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Homenaje a Raquel Rabinovich, 30 de marzo de 1929 - 5 de enero de 2025

En un grano de arena el mensaje revelado

Por Camilo Rojas
February 2025

Raquel siguió sus sueños y dejó un legado duradero. Los artistas como ella no se van, simplemente pasan a una página. Raquel Rabinovich nació en Buenos Aires en 1929 y residió en Estados Unidos desde 1967 hasta su muerte en Rhinebeck. Recibió numerosos honores, incluida una beca del NEA y un premio de la Fundación Pollock-Krasner por su trayectoria creadora. Representó a los Estados Unidos en la Bienal de Cuenca de 2009 y su trabajo ha aparecido en publicaciones como Art in America, Sculpture Magazine y The New York Times. Su obra está incluida en colecciones públicas y privadas tanto nacionales e internacionales, y ha sido exhibida en galerías, museos y espacios alternativos. A continuación, un poema en prosa de una amistad de más de 25 años.

La inscripción en la puerta de un cementerio español: Tú eres lo que yo fui; yo soy lo que serás, es un crudo recordatorio de nuestro destino humano compartido. Evoca una sensación de profunda introspección, que nos obliga a afrontar nuestra mortalidad. Una vez nueva y vibrante, la puerta ahora se encuentra desgastada. Es un testimonio del implacable paso del tiempo. Este conmovedor mensaje trasciende las fronteras culturales y lingüísticas y resuena en personas de todos los ámbitos de la vida. Habla de la experiencia humana universal del nacimiento, la vida y la muerte. La inscripción nos recuerda que la vida es fugaz y que debemos valorar cada momento. Nos anima a vivir nuestras vidas al máximo, perseguir nuestros sueños e impactar positivamente el mundo. Podemos encontrar consuelo sabiendo que no estamos solos en nuestro dolor y que la muerte es una parte natural de la vida. 

Raquel Rabinovich, notable poeta visual, tuvo una carrera artística extraordinariamente larga y prolífica. Durante casi un siglo, observó atentamente el mundo e infundió en su arte emociones meditativas, profundizando en la esencia de la existencia. Sus primeras interacciones con el Che y Borges moldearon su perspectiva única, permitiéndole discernir un silencio profundo en medio del clamor de la vida cotidiana. 

Raquel, nacida de inmigrantes judíos en Argentina, creció en un hogar que acogió a miembros de su familia que escapaban del antisemitismo de la Segunda Guerra Mundial. Buscando una vida alejada de la agitación relacionada con la guerra, primero abandonó su hogar y luego se fue de Argentina a Nueva York en 1967 con un billete de ida, huyendo del brutal golpe militar. Escapando del ruido de la guerra primero en su casa y luego en el país, estaba en un mundo donde la mitad moría y la otra mitad estaba con sed de entretenimiento. 

El viaje creativo de Raquel, iniciado por la influencia de poetas como Machado, la impulsó hacia una vasta extensión del mundo. Profundizó en los intrincados mundos creados por Borges, con sus historias laberínticas y reflexiones metafísicas. Ella resonó con los apasionados versos de Hernández. Darío la cautivó con su uso innovador del lenguaje y sus imágenes evocadoras. La poesía conmovedora y socialmente consciente de Neruda conmovió su alma. Al mismo tiempo, las obras dramáticas y cargadas de emoción de García-Lorca dejaron una huella imborrable en su sensibilidad artística. Con su celebración del espíritu humano y el mundo natural, Whitman amplió sus horizontes. Con sus cuentos oscuros y macabros, Poe añadió un toque de misterio e intriga a sus exploraciones creativas. Por último, la poesía introspectiva y espiritualmente rica de Rilke le proporcionó una comprensión más profunda de la condición humana y el poder del lenguaje para trascender las fronteras del tiempo y el espacio.  

