Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Campaña para terminar con los subsidios a las carreras de caballos
Entrevista a Renán Salgado
Por Nayeli Sequeira Sunguroff
April 2023Renán Salgado es director de Tráfico Humano con el Centro de Justicia para Trabajadores del Estado de Nueva York, WJCNY. Su trabajo se enfoca en las situaciones extremas de abuso laboral, pérdida de libertad, o extorsión por permanecer en un empleo. La mayoría de los casos con los que trabaja se debe a la explotación del estatus como inmigrante. Aquí explica por qué hay un movimiento para terminar con los subsidios a las carreras de caballos en el estado de Nueva York.
Con más de 23 años trabajando en temas de tráfico humano, Salgado se dedica a buscar situaciones de abuso extremo y entrenar a la policía, el FBI, Homeland Security (Seguridad Interior, en inglés), jueces, abogados, entre otras agencias de servicios similiares para que puedan identificar un potencial de tráfico humano, ya que es uno de los abusos más grandes de los años modernos.
Salgado dice que en realidad la economía en los Estados Unidos no está basada en las ganancias de la Ciudad de Nueva York o de todo el estado, ni siquiera en la tecnología. Sino que la economía número uno tanto aquí como el mundo entero es la agricultura: “y la mayor parte de esas empresas de agricultura son antiguas. Siguen la misma ideología y estructura de muchos años atrás. La agricultura está conectada con la esclavitud. Aunque Estados Unidos le ha cambiado el nombre, todavía se siguen criminalizando grupos étnicos diferentes, haciéndolos sentir menos humanos, ya sean africanos, chinos, filipinos, y latinoamericanos que han sido parte de la industria de la explotación masiva para sostener su propia economía”.
¿Cómo es que todavía tenemos trata de personas en el año 2023? La respuesta, explica Salgado, está en el poder que industrias enormes aún tienen desde hace muchos años implementando viejas formas que todavía se implementan en años modernos. Cuando se habla de la industria agrícola en el estado de Nueva York, siempre ha sido la número uno (desde la industria lechera, hasta la de vegetales y frutas como repollo, cebolla, etc.) y a eso se debe el alto número de explotación. Nueva York es una superpotencia agrícola, dependemos de la agricultura. “La economía depende muchísimo de la mano laboral explotada, o la mano explotada por el inmigrante indocumentado. La sed del capitalista nos explota en todos los sentidos” resume Salgado.
¿Cómo ocurre? Inmigrantes vienen aquí y les quitan sus documentos y los mantienen amenazados, ya que su documentación está siendo restringida o secuestrada. Lo más común que se mira en el tráfico laboral es la deuda, una deuda perpetua, porque estará trabajando por casi nada o nada de dinero, ya que desde que uno sale de su país, e ingresa a los Estados Unidos el endeudamiento es de miles de dólares, solo la tarifa de entrada y desde ahí sigue creciendo. Pero, “el tráfico laboral moderno es más sutil, no es esta ideas de cadenas, es más de explotar la necesidad y por lo general es por alguien criminalizado porque tal vez es menor de edad o es criminalizado por su estatus migratorio” explica Salgado.
Según la campaña para terminar con los subsidios a las carreras de caballos (endhorseracingsubsidies.com), un millón de empresas privadas en Nueva York sobreviven sin donaciones del estado, pero como parte de un acuerdo promulgado hace años para rescatar a la industria de las carreras de caballos en quiebra, $230 millones en ganancias del casino van directamente a las arcas privadas de las carreras de caballos pura, cada año. Saratoga Race Course, Belmont Park, Aqueduct Racetrack y otras ocho pistas han recibido un total de casi mil millones de dólares en los últimos cuatro años. Y ni siquiera tienen que mantener vivos a los caballos para obtener el dinero.
La industria de las carreras afirma que proporciona puestos de trabajo e ingresos. Pero los trabajos citados por los cabilderos de las carreras son a menudo mano de obra inmigrante de medio tiempo, mal remunerada y de temporada, y el robo de salarios es un hecho habitual. En palabras del ex subsecretario de Juegos y Carreras del estado de Nueva York, Bennett Liebman, “Es posible que no sepamos cuántos empleos ha generado [las carreras], pero ciertamente no se acerca a los niveles que indican las encuestas realizadas en nombre de la industria.”
Las carreras de caballos siempre ha sido una industria para el entretenimiento de personas millonarias, dice Renán Salgado. Así es llamado “El deporte de los reyes” y los multimillonarios dueños de estos caballos hacen creer a los estados de Kentucky y Nueva York que su industria ayudará a la economía de los estados trayendo estas carreras y estableciéndose. Pero eso no es todo, piden que hayan ciertos subsidios para ayudar a construir esta industria. “Si nos damos cuenta, los millonarios piden más beneficios para volverse más millonarios. La industria de las carreras de caballos explota y comete abuso laboral para el beneficios de ellos mismos y la clase no solo rica pero millonaria son los que apoyan a esa industria, ya que siguen siendo opresoras, debido a que la mano laboral es siempre alguien criminalizado con escasos recursos”, sintetiza Salgado.
Esta abominación implica, continúa Salgado, que algunos trabajadores sean importados desde otros país con engaños, diciéndoles que ganarán una buena cantidad de dinero para sustentar a sus familias, pero después en los Estados Unidos los amenazan diciéndoles que perderán el trabajo y que no los traen el próximo año, o no les dan un salario digno por su mano de obra, si no más bien una miseria de pago.
Por lo general los trabajadores no tienen día de descanso y son trabajos bien rígidos. Por eso las industrias piden trabajadores de otros países, simplemente para tener ese control de la mano de obra que no pueden perder su trabajo y está dispuesta a ser expuestas a un montón de violaciones laborales.
Estas carreras son injustas tanto para los trabajadores abusados, como para los caballos en sí. Los animales son maltratados y abusados físicamente, debido a que usan más de su capacidad límite, y cuando los caballos sufren alguna condición física causada por las carreras, los llevan al deshuesadero a matarlos. La carrera de caballos es una actividad en la que golpear a un animal para aumentar su velocidad es visto como algo aceptable, aunque es una crueldad según la ley.
La campaña para terminar con los subsidios a las carreras de caballos tiene ya varios años y está apoyada por organizaciones como la PeTA, Alliance for Quality Education, Chilis on Wheels, Hip Hop is Green, Horseracing Wrongs, HSC Human Services Council, Invest in our NY, WJCNY, New York Change Communities, NYClass, NYSHA, Strong Economy for All Coalition, Teach Kind, Vegan Activist Alliance y Voters for Animal Rights. Este año esta campaña sigue la sesión legislativa por una propuesta de ley de acabar con los subsidios carreras de caballos. El 83% de la población ha votado no al apoyo a los subsidios de carreras de caballos (solo 9% sí lo apoya). Con esto podemos ver el avance que se le ha dado a este caso.
Dándole más avance, la asambleísta de Nueva York Linda B. Rosenthal, el senador Robert Jackson y la senadora Julia Salazar están desafiando a las corporaciones. Rosenthal presentó el proyecto de ley de la Asamblea A1162, y Jackson presentó el proyecto de ley del Senado S8485, que cancelaría $230 millones en subsidios anuales para los propietarios de caballos de carreras y para los gastos operativos y mejoras de capital de la Asociación de Carreras de Nueva York.
Rosenthal también presentó el Proyecto de Ley de la Asamblea A1438, y Salazar presentó el Proyecto de Ley del Senado S481. Estos anularían o enmendarían las leyes actuales para crear un fondo de ingresos por juegos de azar que se desembolsaría para la educación, el fondo general del estado, la protección de la fuerza laboral del Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York, subvenciones agrícolas, financiación para el cuidado y la adopción de caballos y el desarrollo económico en las comunidades donde se realizan las carreras de caballos. Pero todavía no son ley, la lucha sigue.
Escuche la entrevista complete en este enlace: bit.ly/SalgadoCarreras
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Salgado dice que en realidad la economía en los Estados Unidos no está basada en las ganancias de la Ciudad de Nueva York o de todo el estado, ni siquiera en la tecnología. Sino que la economía número uno tanto aquí como el mundo entero es la agricultura: “y la mayor parte de esas empresas de agricultura son antiguas. Siguen la misma ideología y estructura de muchos años atrás. La agricultura está conectada con la esclavitud. Aunque Estados Unidos le ha cambiado el nombre, todavía se siguen criminalizando grupos étnicos diferentes, haciéndolos sentir menos humanos, ya sean africanos, chinos, filipinos, y latinoamericanos que han sido parte de la industria de la explotación masiva para sostener su propia economía”.
¿Cómo es que todavía tenemos trata de personas en el año 2023? La respuesta, explica Salgado, está en el poder que industrias enormes aún tienen desde hace muchos años implementando viejas formas que todavía se implementan en años modernos. Cuando se habla de la industria agrícola en el estado de Nueva York, siempre ha sido la número uno (desde la industria lechera, hasta la de vegetales y frutas como repollo, cebolla, etc.) y a eso se debe el alto número de explotación. Nueva York es una superpotencia agrícola, dependemos de la agricultura. “La economía depende muchísimo de la mano laboral explotada, o la mano explotada por el inmigrante indocumentado. La sed del capitalista nos explota en todos los sentidos” resume Salgado.
¿Cómo ocurre? Inmigrantes vienen aquí y les quitan sus documentos y los mantienen amenazados, ya que su documentación está siendo restringida o secuestrada. Lo más común que se mira en el tráfico laboral es la deuda, una deuda perpetua, porque estará trabajando por casi nada o nada de dinero, ya que desde que uno sale de su país, e ingresa a los Estados Unidos el endeudamiento es de miles de dólares, solo la tarifa de entrada y desde ahí sigue creciendo. Pero, “el tráfico laboral moderno es más sutil, no es esta ideas de cadenas, es más de explotar la necesidad y por lo general es por alguien criminalizado porque tal vez es menor de edad o es criminalizado por su estatus migratorio” explica Salgado.
