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Ser padres

Cómo nos afecta la crisis energética

Por Olga Maritza Salazar
November 2022
“Del veinte de noviembre en adelante, el invierno ya es constante”.
 
Tal como dice este pensamiento, debemos tener en cuenta las bajas temperaturas que se avecinan en esta temporada, y el incremento en el precio del gas y de la electricidad este año como una de las consecuencias de la guerra en Europa.

Sabemos que noviembre es un mes muy activo por las diferentes festividades que celebramos, y que pasaremos en familia y en casa más días de lo habitual.

Como suele ocurrir en los días festivos de la temporada otoño-invierno, muchas madres latinas tendrán que utilizar mayor cantidad de gas al estar preparando los alimentos, y manteniendo la casa tibia permanentemente para que los niños, u ancianos que se encuentren en el hogar, no se enfermen.

Pero a la vez, debemos estar preparados para que el alza del costo de la calefacción y la electricidad a medida que bajen las temperaturas no afecte mucho nuestros bolsillos, y en nuestro ánimo durante las celebraciones, como podría pasar en el Día de Acción de Gracias.

En esta fecha tan importante, en casi todos los hogares de los Estados Unidos se prepara el pavo, que es el plato principal y cuya cocción toma un promedio de unas cinco horas, tiempo en que se gasta mucha energía eléctrica o gas natural.

Otro factor que podría afectarnos también es que tengamos un invierno temprano, y este ocasione el uso obligado de una mayor cantidad de gas, reduciendo las reservas de gas natural y por ende elevando aún más su costo, según lo indica la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA).

Por estas razones, las familias latinas debemos comenzar con un plan para ahorrar energía y   para ayudar a nuestra economía, y estar preparados para cualquier tiempo de dificultad.

Debemos seguir lo que nos aconsejan algunos expertos en el tema, como tener un plan de auditoría de Energía para nuestra casa ⎯en el mejor de los casos llevada a cabo por un profesional, pero si es muy costoso lo puede realizar uno mismo.

También debemos sellar todas las fugas de aire para que no se pierda el calor; asegurándonos que las ventanas y puertas no permitan que se filtre el aire frío. En caso de alguna fuga de aire se debe poner burlete en las puertas y masilla fresca en las separaciones de las ventanas.

Colocar termostatos inteligentes y programables si es que no los tuviera, y así poder ahorrar energía durante las horas de dormir, agregando una frazada más para cubrirse durante la noche.

También podría bajar la temperatura unos grados menos de lo que usualmente lo usan en las horas del día, manteniendo el calor corporal, abrigándose con un suéter.

Otro punto importante es que se deben acondicionar las tuberías de agua, si estas no están protegidas con aislamiento térmico. Si se tiene alguna tubería en el exterior de la casa, deberá cubrirla con espuma aislante para que no se congele.

El sistema de calefacción y de aire acondicionado requiere de un mantenimiento de por lo menos dos veces al año para que funcione de manera eficiente y pueda reducir los costos de calefacción.

Un cambio importante es utilizar luces LED, incluyendo en las decoraciones festivas. Según el departamento de Energía, estas luces sólo utilizan entre el 20 y 25% de la energía a comparación de los otros focos comunes.

Otro consejo más es utilizar un humidificador porque muchas veces sentimos más frío por el aire que nos rodea. Cuando hay menor humedad se siente más el frío seco, a lo que el humidificador nos da una humedad que nos hace sentirnos más cómodos.

Si enseñamos a nuestra familia todos estos consejos de ahorro de energía, creamos un sentido de conciencia en nuestros hijos de que los recursos como el agua potable,el gas, o el petróleo no son infinitos y pueden llegar a escasear y por eso es que debemos de cuidarlos.
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