Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Sueño americano
Angélica Sánchez: “La música es lo que te guía”
Por Laura Andrea Pérez Rangel
August 2022La distinguida pianista, arreglista y compositora de jazz, Angélica Sánchez, acaba de ser nombrada profesora asistente de música en la División de las Artes de Bard. La Voz quiso conocer a esta profesora oriunda de Arizona que llama a Nueva York su hogar desde la década de 1990 y que impartirá clases sobre la historia del jazz, ensambles de jazz e improvisación.
¿Cómo empezaste en el mundo de la música, especialmente en el jazz?
Mi papá tenía un montón de discos de jazz que yo siempre ignoraba, pensaba que era música de gente mayor, hasta que un día en cuarto grado un grupo de jazz local vino a tocar en la cafetería del colegio. Ninguno de mis amigos estaba escuchando, pero yo estaba totalmente fascinada por la música. En ese momento pensé “esto es lo que quiero hacer.” Ni siquiera tocaba piano en ese momento, y recuerdo llegar a casa y preguntarle a mi papá sobre su colección de discos, y fue allí donde encontré un montón de grabaciones de jazz maravillosas: Dave Brubeck, Modern Jazz Quartet, George Shearing, Tito Puente… Tenía los mejores discos de jazz del momento.
¿Cómo fueron tus inicios en el piano?
Mi madre me inscribió a mí y a mi hermano en clases de piano. Estas clases eran como entrenamiento básico en el instrumento, no necesariamente un entrenamiento académico. Hice esto por unos años, y luego seguí practicando por mi cuenta hasta mis 16 años, cuando uno de los profesores de un college local, Chuck Marohnic, fue a mi colegio y me ofreció lecciones gratuitas. Eso representó una gran ayuda para mí; me introdujo a sonidos muchos más sofisticados y a ideas que nunca hubiese podido lograr si hubiese seguido estudiando sola.
¿Cómo describirías tu estilo?
Soy música improvisadora y he pasado mucho tiempo estudiando el lenguaje del jazz, pero no me limito a eso. Pienso que la música es expansiva y a eso me refiero cuando digo que improviso. Puedo improvisar una pieza en grupo, por ejemplo, lo que llamo “composición espontánea” y estaré dando una clase sobre eso este otoño en Bard.
Llegada al Valle del Hudson
He estado dando clase por unos 5 años. Antes de llegar a Bard enseñé en Princeton y en The New School en posiciones de medio tiempo. Bard me dio la oportunidad de enseñar a tiempo completo y estoy muy emocionada por este nuevo comienzo. Algunas de las clases que estaré enseñando son sobre la historia del jazz, no sólo a nivel musical sino también conectando la historia del género con lo que estaba pasando en el mundo en ese momento, además de dos ensambles: un ensamble de composición espontánea y un ensamble de música de mujeres compositoras. Para mí importante entender y hacer entender que el rol de las mujeres en el jazz y en la música no es un capítulo o una parte del currículum. Las mujeres siempre han existido y deberíamos enseñar nuestras clases de historia siempre incluyendo a todas esas mujeres que han contribuido en el mundo de la música y el jazz en este caso.
¿Tienes algún consejo para mujeres jóvenes, especialmente aquellas que se dedican a la música y al arte?
