Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
OpiniĆ³n
Juan “Juanito” Guaido: La Vergüenza de Estados Unidos
Por Carlos A. Orellana
August 2022No solamente Donald Trump y su círculo de asesores de política exterior promovieron al bautizado “Presidente Constitucional” de Venezuela, el famoso (con mala fama), Juan “Juanito” Guaido, sino también los Demócratas se unieron al coro y bendijeron a Juanito como el presidente impuesto al pueblo venezolano. Así se juega la democracia americana y así se promueve al resto del continente y del mundo. Al pueblo venezolano no le preguntaron si estaba de acuerdo. A Trump no le importaba ese pueblo, tampoco a los Republicanos o a los Demócratas: es la voluntad imperial.
En febrero del 2020, Trump invitó a Juanito a su discurso del Estado de la Nación y lo presentó como el “presidente legítimo” de Venezuela. Demócratas y republicanos le aplaudieron como si fuera un héroe de guerra, como un héroe nacional. Le dieron acceso a los dólares del gobierno venezolano en las cuentas del exterior, y quien sabe a qué más. ¡Juanito se la creyó!
En tiempos de guerra y cuando se tiene (o se fabrica) un enemigo nacional, todos los políticos norteamericanos se unen en un frente común, y los que no se unen, les pasan factura y pagan cara su independencia. El presidente Maduro es uno de esos enemigos creados por el gobierno norteamericano. ¿Quién sabe por qué? ¿Será por el petróleo?
A Estados Unidos se unieron los europeos (defensores de la civilización judeo-cristiana occidental, de los derechos humanos, y de la democracia liberal), y también como siempre, la Organización de Estados Americanos (OEA)- responsable del golpe de estado en contra del presidente Evo Morales de Bolivia en noviembre de 2019-, y otros países del continente americano beneficiarios de los dólares y bendiciones estadounidenses, así como aquellos “amigos” de Trump, también siguieron las órdenes del Tío Sam. Un buen número de países latinoamericanos rompieron relaciones diplomáticas con Venezuela.
Los medios de comunicación corporativos, que bailaron al son de los tambores de la política norteamericana hacia Venezuela, titulaban a Juanito como el “presidente Constitucional de Venezuela, ¡reconocido por más de cincuenta países!” Esto lo repetían todos los días. Juanito aparecía en primera plana en los periódicos y noticieros. Al presidente electo por el pueblo venezolano, Nicolás Maduro Moro, le llamaban el “cuestionado” presidente Maduro. ¡Juanito se la creyó!
Las Naciones Unidas, el Vaticano, y el resto del mundo continuó reconociendo a Maduro como el presidente constitucional de Venezuela. Esos medios nunca mencionaban esa realidad. Esos medios nunca mencionaron, ni mencionan, los miles de millones de dólares que Estados Unidos le ha decomisado a Venezuela, o los miles de millones en depósitos de oro que Inglaterra no quiere devolverle a Venezuela. Tampoco mencionan el bloqueo económico que endureció la vida del pueblo venezolano. Durante la pandemia del COVID-19, Venezuela no podía comprar vacunas o medicamentos en el mercado mundial porque cualquier compañía que le vendiera corría el riesgo de recibir garrotazos del Tío Sam. Eso nunca lo reportaron esos medios libres democráticos, promotores de la libertad y la democracia.
Al perder Trump las elecciones presidenciales, hubo un poco de alivio y esperanza no solo para Venezuela sino para Cuba y otros países del continente. Sin embargo, el nuevo presidente demócrata, Joseph Biden, continuó con las mismas políticas hacia Latinoamérica y el Caribe. El único acercamiento por parte de la administración Biden hacia Venezuela fue recientemente al enviar una comisión a Venezuela para poder acceder al petróleo venezolano.
Ahora Venezuela goza de una economía más estable y el gobierno nacional con los locales han implementado una nueva política y estrategias de producción de alimentos para no depender de importaciones. El presidente Maduro ha firmado acuerdos económicos no solo con los países vecinos sino con países árabes, con Irán y Turquía. El pueblo venezolano ha sobrepasado días difíciles y han aprendido a ser creativos y a reinventarse. El presidente electo de Colombia, Petro, ya comenzó la comunicación con Venezuela y no le hará la guerra a Venezuela como lo hizo el títere de Duque; Colombia ya no será peón del Tío Sam. Lula lidera las encuestas en Brasil. Cambió el tablero de ajedrez en el continente: la gran mayoría de los presidentes son de izquierda o progresistas. ¡Si Cuba va, Venezuela también va! Ese podría ser el nuevo eslogan para Cuba, Venezuela y la Izquierda latinoamericana.