Los subsidios a las carreras de caballos
Según la campaña para terminar con los subsidios a las carreras de caballos (endhorseracingsubsidies.com), un millón de empresas privadas en Nueva York sobreviven sin donaciones del estado, pero como parte de un acuerdo promulgado hace años para rescatar a la industria de las carreras de caballos en quiebra, $230 millones en ganancias del casino van directamente a las arcas privadas de las carreras de caballos pura, cada año. Saratoga Race Course, Belmont Park, Aqueduct Racetrack y otras ocho pistas han recibido un total de casi mil millones de dólares en los últimos cuatro años. Y ni siquiera tienen que mantener vivos a los caballos para obtener el dinero.
La industria de las carreras afirma que proporciona puestos de trabajo e ingresos. Pero los trabajos citados por los cabilderos de las carreras son a menudo mano de obra inmigrante de medio tiempo, mal remunerada y de temporada, y el robo de salarios es un hecho habitual. En palabras del ex subsecretario de Juegos y Carreras del estado de Nueva York, Bennett Liebman, “Es posible que no sepamos cuántos empleos ha generado [las carreras], pero ciertamente no se acerca a los niveles que indican las encuestas realizadas en nombre de la industria.”
Las carreras de caballos siempre ha sido una industria para el entretenimiento de personas millonarias, dice Renán Salgado. Así es llamado “El deporte de los reyes” y los multimillonarios dueños de estos caballos hacen creer a los estados de Kentucky y Nueva York que su industria ayudará a la economía de los estados trayendo estas carreras y estableciéndose. Pero eso no es todo, piden que hayan ciertos subsidios para ayudar a construir esta industria. “Si nos damos cuenta, los millonarios piden más beneficios para volverse más millonarios. La industria de las carreras de caballos explota y comete abuso laboral para el beneficios de ellos mismos y la clase no solo rica pero millonaria son los que apoyan a esa industria, ya que siguen siendo opresoras, debido a que la mano laboral es siempre alguien criminalizado con escasos recursos”, sintetiza Salgado.
Esta abominación implica, continúa Salgado, que algunos trabajadores sean importados desde otros país con engaños, diciéndoles que ganarán una buena cantidad de dinero para sustentar a sus familias, pero después en los Estados Unidos los amenazan diciéndoles que perderán el trabajo y que no los traen el próximo año, o no les dan un salario digno por su mano de obra, si no más bien una miseria de pago.
Por lo general los trabajadores no tienen día de descanso y son trabajos bien rígidos. Por eso las industrias piden trabajadores de otros países, simplemente para tener ese control de la mano de obra que no pueden perder su trabajo y está dispuesta a ser expuestas a un montón de violaciones laborales.
Estas carreras son injustas tanto para los trabajadores abusados, como para los caballos en sí. Los animales son maltratados y abusados físicamente, debido a que usan más de su capacidad límite, y cuando los caballos sufren alguna condición física causada por las carreras, los llevan al deshuesadero a matarlos. La carrera de caballos es una actividad en la que golpear a un animal para aumentar su velocidad es visto como algo aceptable, aunque es una crueldad según la ley.
La campaña para terminar con los subsidios a las carreras de caballos tiene ya varios años y está apoyada por organizaciones como la PeTA, Alliance for Quality Education, Chilis on Wheels, Hip Hop is Green, Horseracing Wrongs, HSC Human Services Council, Invest in our NY, WJCNY, New York Change Communities, NYClass, NYSHA, Strong Economy for All Coalition, Teach Kind, Vegan Activist Alliance y Voters for Animal Rights. Este año esta campaña sigue la sesión legislativa por una propuesta de ley de acabar con los subsidios carreras de caballos. El 83% de la población ha votado no al apoyo a los subsidios de carreras de caballos (solo 9% sí lo apoya). Con esto podemos ver el avance que se le ha dado a este caso.
Dándole más avance, la asambleísta de Nueva York Linda B. Rosenthal, el senador Robert Jackson y la senadora Julia Salazar están desafiando a las corporaciones. Rosenthal presentó el proyecto de ley de la Asamblea A1162, y Jackson presentó el proyecto de ley del Senado S8485, que cancelaría $230 millones en subsidios anuales para los propietarios de caballos de carreras y para los gastos operativos y mejoras de capital de la Asociación de Carreras de Nueva York.
Rosenthal también presentó el Proyecto de Ley de la Asamblea A1438, y Salazar presentó el Proyecto de Ley del Senado S481. Estos anularían o enmendarían las leyes actuales para crear un fondo de ingresos por juegos de azar que se desembolsaría para la educación, el fondo general del estado, la protección de la fuerza laboral del Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York, subvenciones agrícolas, financiación para el cuidado y la adopción de caballos y el desarrollo económico en las comunidades donde se realizan las carreras de caballos. Pero todavía no son ley, la lucha sigue.
Más información
endhorseracingsubsidies.com
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Escuche la entrevista complete en este enlace: bit.ly/SalgadoCarreras
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