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Correo

¿Nuestra cultura nos condena?

Dos respuestas

Por Bill Valente
May 2010
Me ofendió el artículo del mes pasado “La raíces culturales de la desigualdad” escrito por Laura Villegas. Me parece que ella ve los resultados de la falta de oportunidades y recursos que sufren muchos hispanos y dice que los resultados son la causa de su situación. Me parece que ella dice que los hispanos son culpables por los recursos que no tienen. No tiene sentido

Me explico

No soy latino. Soy un gringo – un anglo (pero no me importa si mis amigos latinos me llaman gringo). Nací en la ciudad de Nueva York y he pasado la mayor parte de mi vida en el Condado de Dutchess. Viví en España durante casi cinco años y tengo muchos amigos aquí de Latinoamérica. Hablo español, a veces mejor, a veces peor, y trabajo en servicios sociales. Siempre es un honor hablar en español con personas de Latinoamérica y, casi siempre, la experiencia de ayudar me recuerda que las cosas que me vienen con relativa facilidad son regalos, privilegios por haber nacido aquí. Me han impactado las vidas extraordinarias y los sacrificios hechos por los latinos aquí para conseguir oportunidades que yo tengo por el hecho de haber nacido en los EEUU, en una familia de padres blancos con un poco de dinero, y educado en escuelas públicas buenas.

 Algo muy importante para tener oportunidades es la educación, como dice Villegas en su artículo. Hay una desigualdad entre el rendimiento escolar de los anglos y los latinos, es un hecho. Pero, lo más importante es entender la situación en vez de echarles la culpa a los padres. Su ejemplo principal de padres idóneos es un padre que es profesor de Columbia University y una madre que es abogada corporativa, que ofrece clases de todo tipo de cultura y educación a sus hijos. Luego, compara lo que ofrece esta pareja a sus hijos con lo que ofrece la típica, en su opinión, pareja hispana a sus hijos: una falta de énfasis en la educación y los fines de la semana con juegos de video. Comparar estos dos ejemplos es absurdo. La diferencia de recursos y perspectiva es enorme. 

 Si hablamos de lo típico, podría decir que mucha gente latina que vive aquí es del campo y tiene pocos estudios. Hace falta tener educación para entender la importancia de la educación. No quiero entrar en clichés pero muchos padres latinos son de familias con muy pocos recursos. El hecho de que sus hijos lleguen a un nivel de educación más alto merece ser reconocido. A la vez, tengo muchos amigos que dejaron la escuela en México con 12 o 13 años por necesidad financiera y exigen a sus hijos que terminen la universidad.   

 En la historia de este país es muy típico que la primera generación de inmigrantes sufra, y solo es la segunda o tercera generación la que participa en la sociedad al mismo nivel que el resto. Reconozco que hay una diferencia y los padres hispanos deberían poner más énfasis en los estudios. Creo que Villegas tiene razón, hasta un punto. Muchos padres hispanos a lo mejor no ofrecen las mismas oportunidades, pero creo es por falta de recursos financiaros y culturales, en vez de, y aquí no sé exactamente lo que Villegas quiso decir, que porque los padres hispanos sean vagos, no se esfuerzan, o no tienen las prioridades correctas.

 Los típicos padres hispanos se han esforzado con dinero, tiempo, trabajo, y amor por sus hijos por venir a los EEUU. La mayoría trabajan muchísimo por poco dinero con el principal fin de darles a sus hijos más de lo que ellos tuvieron en su propia niñez. ¿Enviar a sus hijos a clases de piano? ¿Cuánto cuesta esto? Y, a la vez, conozco a padres hispanos que envían a sus hijos a clases de piano pero la mayoría son de una clase más alta. Y ahí está el asunto: es más una cuestión de clase y recursos, que cultural. Puede ser que asistir a la universidad no esté dentro del universo de muchos latinos, pero deberíamos cambiar esta perspectiva. La perspectiva tiene sus causas y sus raíces, tal como el título del artículo implica, pero estas raíces son por la realidad socioeconómica y no por una falta o “error” en la cultura latina. 

 Lo más importante es apoyar, entender, y trabajar juntos, sin echar la culpa o enfocarse en lo negativo, para dar todas las oportunidades a los latinos jóvenes de hoy en día. 

 Bill Valente

 

 

La respuesta de una madre

 Hola, mi nombre es Eliza y sólo quiero dar mi opinión acerca del artículo "¿Nuestra cultura nos condena?". Estoy totalmente en desacuerdo con la autora, ya que como hispana radicada en este país desde hace 12 años, nos deja como personas ignorantes y poco interesadas por el progreso estudiantil de nuestros hijos.

 Soy madre de dos niños y quiero que sepa que, no como muchas madres que conozco, nos enfocamos en que nuestros hijos tengan una buena educación así como también les dedicamos tiempo para ayudarles a cumplir con sus tareas y proyectos de la escuela. Muchos de los niños hispanos tienen muy buenas notas, tienen actividades extraescolares y no se la pasan pegados a la televisión o la los video juegos. Sí los usan porque no voy a decir que no, pero con un cierto límite y cuando ya terminaron sus labores.

 También es parte de nuestra cultura enseñarles a ayudarnos con labores de nuestro hogar, así tanto para la escuela como para la vida misma estarán preparados. Tal vez nuestros niños no tengan tantas actividades extraescolares como las niñas con las que ella trabajó pero nuestros ingresos no son los mismos que los de padres universitarios. Pero sí las tienen. Sólo quiero que visite más familias hispanas para que vea que no dejamos de lado a los niños y que la televisión nos los cuida, sino que tomamos cuidado de ellos y de su escuela. Los ayudamos en sus tareas y nos involucramos con sus maestros y proyectos escolares.

 Simplemente le pido que no generalice porque nuestra cultura es hermosa, llena de tradiciones, respeto y valores. No una condena. ¿Por qué no habla de la cultura de las clases medias anglosajonas? Ellas, desde mi punto de vista ponen menos cuidado en sus hijos. Le pido respeto por nuestra hermosa cultura, que la investigue, que la viva y que sepa que el respeto para nosotros es lo más importante. Así como se involucró trabajando con una pareja universitaria, viva un solo día con una familia latina de esta área y verá que no dejamos a nuestros niños de lado solos, los ayudamos. Por favor, no critique a las familias hispanas radicadas en este país porque queremos algo mejor, trabajamos, cuidamos nuestra casa, nuestra familia, ayudamos a nuestros hijos. GRACIAS 

 

Verso

 Call me/me llamas
P
or Zachary A. Powers

 I called and you didn’t respond,
 later, you said:
me llamas como me llamo
¿eh?

 se dice que llamar es a delicate mode of respect
don’t respond if the call’s unresponsive,
and call me only
that which me llamo a mí

 for my name assigns me a sign
and when I sign my name
I assign a sign
to be, so
when you name me, me presentas with the power to be
presente
in the naming
name a sign I can sign, and resign
el poder a nombrarme
away

 ser ti mismo suffices,
believe me
you’ll waste less time
being-on-me

 

 

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