Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Ilustración de Yadriel Lagunes
Soy egoísta... por eso quiero salvar al planeta
Por Nohan Meza
April 2023¿Sabías que? Estamos a menos de 7 años del llamado “punto sin retorno” en el cual, a causa del impacto ambiental de los seres humanos, el planeta será permanentemente afectado por cambios irreversibles. Nuestras acciones en la próxima década decidirán si nuestro planeta será habitable en un futuro cercano.
Uno de los errores más grandes que cometimos en la batalla por el cambio climático fue utilizar el slogan “salvar al planeta”. En los 4500 millones de años de existencia, el planeta Tierra, este pequeño punto azul pálido al que llamamos hogar, ha sido atracado por cinco eras de hielo, bombardeado por asteroides, inundado en lava volcánica, y existido a través de vastos eones sin señales de vida. La verdad es que el planeta nunca estuvo en peligro—lo que siempre estuvo en riesgo fue la humanidad.
Y claro, a causa nuestra también estamos convirtiendo nuestro planeta inhabitable para las millones de especies con las cuales cohabitamos en la Tierra, algo evidente en la acidificación de los océanos, la polución aérea, y un incremento general en la cantidad de desastres naturales observados como los incendios en California y las tormentas en el Sur del país. Pero hoy quiero enfocarnos solo en nosotros mismos.
Los estudios más recientes resultado en el Reloj Climático, que identifica la cantidad de tiempo que tenemos restante para poder reducir el calentamiento global a menos de 1.5 grados Celsius por debajo de los niveles pre-industriales. En el caso de que nos lavemos las manos y continuemos en la misma trayectoria de siempre, esto causaría “la temperatura promedio de la superficie global probablemente alcance los 3-4°C para el 2100 con impactos catastróficos (y permanentes) en la humanidad y la biosfera, que incluyen: inundaciones, sequías, extinciones masivas, regiones permanentemente inhabitables, miles de millones de refugiados climáticos y cientos de millones de muertos”.
Para prevenir esta catástrofe y mantener la temperatura global por debajo de los 1.5°C hay que reducir nuestras emisiones de carbono (C02) por la mitad para el 2030 y alcanzar emisiones nulas para el 2050. La única forma que esto ocurra es a través de un cambio masivo a nivel legislativo y monetario que va a requerir el apoyo de cada persona que crea en un futuro mejor.
¿Pero cuál es la causa de toda esa polución? ¿Realmente importa tanto si es que tiras una lata de refresco en el cesto de basura azul o el negro? Sí y no. Un estudio publicado por el Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP, en inglés) demuestra que el 71% de las emisiones industriales se atribuyen a solamente 100 compañías. Esto incluye lo que se llama emisiones de tercer alcance, refiriéndose a las emisiones causadas por el uso de esa producción.
Eso no quiere decir que nosotros no seamos responsables por la basura que creamos. Es más, como consumidores, es parte de nuestra responsabilidad “votar con nuestro dinero”, como se dice, y rechazar artículos que estén empaquetados con mucho plástico, o que utilicen químicos nocivos o que simplemente provengan de una compañía que no está activamente trabajando de forma interna para combatir el cambio climático. Si como consumidores rechazamos un sector industrial dañino para el medio ambiente, pues el sector tendrá que cambiar. Después de todo, su ganancia depende de que estemos dispuestos a pagar.
Entonces sí, esto de “salvar al planeta” depende de que cada persona ponga su granito de arena. Para crear un mundo sustentable en el cual podamos cohabitar con el resto de las especies del planeta, tenemos que crear un cambio radical a nuestro modo de vivir y que continuemos esa batalla votando a nuestros representantes y pensando bien en qué gastamos nuestro dinero. Pero hoy no pido que salvemos al planeta—simplemente que nos salvemos a nosotros mismos.
El nivel de partículas en el aire afecta nuestros atardeceres. Estos aerosoles hacen que el atardecer se ponga fuerte, rojo y naranja, avanzando al crepúsculo. A medida que nos acercamos al punto sin retorno, nuestros atardeceres se volverán más vibrantes y tristemente hermosos. De nosotros dependerá del mañana en el cual podremos despertar. back to top
COPYRIGHT 2023
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Y claro, a causa nuestra también estamos convirtiendo nuestro planeta inhabitable para las millones de especies con las cuales cohabitamos en la Tierra, algo evidente en la acidificación de los océanos, la polución aérea, y un incremento general en la cantidad de desastres naturales observados como los incendios en California y las tormentas en el Sur del país. Pero hoy quiero enfocarnos solo en nosotros mismos.
Los estudios más recientes resultado en el Reloj Climático, que identifica la cantidad de tiempo que tenemos restante para poder reducir el calentamiento global a menos de 1.5 grados Celsius por debajo de los niveles pre-industriales. En el caso de que nos lavemos las manos y continuemos en la misma trayectoria de siempre, esto causaría “la temperatura promedio de la superficie global probablemente alcance los 3-4°C para el 2100 con impactos catastróficos (y permanentes) en la humanidad y la biosfera, que incluyen: inundaciones, sequías, extinciones masivas, regiones permanentemente inhabitables, miles de millones de refugiados climáticos y cientos de millones de muertos”.
Para prevenir esta catástrofe y mantener la temperatura global por debajo de los 1.5°C hay que reducir nuestras emisiones de carbono (C02) por la mitad para el 2030 y alcanzar emisiones nulas para el 2050. La única forma que esto ocurra es a través de un cambio masivo a nivel legislativo y monetario que va a requerir el apoyo de cada persona que crea en un futuro mejor.
¿Pero cuál es la causa de toda esa polución? ¿Realmente importa tanto si es que tiras una lata de refresco en el cesto de basura azul o el negro? Sí y no. Un estudio publicado por el Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP, en inglés) demuestra que el 71% de las emisiones industriales se atribuyen a solamente 100 compañías. Esto incluye lo que se llama emisiones de tercer alcance, refiriéndose a las emisiones causadas por el uso de esa producción.
Eso no quiere decir que nosotros no seamos responsables por la basura que creamos. Es más, como consumidores, es parte de nuestra responsabilidad “votar con nuestro dinero”, como se dice, y rechazar artículos que estén empaquetados con mucho plástico, o que utilicen químicos nocivos o que simplemente provengan de una compañía que no está activamente trabajando de forma interna para combatir el cambio climático. Si como consumidores rechazamos un sector industrial dañino para el medio ambiente, pues el sector tendrá que cambiar. Después de todo, su ganancia depende de que estemos dispuestos a pagar.
Entonces sí, esto de “salvar al planeta” depende de que cada persona ponga su granito de arena. Para crear un mundo sustentable en el cual podamos cohabitar con el resto de las especies del planeta, tenemos que crear un cambio radical a nuestro modo de vivir y que continuemos esa batalla votando a nuestros representantes y pensando bien en qué gastamos nuestro dinero. Pero hoy no pido que salvemos al planeta—simplemente que nos salvemos a nosotros mismos.
El nivel de partículas en el aire afecta nuestros atardeceres. Estos aerosoles hacen que el atardecer se ponga fuerte, rojo y naranja, avanzando al crepúsculo. A medida que nos acercamos al punto sin retorno, nuestros atardeceres se volverán más vibrantes y tristemente hermosos. De nosotros dependerá del mañana en el cual podremos despertar. back to top
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Comentario: Un artículo bien escrito y factual. Felicidades y que sigan desarrollando este
tema. Nuestro pueblo necesita más información y educación sobre nuestra
situación que Almánzar el futuro de nueva generaciónes. Posted: 4/5/2023 |
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