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Medio ambiente

Después de las inundaciones mortales en el noreste, vamos a lo grande por las soluciones climáticas 

Por Mark Reynolds Laurie Husted
November 2021
Estamos viendo cómo se hacen realidad las décadas de advertencias sobre la contaminación producida por los combustibles fósiles. Hasta ahora, las emisiones de gases de efecto invernadero han calentado el planeta en 1.1 grados centígrados (2 grados Fahrenheit) desde el siglo XIX, y los científicos advierten que 1.5 grados traerán la catástrofe. El informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (PICC-ONU) advierte que es probable que alcancemos 1.5 grados centígrados de calentamiento en los próximos 20 años.
El sobrecalentamiento global está contribuyendo a las condiciones sobrecargadas en el Golfo de México que impulsaron la trayectoria destructiva del huracán Ida. En pocas palabras, el uso sin límite de los hidrocarburos resultó en cientos de miles de personas sin electricidad ni agua corriente en Luisiana; casas destrozadas por tornados en Nueva Jersey y Maryland; y 52 muertos en el noreste, 82 en total.  Muchos se ahogaron en sus sótanos. En la ciudad de Nueva York, 3.15 pulgadas de lluvia cayeron en el Parque Central en una sola hora. Este aguacero superó las alcantarillas en la región: un conducto debajo la línea Hudson del tren Metro-North se inundó, anegando los rieles, y en Washingtonville, un conducto superado inundó Bull Road. Durante 12 horas, la autopista New York State Thruway se cerró en ambas direcciones entre las salidas 12 y 14 en el condado de Rockland. Además, sufrió la agricultura debido a la destrucción de la tierra, las inundaciones y las interrupciones de infraestructura. En New Paltz, las inundaciones causaron la pérdida de los cultivos de otoño como calabacín, maíz dulce, brócoli, y un 75% de las calabazas. 

Ida es el último de una rápida sucesión de fenómenos meteorológicos en todo Estados Unidos alimentados por el sobrecalentamiento global. Este verano una de cada tres vidas estadounidenses se ha visto afectada por un desastre climático. Una semana antes de Ida, las riadas en el interior del país devastaron Waverly, TN, dejando 22 muertos.  En el oeste, los bomberos californianos se enfrentan a una dura batalla contra el incendio Caldor, que amenaza el lugar turístico Lake Tahoe. Ningún incendio forestal había pasado de la vertiente occidental de la Sierra Nevada a la oriental hasta este verano, cuando ocurrió dos veces. Al igual que el incendio Dixie, que ya ha incendiado 1,423 millas cuadradas, el incendio Caldor se está extendiendo con una ferocidad inesperada.

Aunque todo esto es alarmante, el PICC-ONU afirma que "una reducción rápida y drástica de los gases de efecto invernadero en esta década" puede evitar esta catástrofe climática.

¿Cómo lo haremos? Mientras limpiamos después de Ida, todos deberíamos dirigirnos al proceso de reconciliación presupuestaria en el Congreso. El proyecto del presupuesto promete reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en 10 años. Para alcanzar ese objetivo, el paquete debe incluir las herramientas más eficaces para reducir drásticamente la contaminación por carbono, incluido un sólido precio al carbono.

Un precio al carbono garantiza que el que contamina paga. Al corregir los incentivos económicos, lo limpio será lo barato, y todas las demás medidas que necesitamos para reducir las emisiones de carbono serán facilitadas y aceleradas. Esta idea tiene un atractivo bipartidista, como demuestran varios proyectos de ley presentados este año que fijarían un fuerte precio sobre la contaminación por carbono. Ambos partidos quieren proteger a las empresas estadounidenses con un ajuste fronterizo de carbono, ya que la Unión Europea aplicará un arancel de carbono a partir de 2023. El paquete de conciliación presupuestaria propuesto incluye dicho ajuste fronterizo de carbono y, para cumplir con las normas de la Organización Mundial del Comercio, Estados Unidos probablemente necesitaría un precio al carbono nacional

Agradecemos al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, por haber dicho que el cambio climático es una preocupación prioritaria. Agradecemos a la Senadora Kirsten Gillibrand por haber copatrocinado el proyecto de ley Save Our Futures, que aborda la injusticia ambiental junto a la contaminación de gases de efecto invernadero.  Agradecemos al Representante Antonio Delgado por su apoyo a las medidas climáticas, incluidas formación para los nuevos empleos verdes, asistencia en la transición para las granjas locales que esperan adoptar prácticas climáticamente inteligentes, y una política de Renta Climática (en inglés, carbon cashback) que impulsará la reducción de emisiones.  

Ofrecemos nuestro agradecimiento a toda la delegación neoyorquina por unirse e instar al presidente Biden a que conceda inmediatamente la solicitud de la Gobernadora Kathy Hochul de recursos federales para la respuesta estatal a los impactos del huracán Ida. Les rogamos que también apoyen una medida fundamental de mitigación: un robusto precio al carbono como parte de las negociaciones de conciliación presupuestaria.

La destrucción que el huracán Ida dejó a su paso demuestra lo cerca que estamos del punto de no retorno. Este otoño, el Congreso tiene que ir a lo grande por las soluciones climáticas y debe poner un precio a la contaminación por carbono.

*Laurie Husted es líder voluntaria del Capítulo del Mid-Hudson de Ciudadanos por un Clima Vivible / Citizens' Climate Lobby. Mark Reynolds es el director ejecutivo de Ciudadanos por un Clima Vivible / Citizens' Climate Lobby.back to top

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