Un grano de arena está en el centro del universo. Las esculturas Emergences, una serie de creaciones artísticas de Raquel situadas a lo largo del río Hudson, no eran simplemente instalaciones estáticas sino entidades dinámicas y en evolución. Compuestas por rocas autóctonas de la orilla del río, estas esculturas fueron sometidas al implacable flujo y reflujo de las mareas, un proceso natural que gradualmente erosionó y desintegró las rocas con el tiempo. En su eterno ritmo, las mareas ocultaban momentáneamente sus esculturas; la paciencia fue la piedra angular de sus creaciones. Aunque aparentemente destructiva, esta desintegración fue parte integral de la visión artística de Raquel, ya que las piedras fueron reducidas lentamente a arena, un elemento central que conecta sutilmente gran parte de su obra. Ella desafió a los observadores, creyendo que el tiempo finalmente revelaría el mensaje deseado. Su obra emerge como un santuario de tranquilidad en medio del caos, donde el silencio se transforma en una resonancia sutil pero poderosa. 

Más allá del carácter físico de la arena, su significado conceptual resuena en todas las exploraciones artísticas de Raquel. Esto se evidencia en su proyecto River Library (o Biblioteca de Río). Sus amigos recogieron barro de los ríos del mundo (Amazonas, Nilo, Mississippi, Ganges, Hudson y Orinoco) y se lo trajeron. Este barro, impregnado de siglos de historias mientras cumple el ciclo de la vida regando los campos, pero también trayendo destrucción y muerte, Los utilizaría para traducir y revelar los secretos que otros habían descartado. 

El proyecto When Silence Becomes Poetry (cuando el silencio se hace poesía) fue impulsado por poetas. Esas figuras literarias, como la arena y el río, representan una confluencia de ideas, historias y emociones, todas arrastradas por las corrientes del tiempo y la experiencia humana. La obra de Raquel, en este sentido, se convierte en un puente entre lo tangible y lo intangible, lo físico y lo metafísico, invitando a los espectadores a contemplar la interconexión de todas las cosas y la profunda belleza del mundo natural. 

Pero todas las historias, como todos los ríos, eventualmente llegan a su destino, fusionándose con el vasto océano de la conciencia colectiva, donde se convierten en parte de algo más grande que ellos mismos. Y así como los ríos dan forma a la tierra, las historias dan forma a nuestra comprensión del mundo y nuestro lugar dentro de él. Llevan la sabiduría de generaciones, las lecciones de la historia y los sueños del futuro. Nos conectan con nuestro pasado y con las posibilidades que tenemos por delante. Y al igual que el ciclo interminable del agua, las historias continúan fluyendo de una generación a la siguiente, dando forma y remodelando el mundo a su paso. 

Completando un círculo alrededor de un grano de arena, pasó casi un siglo persiguiendo un ser lleno de vida y arte. En sus últimos años, el valle del Hudson se convirtió en su hogar y utilizo el río como lienzo, con sutiles y elocuentes golpes de silencio que oscurecieron el vociferante pandemonio.

Anhelaba sembrar poemas visuales en el mundo, buscando llenarlo de paz interior. Esta búsqueda nació de sus observaciones de campos desprovistos de flores y de su comprensión de que la verdadera tranquilidad no se puede encontrar en el mundo exterior. 

La vida humana, en su totalidad, se encapsula en la perfección de un solo grano de arena. El amanecer señala el final de la noche y nuestro escape temporal de la realidad. Raquel salió disimuladamente con las alforjas llenas de imágenes en busca de atardeceres y poetas que portan la magia de las preguntas no escritas. 

Hay un árbol radiante con un tronco y ramas brillantes anticipando la llegada de la primavera. 

Su obra y algunas entrevistas se puede ver en los siguientes enlaces: 

raquelrabinovich.com 

vimeo.com/696564775 

lavoz.bard.edu/archivo/article.php?id=1204606 

aaa.si.edu/collections/interviews/oral-history-interview-raquel-rabinovich-16067 

brooklynrail.org/2014/11/art/raquel-rabinovich-with-ann-mccoy/ 

hyperallergic.com/982551/raquel-rabinovich-artist-of-submerged-worlds-dies-at-95/ 

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