Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
El poder de las convicciones
Por Dora Inés Grosso García
August 2024Las convicciones juegan un papel crucial en el desarrollo del ser, ya que influyen en la formación de la ética personal, que son los principios y valores que nos definen en este mundo y nos hacen únicos. Las convicciones crean la identidad, la autonomía, fortalecen la autoestima, el autoconcepto y guían el comportamiento.
¿Cómo las convicciones impactan el desarrollo personal?
Las convicciones ayudan a las personas a definir quiénes son, en qué creen, qué valores rigen su vida, definen cómo se construye la identidad. Por ejemplo, una persona que tiene convicciones fuertes sobre el amor puede identificarse como alguien que ama la vida, la naturaleza, el planeta, y a todos sus hermanos humanos; y lo más relevante: se ama a sí misma incondicionalmente.
Cuando tomamos decisiones, las convicciones sirven como un marco de referencia para que las personas sean más consistentes en las acciones y menos propensas a ser influenciadas por presiones externas. Lo que conlleva a un comportamiento más coherente y una mayor resistencia a la manipulación social, a integrarse y a tomar elecciones saludables y asertivas desde la ética, el amor, la sabiduría y tendientes al proceso evolutivo natural de las personas.
Cuando las decisiones son guiadas por el ser y por el guía interior de las personas, las fortalecen y las apoyan, liberándolas de las dudas, enfrentándose a la realidad, tal como es. Si se equivoca, puede evaluar y aprender de esas equivocaciones.
En los momentos de crisis o estrés las personas actúan desde sus creencias fundamentales para encontrar sentido y propósito, lo que les ayuda a superar las dificultades. Por ejemplo, alguien con la convicción de que la crisis es una oportunidad, fortalece su carácter y puede enfrentar los desafíos con una actitud más positiva.
Cuando las convicciones son fuertes, actuamos motivados por esos valores y deseos. Creer firmemente en una causa o en un propósito puede impulsar a las personas a actuar y a perseguir sus metas con determinación, fortaleciendo el sentido de vida de las personas y favoreciendo su crecimiento, sintiéndose mejor a nivel psicológico, mental, emocional y espiritual.
Las convicciones son las que unen a las personas y fortalecen las relaciones interpersonales. Las personas con convicciones similares tienden a formar vínculos más fuertes y se atraen, ya que comparten valores y objetivos comunes. Sin embargo, las convicciones también pueden generar conflictos si no se gestionan adecuadamente, especialmente cuando hay muchas diferencias entre sí.
En casos de conflictos ideológicos o culturales, por ejemplo, las convicciones son fundamentales para ayudar a las personas a discernir entre lo correcto y lo incorrecto y a actuar de acuerdo a la ética, con respeto, compasión, humildad, solidaridad, entre otros valores esenciales. Recordemos que somos Uno en este planeta y no podemos juzgar a nadie por sus creencias, tenemos una responsabilidad social de respetar la diferencia.
Cultivar y reflexionar sobre las propias convicciones puede ser un camino poderoso hacia el crecimiento personal y el bienestar psicológico.
Tener convicciones firmes puede aumentar ese amor a sí mismo y la autoconfianza. Saber quién es, qué desea de la vida, de los demás y de su entorno. Cuando las personas actúan según sus creencias y valores, se sienten más auténticas y seguras de sí mismas. Esto puede llevar a una mayor satisfacción personal y a una percepción positiva de uno mismo.
Recordemos que el amor es uno de los valores fundamentales que rige esta vida, es el valor que estructura la naturaleza humana. Es el amor el que permite la vida y sus diversas manifestaciones.
Gracias por seguir fortaleciendo el valor y las convicciones firmes del amor en este mundo.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
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Las convicciones ayudan a las personas a definir quiénes son, en qué creen, qué valores rigen su vida, definen cómo se construye la identidad. Por ejemplo, una persona que tiene convicciones fuertes sobre el amor puede identificarse como alguien que ama la vida, la naturaleza, el planeta, y a todos sus hermanos humanos; y lo más relevante: se ama a sí misma incondicionalmente.
Cuando tomamos decisiones, las convicciones sirven como un marco de referencia para que las personas sean más consistentes en las acciones y menos propensas a ser influenciadas por presiones externas. Lo que conlleva a un comportamiento más coherente y una mayor resistencia a la manipulación social, a integrarse y a tomar elecciones saludables y asertivas desde la ética, el amor, la sabiduría y tendientes al proceso evolutivo natural de las personas.
Cuando las decisiones son guiadas por el ser y por el guía interior de las personas, las fortalecen y las apoyan, liberándolas de las dudas, enfrentándose a la realidad, tal como es. Si se equivoca, puede evaluar y aprender de esas equivocaciones.
En los momentos de crisis o estrés las personas actúan desde sus creencias fundamentales para encontrar sentido y propósito, lo que les ayuda a superar las dificultades. Por ejemplo, alguien con la convicción de que la crisis es una oportunidad, fortalece su carácter y puede enfrentar los desafíos con una actitud más positiva.
Cuando las convicciones son fuertes, actuamos motivados por esos valores y deseos. Creer firmemente en una causa o en un propósito puede impulsar a las personas a actuar y a perseguir sus metas con determinación, fortaleciendo el sentido de vida de las personas y favoreciendo su crecimiento, sintiéndose mejor a nivel psicológico, mental, emocional y espiritual.
Las convicciones son las que unen a las personas y fortalecen las relaciones interpersonales. Las personas con convicciones similares tienden a formar vínculos más fuertes y se atraen, ya que comparten valores y objetivos comunes. Sin embargo, las convicciones también pueden generar conflictos si no se gestionan adecuadamente, especialmente cuando hay muchas diferencias entre sí.
En casos de conflictos ideológicos o culturales, por ejemplo, las convicciones son fundamentales para ayudar a las personas a discernir entre lo correcto y lo incorrecto y a actuar de acuerdo a la ética, con respeto, compasión, humildad, solidaridad, entre otros valores esenciales. Recordemos que somos Uno en este planeta y no podemos juzgar a nadie por sus creencias, tenemos una responsabilidad social de respetar la diferencia.
Cultivar y reflexionar sobre las propias convicciones puede ser un camino poderoso hacia el crecimiento personal y el bienestar psicológico.
Tener convicciones firmes puede aumentar ese amor a sí mismo y la autoconfianza. Saber quién es, qué desea de la vida, de los demás y de su entorno. Cuando las personas actúan según sus creencias y valores, se sienten más auténticas y seguras de sí mismas. Esto puede llevar a una mayor satisfacción personal y a una percepción positiva de uno mismo.
Recordemos que el amor es uno de los valores fundamentales que rige esta vida, es el valor que estructura la naturaleza humana. Es el amor el que permite la vida y sus diversas manifestaciones.
Gracias por seguir fortaleciendo el valor y las convicciones firmes del amor en este mundo.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
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