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Cómo ver el trabajo desde una perspectiva enriquecedora y sanadora

September 2021
Hoy con los nuevos desafíos, con el cambio global y todos los retos de la situación actual, el trabajo adquiere un nuevo significado, el reto es adaptarnos a este paradigma o forma de pensar, desde una visión positiva y práctica, que nos permita crecer como personas, y como sociedad.  
Laborar es un proceso innato en los humanos, es natural, es la forma como proyectamos nuestro sentido de vida; como realizamos nuestros talentos y potencialidades, es la representación de nuestra misión en la vida. Además, es la oportunidad de servir y dar lo mejor de nosotros, es la forma de transformar nuestros esfuerzos en energía, en dinero, en logros. 

Es una transformación de tiempo, de actividad física y mental en amor.

Desde la perspectiva psicológica, el trabajo es una forma de ser útil, representa la capacidad de logro de cada persona, refleja la autonomía, la autorrealización y la autoestima, entre otros procesos.  

La idea es ver la posibilidad de trabajar, como una oportunidad de estar alerta, active y aportando nuestra vitalidad, para nuestro bienestar y el de nuestras familias, nuestro entorno y nuestro planeta. Sea cual sea nuestra actividad laboral; artesanal, artística, profesional, física, mental, entre otras, es necesario amar lo que hacemos y proyectar lo mejor de nosotros, para sentirnos satisfechos con lo que damos y recibimos.

El trabajo ejerce un amplio impacto en el bienestar de las personas, nos permite ser creativos, nos proporciona los recursos necesarios para cumplir sueños, deseos, y suplir las necesidades de todo tipo. 

¿Sabían que las personas que tienen una actividad laboral, o actividad productiva, conservan la salud física y mental, son más alegres y tienen mejores relaciones? 

El trabajo crea bienestar psicológico y físico: Según estudios científicos, genera estados emocionales positivos, incrementa la felicidad, favorece valores como la solidaridad, el sentido de pertenencia, la cohesión, el contacto social, la construcción de un sentido de identidad. Es una oportunidad para aprender, y nos permite transcender espiritualmente al sentirnos parte de un todo.

Recordemos que somos en principio amor. Gracias a las preciosas personas que nos cuidan, que aportan su trabajo y energía para que todos estemos bien cada día.

*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]

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