Muchas veces yo era la única mujer en la habitación, en el salón o en el escenario, lo que ha cambiado un poco con los años, pero en estas situaciones somos más propensas a ser discriminadas por el hecho de ser mujer o incluso por el color de tu piel. En estos casos yo siempre pienso que lo último que debemos hacer es perder la esperanza: la música siempre estará ahí para ti, la música te guiará. La música es lo que te guía, no la ambición, ni la fama, ni el dinero, ninguna de estas cosas tiene que ver con arte. Por otro lado, siempre busca a las personas que te apoyarán en situaciones como esta: siempre son más y siempre están ahí. Hay otras dos cosas que me han servido a través de los años: ser organizada y cuidarte, que es bastante importante. Nos enfocamos tanto en nuestras vidas profesionales, en todo lo que queremos hacer, que se nos olvida que si no nos cuidamos a nosotras mismas no podríamos hacer nada de esto. back to top
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Mi papá tenía un montón de discos de jazz que yo siempre ignoraba, pensaba que era música de gente mayor, hasta que un día en cuarto grado un grupo de jazz local vino a tocar en la cafetería del colegio. Ninguno de mis amigos estaba escuchando, pero yo estaba totalmente fascinada por la música. En ese momento pensé “esto es lo que quiero hacer.” Ni siquiera tocaba piano en ese momento, y recuerdo llegar a casa y preguntarle a mi papá sobre su colección de discos, y fue allí donde encontré un montón de grabaciones de jazz maravillosas: Dave Brubeck, Modern Jazz Quartet, George Shearing, Tito Puente… Tenía los mejores discos de jazz del momento.
¿Cómo fueron tus inicios en el piano?
Mi madre me inscribió a mí y a mi hermano en clases de piano. Estas clases eran como entrenamiento básico en el instrumento, no necesariamente un entrenamiento académico. Hice esto por unos años, y luego seguí practicando por mi cuenta hasta mis 16 años, cuando uno de los profesores de un college local, Chuck Marohnic, fue a mi colegio y me ofreció lecciones gratuitas. Eso representó una gran ayuda para mí; me introdujo a sonidos muchos más sofisticados y a ideas que nunca hubiese podido lograr si hubiese seguido estudiando sola.
¿Cómo describirías tu estilo?
Soy música improvisadora y he pasado mucho tiempo estudiando el lenguaje del jazz, pero no me limito a eso. Pienso que la música es expansiva y a eso me refiero cuando digo que improviso. Puedo improvisar una pieza en grupo, por ejemplo, lo que llamo “composición espontánea” y estaré dando una clase sobre eso este otoño en Bard.
Llegada al Valle del Hudson
He estado dando clase por unos 5 años. Antes de llegar a Bard enseñé en Princeton y en The New School en posiciones de medio tiempo. Bard me dio la oportunidad de enseñar a tiempo completo y estoy muy emocionada por este nuevo comienzo. Algunas de las clases que estaré enseñando son sobre la historia del jazz, no sólo a nivel musical sino también conectando la historia del género con lo que estaba pasando en el mundo en ese momento, además de dos ensambles: un ensamble de composición espontánea y un ensamble de música de mujeres compositoras. Para mí importante entender y hacer entender que el rol de las mujeres en el jazz y en la música no es un capítulo o una parte del currículum. Las mujeres siempre han existido y deberíamos enseñar nuestras clases de historia siempre incluyendo a todas esas mujeres que han contribuido en el mundo de la música y el jazz en este caso.
¿Tienes algún consejo para mujeres jóvenes, especialmente aquellas que se dedican a la música y al arte?
Muchas veces yo era la única mujer en la habitación, en el salón o en el escenario, lo que ha cambiado un poco con los años, pero en estas situaciones somos más propensas a ser discriminadas por el hecho de ser mujer o incluso por el color de tu piel. En estos casos yo siempre pienso que lo último que debemos hacer es perder la esperanza: la música siempre estará ahí para ti, la música te guiará. La música es lo que te guía, no la ambición, ni la fama, ni el dinero, ninguna de estas cosas tiene que ver con arte. Por otro lado, siempre busca a las personas que te apoyarán en situaciones como esta: siempre son más y siempre están ahí. Hay otras dos cosas que me han servido a través de los años: ser organizada y cuidarte, que es bastante importante. Nos enfocamos tanto en nuestras vidas profesionales, en todo lo que queremos hacer, que se nos olvida que si no nos cuidamos a nosotras mismas no podríamos hacer nada de esto. back to top
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