Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Cuento
Leyenda de la muñeca sin cara
Por Waleska Brito
March 2023Los iroqueses, oficialmente Haudenosaunee, son una confederación de habla iroquesa de pueblos de las Primeras Naciones en el noreste de América del Norte/Isla Tortuga. Durante los años coloniales, los franceses los conocían como la Liga Iroquesa y más tarde como la Confederación Iroquesa. La gente de Haudenosaunee respeta lo que ellos llaman los sustentadores de la vida, las Tres Hermanas: Maíz, Frijoles y Calabaza.
Hace mucho tiempo, el Espíritu del Maíz, quien era la hermana mayor de las tres hermanas: Frijol, la más pequeña, Calabaza la segunda hermana y Maíz la mayor, estaba tan emocionada de formar parte de uno de los sustentadores de la vida. Un día le preguntó al Gran Espíritu si había algo más que pudiera hacer por su pueblo.
Como respuesta, el Gran Espíritu le dijo que podría formar una muñeca con su cáscara. Así que el Espíritu del Maíz siguió las instrucciones y con su cáscara hizo una muñeca con un rostro precioso. Luego, la muñeca con su bella cara iba de pueblo en pueblo y todos los niños querían jugar con ella.
A todos los lados que iba todo el mundo le decía lo hermosa que era su cara. Escuchar esto frecuentemente hizo que la muñeca se volviera engreída. Un día el Gran Espíritu la llamó, pero antes de entrar a la cabaña del Gran Espíritu, la muñeca decidió parar en un estanque de agua para admirar su belleza. El Gran Espíritu le advirtió que, si ella seguía creyéndose mejor que los demás, un gran castigo podría pasar pero el Gran Espíritu no le dijo qué tipo de castigo. Así que la muñeca siguió yendo de pueblo en pueblo jugando con los niños y todos le seguían diciendo lo hermosa que era.
No pasó mucho tiempo antes de que ella se volviera engreída otra vez y se olvidara de la gente que la rodeaba, los niños, ya que esto ocasionó que la muñeca se enfocara solamente en cómo lucía. Los días pasaban y la muñeca comenzó a pasar más tiempo procurando que su apariencia sea la mejor hasta que el Gran Espíritu la llamó de nuevo para que vaya a su cabaña y otra vez, la muñeca paró a admirar su rostro en un estanque de agua en camino a la cabaña.
Al entrar a la cabaña, el Gran Espíritu le dijo: “Te he dado una advertencia así que ahora pagarás las consecuencias”. Pero aun así él no le decía cuál iba a ser su castigo. Cuando la muñeca salió de la cabaña para regresar al pueblo, paró en el estanque de agua a verse a sí misma. Cuando acercó su mirada al estanque se dio cuenta que su rostro estaba vacío; el Gran Espíritu se lo había quitado.
Desde entonces, cuando las madres y abuelas de la gente de Haudenosaunee hacen una muñeca para los niños, no ponen caras en los rostros de los muñecos de hojas de maíz. Esto es para recordarle a la gente que es más importante pensar en maneras de ayudar a aquellos que nos rodean en vez de preocuparnos de cómo lucimos físicamente o cómo la gente nos ve. Cada uno de nosotros es único y el propósito de nuestras vidas es principalmente ayudar a los demás ya que El Creador nos ha dado talentos especiales a cada uno con los cuales podemos ponerlos en práctica haciendo siempre el bien. back to top
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Como respuesta, el Gran Espíritu le dijo que podría formar una muñeca con su cáscara. Así que el Espíritu del Maíz siguió las instrucciones y con su cáscara hizo una muñeca con un rostro precioso. Luego, la muñeca con su bella cara iba de pueblo en pueblo y todos los niños querían jugar con ella.
A todos los lados que iba todo el mundo le decía lo hermosa que era su cara. Escuchar esto frecuentemente hizo que la muñeca se volviera engreída. Un día el Gran Espíritu la llamó, pero antes de entrar a la cabaña del Gran Espíritu, la muñeca decidió parar en un estanque de agua para admirar su belleza. El Gran Espíritu le advirtió que, si ella seguía creyéndose mejor que los demás, un gran castigo podría pasar pero el Gran Espíritu no le dijo qué tipo de castigo. Así que la muñeca siguió yendo de pueblo en pueblo jugando con los niños y todos le seguían diciendo lo hermosa que era.
No pasó mucho tiempo antes de que ella se volviera engreída otra vez y se olvidara de la gente que la rodeaba, los niños, ya que esto ocasionó que la muñeca se enfocara solamente en cómo lucía. Los días pasaban y la muñeca comenzó a pasar más tiempo procurando que su apariencia sea la mejor hasta que el Gran Espíritu la llamó de nuevo para que vaya a su cabaña y otra vez, la muñeca paró a admirar su rostro en un estanque de agua en camino a la cabaña.
Al entrar a la cabaña, el Gran Espíritu le dijo: “Te he dado una advertencia así que ahora pagarás las consecuencias”. Pero aun así él no le decía cuál iba a ser su castigo. Cuando la muñeca salió de la cabaña para regresar al pueblo, paró en el estanque de agua a verse a sí misma. Cuando acercó su mirada al estanque se dio cuenta que su rostro estaba vacío; el Gran Espíritu se lo había quitado.
Desde entonces, cuando las madres y abuelas de la gente de Haudenosaunee hacen una muñeca para los niños, no ponen caras en los rostros de los muñecos de hojas de maíz. Esto es para recordarle a la gente que es más importante pensar en maneras de ayudar a aquellos que nos rodean en vez de preocuparnos de cómo lucimos físicamente o cómo la gente nos ve. Cada uno de nosotros es único y el propósito de nuestras vidas es principalmente ayudar a los demás ya que El Creador nos ha dado talentos especiales a cada uno con los cuales podemos ponerlos en práctica haciendo siempre el bien. back to top
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