Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Ser Padres
Un pensamiento de amor en lugar de pensamientos de guerras
Por Olga Maritza Salazar
December 2023La época de las fiestas navideñas está muy cerca. Es el tiempo en que el ambiente adquiere algo mágico, si es así como uno desea sentirlo, y no dejarse absorber por el ambiente de violencia o de guerra que, al parecer, reina en el presente.
¡Paz para el mundo! Esa es la respuesta general que el 98 por ciento de las personas responden, si uno les pregunta qué es lo que más desean en la actualidad, sin importar en qué país se encuentren, o qué profesión tengan, sean artistas, concursantes de belleza, gente sin profesión, y hasta el Papa, todos quieren la Paz mundial.
Pero cada vez más este objetivo de amor y paz se ve amenazado. Las noticias no muy alentadoras cambian el ambiente a un aire de tristeza y desesperanza, sobre todo para nuestros jóvenes, y para los padres de familia que se preguntan cuál es el futuro que les espera a sus niñes.
Por ello las familias en conjunto debemos fortalecer los ánimos de nuestro clan y el ambiente que nos rodea, formar nuestra cadena de acciones buenas con el prójimo, brindar ese espíritu de Navidad, y así enseñar a nuestros hijos que siempre hay esperanzas y que a todo pensamiento de guerra hay que imponerle pensamientos de amor, aun en la situación más triste que nos encontremos.
Por ejemplo, durante la primera guerra mundial 1914 los soldados en batalla impusieron una tregua de Navidad por unas horas, entonaron algunos villancicos que les recordaba a su hogar y fueron respondidos por los soldados ingleses formando coros en ambos grupos.
Muchos de ellos intercambiaron comida y botones de sus respectivos uniformes, como regalos. Ellos como todos querían estar en paz, al lado de la familia y sabían que estaban peleando por órdenes e intereses de otros, de ese 2% de personas que lucran con cada guerra hecha.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en la víspera de la Nochebuena ocurrió algo muy similar a la anterior guerra, los soldados alemanes colocaron velas e iluminaron árboles de Navidad, cantaron villancicos que también fueron respondidos por el batallón británico.
Mientras en un pueblo cercano, al lugar de la batalla, un par de soldados alemanes dejaron libres a dos rehenes estadounidenses al día siguiente de la nochebuena después de haber compartido su cena, e incluso les indicaron cómo llegar a salvo hasta las líneas de su batallón.
Estas actitudes demuestran que aun en las peores situaciones el ser humano anhela la paz, el sentir el amor de sus seres queridos y si ellos no se encuentran cerca, desean en alguna forma brindar algo de bondad a su prójimo. Es así como empiezan los actos de altruismo.
Para estas celebraciones, tomemos las precauciones debidas para no estar expuestos a lugares donde puedan desatarse actos violentos. Sobre todo, no expongamos a nuestros hijos a estas situaciones.
Utilicemos el tiempo necesario en conversar con nuestros adolescentes, para saber cómo están de ánimos, tratemos de transmitirles nuestro positivismo y esperanza, que busquen rodearse de amigos animados y que no se dejen absorber por un ambiente sombrío.
Se han visto casos en que las personas hacen cadenas de buenas acciones, como pagar el peaje de la persona que viene en el vehículo detrás de la línea, o comprar el café para alguien que esté trabajando en los lugares exteriores y a muy baja temperatura, o hacer una cantidad de sándwiches y repartirlos entre los necesitados.
Poner en práctica algún acto de altruismo y bondad nos eleva el espíritu, hace que nos sintamos menos materialistas y más receptivos a las emociones o sentimientos de los demás.
Ideas de estas acciones de bondad hay muchas. Lo importante es que se empiece y no se tenga que esperar hasta las fechas de las celebraciones, que los niños y jóvenes vean estos ejemplos, y que compartan esa alegría de dar y hacer el bien y que esta actitud positiva pase a formar una parte importante de sus vidas.
back to top
COPYRIGHT 2023
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Pero cada vez más este objetivo de amor y paz se ve amenazado. Las noticias no muy alentadoras cambian el ambiente a un aire de tristeza y desesperanza, sobre todo para nuestros jóvenes, y para los padres de familia que se preguntan cuál es el futuro que les espera a sus niñes.
Por ello las familias en conjunto debemos fortalecer los ánimos de nuestro clan y el ambiente que nos rodea, formar nuestra cadena de acciones buenas con el prójimo, brindar ese espíritu de Navidad, y así enseñar a nuestros hijos que siempre hay esperanzas y que a todo pensamiento de guerra hay que imponerle pensamientos de amor, aun en la situación más triste que nos encontremos.
Por ejemplo, durante la primera guerra mundial 1914 los soldados en batalla impusieron una tregua de Navidad por unas horas, entonaron algunos villancicos que les recordaba a su hogar y fueron respondidos por los soldados ingleses formando coros en ambos grupos.
Muchos de ellos intercambiaron comida y botones de sus respectivos uniformes, como regalos. Ellos como todos querían estar en paz, al lado de la familia y sabían que estaban peleando por órdenes e intereses de otros, de ese 2% de personas que lucran con cada guerra hecha.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en la víspera de la Nochebuena ocurrió algo muy similar a la anterior guerra, los soldados alemanes colocaron velas e iluminaron árboles de Navidad, cantaron villancicos que también fueron respondidos por el batallón británico.
Mientras en un pueblo cercano, al lugar de la batalla, un par de soldados alemanes dejaron libres a dos rehenes estadounidenses al día siguiente de la nochebuena después de haber compartido su cena, e incluso les indicaron cómo llegar a salvo hasta las líneas de su batallón.
Estas actitudes demuestran que aun en las peores situaciones el ser humano anhela la paz, el sentir el amor de sus seres queridos y si ellos no se encuentran cerca, desean en alguna forma brindar algo de bondad a su prójimo. Es así como empiezan los actos de altruismo.
Para estas celebraciones, tomemos las precauciones debidas para no estar expuestos a lugares donde puedan desatarse actos violentos. Sobre todo, no expongamos a nuestros hijos a estas situaciones.
Utilicemos el tiempo necesario en conversar con nuestros adolescentes, para saber cómo están de ánimos, tratemos de transmitirles nuestro positivismo y esperanza, que busquen rodearse de amigos animados y que no se dejen absorber por un ambiente sombrío.
Se han visto casos en que las personas hacen cadenas de buenas acciones, como pagar el peaje de la persona que viene en el vehículo detrás de la línea, o comprar el café para alguien que esté trabajando en los lugares exteriores y a muy baja temperatura, o hacer una cantidad de sándwiches y repartirlos entre los necesitados.
Poner en práctica algún acto de altruismo y bondad nos eleva el espíritu, hace que nos sintamos menos materialistas y más receptivos a las emociones o sentimientos de los demás.
Ideas de estas acciones de bondad hay muchas. Lo importante es que se empiece y no se tenga que esperar hasta las fechas de las celebraciones, que los niños y jóvenes vean estos ejemplos, y que compartan esa alegría de dar y hacer el bien y que esta actitud positiva pase a formar una parte importante de sus vidas.
back to top
COPYRIGHT 2023
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |