por su parte, Raimunda ocultará al cadáver de su esposo en el congelador mientras espera a que llegue el momento idóneo para deshacerse de él y de su memoria. Lo que sigue es un potpurrí intachablemente orquestado de suspenso, enredos y carcajadas que hará salir a todo espectador con un buen sabor de boca.

Si pensabas que Almodóvar se estaba convirtiendo en Almohadavar, te encantará ver el retorno de su genio. No vuelve, sin embargo, el brío de las Chicas del Montón o la experimentación del Laberinto de Confusión; Volver es una obra de madurez y de perfeccionamiento del estilo propio de uno de los más grandes cineastas de estos tiempos y del mundo hispano.