Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Ser padres
Lo que nos deja el año escolar 2021
Por Olga Maritza Salazar
June 2021“No triunfa quien no tuvo momentos difíciles. Triunfa aquel que pasó por ellos, luchó y no se rindió”.
Este pensamiento lo podríamos aplicar como una máxima para este año escolar 2021 que culmina en unas semanas más. ¿Hubo momentos difíciles en el sistema educativo? ¡MUCHOS! Un mínimo porcentaje de alumnos y profesores empezaron las clases presenciales con el temor a ser contagiados o ser portadores del virus a sus hogares, y un gran número de estudiantes decidieron seguir con la educación a distancia.
Según datos de la UNICEF fueron 168 millones de niños en el mundo que no asistieron a clases presenciales hasta casi finales del año escolar en curso.
Si hacemos memoria de todo lo que pasaron alumnos y maestros en el transcurso de este periodo escolar, desde mantener el distanciamiento indicado de seis pies, el permanecer con el cubre bocas por más de siete horas continuas, frustrarse muchas veces al explicar las lecciones a los estudiantes, que no escuchaban bien, o que no se entendía por causa de llevar puesta la máscara, nos demuestra que sí, que realmente ambas partes pusieron mucho esfuerzo para que el año académico prosiguiera.
Por su parte, el estado de Nueva York tuvo que invertir mucho más en tecnología, para que todos los estudiantes no presenciales tuvieran un IPad a su alcance para poder recibir sus clases a distancia.
Pero hay discrepancia entre la educación a distancia y la educación presencial. Según resultados escolares, los niños que no asistieron a clases presenciales están más rezagados en comparación a sus compañeros que sí asisten, y que el cierre de las escuelas trae consecuencias negativas para la educación y el bienestar de muchos niños.
Entrevisté a algunos a padres y maestros para saber qué opinan de este año escolar. La señora Rodríguez, ama de casa y madre de dos niños de 5 y 7 años de edad refirió: “este año escolar fue algo difícil, opté por la enseñanza virtual. Tengo a mis hijos acostumbrados a una rutina, y me organizo muy bien con materiales y todo lo necesario para ayudarles con sus lecciones y trato de hacerlo de una forma interesante para los dos. Dedico mucho tiempo a enseñarles, aunque se me dificulta un poco mantenerlos conectados en un solo tema por un largo periodo. Extrañan mucho jugar con otros niños”.
La señora Spencer dijo que “la enseñanza virtual para mis hijos de 12 y 6 años, a pesar de las circunstancias, estuvo bien. ¡Un excelente trabajo de los profesores! Pienso que, si los niños fueron responsables y participaron en la clase, ¡pues les fue bien! Porque mi hijo de 12 años nos comentó que había compañeros que apagaban el zoom o le ponían pantalla negra a la laptop y perdían el tiempo en otras cosas. Estoy muy orgullosa de mi hijo porque también decidió tomar los exámenes, que este año fueron opcionales para las clases virtuales. Con los niños del kindergarten fue otra cosa, necesitan mucha ayuda de los padres, tienen muchos proyectos y toma tiempo extra enseñarles a leer. Tuve que mover todo mi horario de trabajo, para ver que mi hijita pusiera atención a sus clases”.
A mi pregunta si hubo algo positivo en las clases a distancia, estas madres coincidieron que lo bueno fue que sus hijos se alimentaban mejor en casa y no con la comida de la escuela.
Al preguntar a dos maestras su opinión sobre el presente año escolar, respondieron algo frustradas de que muchos niños no aprendieron todo lo que debieron, y que otros alumnos, en su mayoría adolescentes, al estar en casa simplemente ignoraban las instrucciones que se les daban.
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Según datos de la UNICEF fueron 168 millones de niños en el mundo que no asistieron a clases presenciales hasta casi finales del año escolar en curso.
Si hacemos memoria de todo lo que pasaron alumnos y maestros en el transcurso de este periodo escolar, desde mantener el distanciamiento indicado de seis pies, el permanecer con el cubre bocas por más de siete horas continuas, frustrarse muchas veces al explicar las lecciones a los estudiantes, que no escuchaban bien, o que no se entendía por causa de llevar puesta la máscara, nos demuestra que sí, que realmente ambas partes pusieron mucho esfuerzo para que el año académico prosiguiera.
Por su parte, el estado de Nueva York tuvo que invertir mucho más en tecnología, para que todos los estudiantes no presenciales tuvieran un IPad a su alcance para poder recibir sus clases a distancia.
Pero hay discrepancia entre la educación a distancia y la educación presencial. Según resultados escolares, los niños que no asistieron a clases presenciales están más rezagados en comparación a sus compañeros que sí asisten, y que el cierre de las escuelas trae consecuencias negativas para la educación y el bienestar de muchos niños.
Entrevisté a algunos a padres y maestros para saber qué opinan de este año escolar. La señora Rodríguez, ama de casa y madre de dos niños de 5 y 7 años de edad refirió: “este año escolar fue algo difícil, opté por la enseñanza virtual. Tengo a mis hijos acostumbrados a una rutina, y me organizo muy bien con materiales y todo lo necesario para ayudarles con sus lecciones y trato de hacerlo de una forma interesante para los dos. Dedico mucho tiempo a enseñarles, aunque se me dificulta un poco mantenerlos conectados en un solo tema por un largo periodo. Extrañan mucho jugar con otros niños”.
La señora Spencer dijo que “la enseñanza virtual para mis hijos de 12 y 6 años, a pesar de las circunstancias, estuvo bien. ¡Un excelente trabajo de los profesores! Pienso que, si los niños fueron responsables y participaron en la clase, ¡pues les fue bien! Porque mi hijo de 12 años nos comentó que había compañeros que apagaban el zoom o le ponían pantalla negra a la laptop y perdían el tiempo en otras cosas. Estoy muy orgullosa de mi hijo porque también decidió tomar los exámenes, que este año fueron opcionales para las clases virtuales. Con los niños del kindergarten fue otra cosa, necesitan mucha ayuda de los padres, tienen muchos proyectos y toma tiempo extra enseñarles a leer. Tuve que mover todo mi horario de trabajo, para ver que mi hijita pusiera atención a sus clases”.
A mi pregunta si hubo algo positivo en las clases a distancia, estas madres coincidieron que lo bueno fue que sus hijos se alimentaban mejor en casa y no con la comida de la escuela.
Al preguntar a dos maestras su opinión sobre el presente año escolar, respondieron algo frustradas de que muchos niños no aprendieron todo lo que debieron, y que otros alumnos, en su mayoría adolescentes, al estar en casa simplemente ignoraban las instrucciones que se les daban.
También debemos tener presente, que entre el 2020 y el 2021 hubo muchos miembros del personal educativo que fueron contagiados con COVID-19 y perdieron la vida. Para todos ellos nuestro homenaje póstumo.
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