Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Ser padres
Ser madre por primera vez
Por Olga Maritza Salazar
May 2022Para muchas mujeres ser madres por primera vez es una experiencia que les llena de mucha ilusión. Es una etapa en su vida inolvidable e incomparable a otra, si es que el embarazo ha sido deseado.
Los meses de gravidez son una dulce espera, la futura mamá pasa el tiempo pensando en todos los detalles mínimos que necesitará para cuando venga el bebe, y cómo este pequeño ser llenará su vida a partir de su llegada.
Pero si la futura madre está en un caso contrario, el embarazo se torna en una situación que desespera y que empeora la experiencia, si no se cuenta con ningún apoyo afectivo y los medios económicos para afrontar esta gran responsabilidad, como es la de traer un hijo al mundo.
En estos tiempos de modernidad e igualdad son muchas las mujeres que posponen la maternidad para poder dedicarles tiempo y energía a sus carreras profesionales, y ven el embarazo como un obstáculo para su triunfo personal, ya que están muy conscientes de que no es el único rol de la mujer ante la sociedad.
También podemos mencionar a las madres de alquiler, cuyo número se ha incrementado en los últimos años, mujeres que alquilan el vientre por los nueve meses y tratan de no involucrarse con el bebé sentimentalmente. (Al respecto siempre he dudado si será posible este desvinculo sentimental).
Independientemente de cada una de estas situaciones, toda mujer embarazada pasa por cambios físicos e inquietudes emocionales por lo que siempre debe estar siendo observada por profesionales médicos.
Más aún en los embarazos involuntarios donde debe contar con apoyo psicológico para que los sentimientos negativos no afecten la salud emocional del futuro bebé.
En cuanto a los cambios corporales, una de las mayores preocupaciones de algunas madres es el aumento de peso, y es que se cree erróneamente que se debe comer por dos, cuando lo que se tiene que hacer es comer sanamente sin pasar hambre, y dejar de lado toda comida chatarra.
Las oraciones, la buena lectura, y música suave, ayudan mucho a relajarse para que la futura mamá se mantenga en conexión positiva con su bebé. Es una manera de alimentar el espíritu de ambos.
Los primeros movimientos del bebé en el vientre de la madre tornan la experiencia en algo único: sentir que ese ser ya tiene forma y vida propia y puede mover sus extremidades en forma independiente.
Según estudios médicos, cada 5 mujeres experimentan algún trastorno en su periodo prenatal a consecuencia del estrés y cambios en sus rutinas que pueden pasar, y esto a su vez afecta el bienestar del infante sobre todo en sus primeros años de vida.
Muchas veces las nuevas madres sienten vergüenza y remordimiento por experimentar ansiedad y depresión después del parto, en lugar de una inmensa felicidad de ser madres y no piden ayuda, lo cual es peligroso para su integridad emocional y familiar.
El periodo de la lactancia es la continuación del acercamiento de estos dos seres y donde la madre sigue transmitiendo gran parte de sus emociones al recién nacido, por eso la importancia de hacerlo en un lugar relajado y sin prisas.
Analizando todos estos cambios y que se producen en la futura mamá, que por decisión propia sea primeriza, decimos que ser madre es sentir un amor incondicional, es abrirse a una experiencia incomparable donde su vida girara por y para su hije, al que el universo dotará de dones para poder sobresalir en este mundo.
¡Un Feliz día de las Madres! back to top
COPYRIGHT 2022
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Pero si la futura madre está en un caso contrario, el embarazo se torna en una situación que desespera y que empeora la experiencia, si no se cuenta con ningún apoyo afectivo y los medios económicos para afrontar esta gran responsabilidad, como es la de traer un hijo al mundo.
En estos tiempos de modernidad e igualdad son muchas las mujeres que posponen la maternidad para poder dedicarles tiempo y energía a sus carreras profesionales, y ven el embarazo como un obstáculo para su triunfo personal, ya que están muy conscientes de que no es el único rol de la mujer ante la sociedad.
También podemos mencionar a las madres de alquiler, cuyo número se ha incrementado en los últimos años, mujeres que alquilan el vientre por los nueve meses y tratan de no involucrarse con el bebé sentimentalmente. (Al respecto siempre he dudado si será posible este desvinculo sentimental).
Independientemente de cada una de estas situaciones, toda mujer embarazada pasa por cambios físicos e inquietudes emocionales por lo que siempre debe estar siendo observada por profesionales médicos.
Más aún en los embarazos involuntarios donde debe contar con apoyo psicológico para que los sentimientos negativos no afecten la salud emocional del futuro bebé.
En cuanto a los cambios corporales, una de las mayores preocupaciones de algunas madres es el aumento de peso, y es que se cree erróneamente que se debe comer por dos, cuando lo que se tiene que hacer es comer sanamente sin pasar hambre, y dejar de lado toda comida chatarra.
Las oraciones, la buena lectura, y música suave, ayudan mucho a relajarse para que la futura mamá se mantenga en conexión positiva con su bebé. Es una manera de alimentar el espíritu de ambos.
Los primeros movimientos del bebé en el vientre de la madre tornan la experiencia en algo único: sentir que ese ser ya tiene forma y vida propia y puede mover sus extremidades en forma independiente.
Según estudios médicos, cada 5 mujeres experimentan algún trastorno en su periodo prenatal a consecuencia del estrés y cambios en sus rutinas que pueden pasar, y esto a su vez afecta el bienestar del infante sobre todo en sus primeros años de vida.
Muchas veces las nuevas madres sienten vergüenza y remordimiento por experimentar ansiedad y depresión después del parto, en lugar de una inmensa felicidad de ser madres y no piden ayuda, lo cual es peligroso para su integridad emocional y familiar.
El periodo de la lactancia es la continuación del acercamiento de estos dos seres y donde la madre sigue transmitiendo gran parte de sus emociones al recién nacido, por eso la importancia de hacerlo en un lugar relajado y sin prisas.
Analizando todos estos cambios y que se producen en la futura mamá, que por decisión propia sea primeriza, decimos que ser madre es sentir un amor incondicional, es abrirse a una experiencia incomparable donde su vida girara por y para su hije, al que el universo dotará de dones para poder sobresalir en este mundo.
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