Pero volvamos a Juanito. Trump no creía que Juanito era el líder que iba a quitarle el poder a Maduro, que no tenía suficiente liderazgo como para hacerle la oposición al gobierno de Maduro. Ahora se sabe por asesores de Trump, entre ellos John Bolton y Mark Esper, cómo era la relación con Juanito, y la posición de Trump. Se sabe de la estrategia de convencer a los militares a virársele a Maduro, las intenciones de guerra y una posible invasión, agresiones económicas, así como atentados suicidas y mercenarios contratados para matar a Maduro. Eventos y actividades que Juanito promovió o aprobó. ¡Valla líder del pueblo venezolano!
En la mal llamada Cumbre de las Américas en Los Ángeles, Biden quedó mal parado con la baja asistencia de presidentes, y dejó un malestar en el continente al no invitar a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Además, varios presidentes decidieron no asistir como una muestra de protesta por la posición estadounidense, e hicieron pública su posición de cuestionar esa política hacia el continente. Esta posición del presidente demócrata, probablemente, fue con vistas a las elecciones de medio término en noviembre y tratar de no alienar a los votantes cubanos, venezolanos, y nicaragüenses de la Florida. Ojalá así sea. ¡Suerte Partido Demócrata!
A este fracaso de la administración Biden, le podemos agregar su interés o intenciones de invitar a Juanito, como "presidente constitucional venezolano" en lugar de Maduro. Parece que sus asesores lo convencieron de que no lo hiciera. Si esto hubiera sucedido, la administración Biden dejaría una vergüenza diplomática duradera en sus relaciones con el continente. ¿Vergüenza? Lo dudo. Los imperios no tienen vergüenza, por eso no la pueden perder.
Pero volvamos a Juanito. Ahora ningún medio lo menciona como el "presidente constitucional" de Venezuela. CNN, Univisión, Telemundo, o TVE, medios que le hicieron la campaña presidencial y siguieron la línea de la política norteamericana, se olvidaron de su presidente. Ahora no escuchamos su nombre en los medios, nadie se acuerda de él, solo Biden. Ahora nadie, ni esos medios, cuestionan al presidente Maduro Moro; ahora ya no hay más de cincuenta países que reconozcan a Juanito como el “presidente constitucional” de Venezuela.
Juanito era el Golden boy de Estados Unidos, ahora es la vergüenza de la política exterior y la diplomacia norteamericana.
*El debate está servido. Y usted ¿qué opina? Escriba a [email protected] y ¡haga oír su voz!
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En tiempos de guerra y cuando se tiene (o se fabrica) un enemigo nacional, todos los políticos norteamericanos se unen en un frente común, y los que no se unen, les pasan factura y pagan cara su independencia. El presidente Maduro es uno de esos enemigos creados por el gobierno norteamericano. ¿Quién sabe por qué? ¿Será por el petróleo?
A Estados Unidos se unieron los europeos (defensores de la civilización judeo-cristiana occidental, de los derechos humanos, y de la democracia liberal), y también como siempre, la Organización de Estados Americanos (OEA)- responsable del golpe de estado en contra del presidente Evo Morales de Bolivia en noviembre de 2019-, y otros países del continente americano beneficiarios de los dólares y bendiciones estadounidenses, así como aquellos “amigos” de Trump, también siguieron las órdenes del Tío Sam. Un buen número de países latinoamericanos rompieron relaciones diplomáticas con Venezuela.
Los medios de comunicación corporativos, que bailaron al son de los tambores de la política norteamericana hacia Venezuela, titulaban a Juanito como el “presidente Constitucional de Venezuela, ¡reconocido por más de cincuenta países!” Esto lo repetían todos los días. Juanito aparecía en primera plana en los periódicos y noticieros. Al presidente electo por el pueblo venezolano, Nicolás Maduro Moro, le llamaban el “cuestionado” presidente Maduro. ¡Juanito se la creyó!
Las Naciones Unidas, el Vaticano, y el resto del mundo continuó reconociendo a Maduro como el presidente constitucional de Venezuela. Esos medios nunca mencionaban esa realidad. Esos medios nunca mencionaron, ni mencionan, los miles de millones de dólares que Estados Unidos le ha decomisado a Venezuela, o los miles de millones en depósitos de oro que Inglaterra no quiere devolverle a Venezuela. Tampoco mencionan el bloqueo económico que endureció la vida del pueblo venezolano. Durante la pandemia del COVID-19, Venezuela no podía comprar vacunas o medicamentos en el mercado mundial porque cualquier compañía que le vendiera corría el riesgo de recibir garrotazos del Tío Sam. Eso nunca lo reportaron esos medios libres democráticos, promotores de la libertad y la democracia.
Al perder Trump las elecciones presidenciales, hubo un poco de alivio y esperanza no solo para Venezuela sino para Cuba y otros países del continente. Sin embargo, el nuevo presidente demócrata, Joseph Biden, continuó con las mismas políticas hacia Latinoamérica y el Caribe. El único acercamiento por parte de la administración Biden hacia Venezuela fue recientemente al enviar una comisión a Venezuela para poder acceder al petróleo venezolano.
Ahora Venezuela goza de una economía más estable y el gobierno nacional con los locales han implementado una nueva política y estrategias de producción de alimentos para no depender de importaciones. El presidente Maduro ha firmado acuerdos económicos no solo con los países vecinos sino con países árabes, con Irán y Turquía. El pueblo venezolano ha sobrepasado días difíciles y han aprendido a ser creativos y a reinventarse. El presidente electo de Colombia, Petro, ya comenzó la comunicación con Venezuela y no le hará la guerra a Venezuela como lo hizo el títere de Duque; Colombia ya no será peón del Tío Sam. Lula lidera las encuestas en Brasil. Cambió el tablero de ajedrez en el continente: la gran mayoría de los presidentes son de izquierda o progresistas. ¡Si Cuba va, Venezuela también va! Ese podría ser el nuevo eslogan para Cuba, Venezuela y la Izquierda latinoamericana.
Pero volvamos a Juanito. Trump no creía que Juanito era el líder que iba a quitarle el poder a Maduro, que no tenía suficiente liderazgo como para hacerle la oposición al gobierno de Maduro. Ahora se sabe por asesores de Trump, entre ellos John Bolton y Mark Esper, cómo era la relación con Juanito, y la posición de Trump. Se sabe de la estrategia de convencer a los militares a virársele a Maduro, las intenciones de guerra y una posible invasión, agresiones económicas, así como atentados suicidas y mercenarios contratados para matar a Maduro. Eventos y actividades que Juanito promovió o aprobó. ¡Valla líder del pueblo venezolano!
En la mal llamada Cumbre de las Américas en Los Ángeles, Biden quedó mal parado con la baja asistencia de presidentes, y dejó un malestar en el continente al no invitar a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Además, varios presidentes decidieron no asistir como una muestra de protesta por la posición estadounidense, e hicieron pública su posición de cuestionar esa política hacia el continente. Esta posición del presidente demócrata, probablemente, fue con vistas a las elecciones de medio término en noviembre y tratar de no alienar a los votantes cubanos, venezolanos, y nicaragüenses de la Florida. Ojalá así sea. ¡Suerte Partido Demócrata!
A este fracaso de la administración Biden, le podemos agregar su interés o intenciones de invitar a Juanito, como "presidente constitucional venezolano" en lugar de Maduro. Parece que sus asesores lo convencieron de que no lo hiciera. Si esto hubiera sucedido, la administración Biden dejaría una vergüenza diplomática duradera en sus relaciones con el continente. ¿Vergüenza? Lo dudo. Los imperios no tienen vergüenza, por eso no la pueden perder.
Pero volvamos a Juanito. Ahora ningún medio lo menciona como el "presidente constitucional" de Venezuela. CNN, Univisión, Telemundo, o TVE, medios que le hicieron la campaña presidencial y siguieron la línea de la política norteamericana, se olvidaron de su presidente. Ahora no escuchamos su nombre en los medios, nadie se acuerda de él, solo Biden. Ahora nadie, ni esos medios, cuestionan al presidente Maduro Moro; ahora ya no hay más de cincuenta países que reconozcan a Juanito como el “presidente constitucional” de Venezuela.
Juanito era el Golden boy de Estados Unidos, ahora es la vergüenza de la política exterior y la diplomacia norteamericana.
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