add this print this page

Arte con una moneda obsoleta

Por Andrés Pérez Rangel
October 2025
Un día, pagas por un asiento en el transporte público con un billete. Días después, una nueva colección de billetes es distribuida nacionalmente, por lo que ese billete ahora es obsoleto.  Venezuela ha reconvertido su unidad monetaria tres veces desde el inicio de este siglo, por lo que este fenómeno ha afectado a todo billete y moneda impreso antes del año 2021. ¿Qué se hace con tanto papel? Muchos venezolanos encontraron la respuesta en el mundo del arte y el reciclaje. 

Más allá de su decadente valor monetario, la moneda venezolana siempre ha sido caracterizada por su gran belleza de diseño y colores llamativos: el material perfecto para toda clase de manualidades. Desde carteras a bolsos, pasando por toda clase de origamis y esculturas, el arte con billetes venezolanos se ha popularizado dentro y fuera del país, una historia de transformación de una moneda devaluada en arte resiliente.

Durante la segunda mitad del siglo XX, la tasa de conversión del Bolívar al dólar se mantuvo establemente entre los 3.5 y 4.5 bolívares. Para diciembre del año 2000, la tasa llegaba a unos 700 bolívares por dólar. Este fenómeno, causado por una lista infinita de factores económicos ligados a transferencias de gobierno y alta dependencia al mercado petrolero internacional, incrementó exponencialmente hasta el año 2008, donde el uso del efectivo se volvió insostenible. El precio del dólar se estabilizó en ese entonces en los 2,150 bolívares, y comprar o pagar cualquier clase de servicio en efectivo involucraba en el uso de un paquete grueso de billetes, incluso de la mayor denominación.

Esta situación, presente en todo bus, banco, y panadería, resultó en la implementación de una medida no muy extraña al Banco Central de Venezuela: una reconversión monetaria. El primero de enero de 2008, se introdujeron a los cajeros de todo banco los llamados Bolívares Fuertes, y cada Bolívar Fuerte valía 1,000 Bolívares. Si bien esto facilitó trámites con efectivo durante su implementación, quitarle ceros a la moneda no representa ninguna ventaja económica más que disfrazar la inflación. Bastaron solo unos pocos años para que en 2018 fuera necesaria otra reconversión monetaria, esta vez llamada el Bolívar Soberano, con una taza de 100,000 Bolívares Fuertes por cada Bolívar Soberano. Luego, repitiendo el ciclo, el Bolívar Digital, usado hoy en día, equivale a un millón de Bolívares Soberanos.

En cada casa venezolana, quedó un cajón lleno de 3 tipos de billetes viejos y sin valor. Este papel, quizás con el mismo simbolismo que los billetes de Monopoly o como souvenir de épocas pasadas, terminó en una gran parte en basureros de todo el país. Este absurdo tipo de contaminación moderna llevó a los venezolanos a buscar formas de poder reciclar todo este papel. Los billetes en sí tenían un diseño llamativo y al que la gente le tenía cariño. Tanto los bolívares fuertes como los soberanos constaban de dibujos de figuras históricas como Simón Bolívar y Guaicaipuro, animales endémicos, lugares históricos, figuras que se formaban al doblar los bordes, por ejemplo, en colores tenues y simples, con tonalidades distintas entre los fuertes y los soberanos. Todo esto, sumado a la buena condición del papel causada por la corta circulación de cada uno.

Venezolanos en plazas de todo el país, así como en Colombia, empezaron a utilizar los bolívares viejos para fabricar una gran variedad de accesorios y obras de arte, tanto pintando sobre ellos como doblándolos en pequeñas piezas para formar toda clase de patrones. Durante mi estancia en Bogotá en 2021, vi varios de estos puestos donde venezolanos traen parte de su historia, convertida en algo más puro y agradable. Carteras hechas de billetes de 2, 5, y 20 bolívares fuertes, con un diseño bonito, ligero, y resistente al agua, junto a figuras conformadas por triángulos de billetes pegados en forma de estatuas de aves, ranas, gatos, y marionetas. Más allá de su precio como artesanías, su valor artístico refleja la transformación de la inflación a la estética, y de la pobreza a la belleza.

 

back to top

COPYRIGHT 2025
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson

 

Comments

Sorry, there are no comments at this time.