Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Adaptándonos a este nuevo año escolar
Por Olga Maritza Salazar
September 2020Este periodo escolar 2020-21 empieza con muchas interrogantes, desde si será saludable acudir a los planteles y cómo los estudiantes y profesores se van a adaptar a esta “nueva normalidad” llena de incertidumbre y estrés, por lo que tendrá como prioridad dar el apoyo necesario a la salud emocional y mental de alumnos y educadores.
Tenemos que tener en cuenta que con esta pandemia muchas familias han pasado por momentos muy difíciles, algunos perdieron a seres queridos, muchos padres han quedado sin trabajo y sus familias están atravesando estrechez económica, y muchos profesores son considerados personas de alto riesgo debido a su condición de salud o por su edad.
Otros factores que causan ansiedad: los niños deberán tener la mascarilla puesta todo el tiempo que estén en la escuela, el temor a que las medidas sanitarias no funcionen, o que el estudiante necesite mucho apoyo para nivelarse y a esto se suma la pérdida del contacto cotidiano con los amigos.
Estos diversos casos afectan la salud emocional de todos, por lo que es esencial que se implemente un sistema para conocer las necesidades sociales y emocionales de los estudiantes, y que estas estrategias pueden aplicarse también a los profesores que lo requieran.
Con este propósito, en diversas escuelas vienen capacitando a grupos de educadores para que puedan ayudar a sus alumnos a comprender y manejar sus sentimientos, a mostrar empatía con los demás, a cómo cuidarse a sí mismos y cuidar a personas en riesgo.
Esta inteligencia emocional es la habilidad de percibir, evaluar y expresar las emociones. Se debe promover el desarrollo emocional e intelectual de acuerdo a la edad de los estudiantes.
En el caso de los niños, debemos responder a sus inquietudes, sin exagerar la información que les brindemos.
Explicarles los conceptos básicos de prevención y control del virus, decirles que ellos pueden ayudar mucho a protegerse, si mantienen su distancia física con los otros estudiantes.
Si son muy pequeños, la manera idónea para explicarles cómo deben expresar lo que sienten sería usando un par de marionetas para el ejemplo.
Estos muñecos servirán también para explicarles acerca de la empatía que deben mostrar con sus compañeros, que están pasando por momentos críticos. Hacerles sentir que la escuela es el lugar seguro del reencuentro y no de temor.
En el caso de los estudiantes mayores, lo primero es comprender su entorno, enseñarles a manejar lo que están sintiendo como la ira, el silencio interior, su autoestima, preguntarles qué es lo que necesitan y cómo se les puede ayudar, no asumir de que todo está bien.
Debemos hacerlos sentir estables nuevamente, a pesar de todos los cambios que se han dado a raíz de esta pandemia.
Por eso es vital que se le dé la importancia debida al aprendizaje socio emocional (SEL, según sus siglas en inglés) porque es casi imposible esperar que la enseñanza y el aprendizaje sean excelentes en medio de una crisis mundial, sin haber atendido primero nuestras emociones.
Incluso para los profesores no es fácil adaptarse a esta nueva normalidad, se ha requerido que ellos enseñen a distancia y aprendan simultáneamente, además de continuar brindando apoyo a los estudiantes y de atender a sus propias familias, todo bajo un velo de ambigüedad con respecto al futuro.
Debido a todo esto, el sistema escolar ha tomado conciencia del estrés que llevan los maestros y saben que es necesario que en conjunto con los estudiantes formen ambientes de confianza seguridad y empatía construyendo relaciones significativas entre ambos.
Finalmente, manteniendo intervenciones positivas, usando el control para regular nuestras emociones, siendo optimista y practicando la bondad, dejando de preocuparnos solo por nosotros mismos sino ayudando a otros, podremos aprovechar los aspectos positivos,
que trajo esta cuarentena.
Con esperanza y perseverancia, todos lograremos un bienestar colectivo, que se hará sentir en nuestras comunidades.back to top
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Otros factores que causan ansiedad: los niños deberán tener la mascarilla puesta todo el tiempo que estén en la escuela, el temor a que las medidas sanitarias no funcionen, o que el estudiante necesite mucho apoyo para nivelarse y a esto se suma la pérdida del contacto cotidiano con los amigos.
Estos diversos casos afectan la salud emocional de todos, por lo que es esencial que se implemente un sistema para conocer las necesidades sociales y emocionales de los estudiantes, y que estas estrategias pueden aplicarse también a los profesores que lo requieran.
Con este propósito, en diversas escuelas vienen capacitando a grupos de educadores para que puedan ayudar a sus alumnos a comprender y manejar sus sentimientos, a mostrar empatía con los demás, a cómo cuidarse a sí mismos y cuidar a personas en riesgo.
Esta inteligencia emocional es la habilidad de percibir, evaluar y expresar las emociones. Se debe promover el desarrollo emocional e intelectual de acuerdo a la edad de los estudiantes.
En el caso de los niños, debemos responder a sus inquietudes, sin exagerar la información que les brindemos.
Explicarles los conceptos básicos de prevención y control del virus, decirles que ellos pueden ayudar mucho a protegerse, si mantienen su distancia física con los otros estudiantes.
Si son muy pequeños, la manera idónea para explicarles cómo deben expresar lo que sienten sería usando un par de marionetas para el ejemplo.
Estos muñecos servirán también para explicarles acerca de la empatía que deben mostrar con sus compañeros, que están pasando por momentos críticos. Hacerles sentir que la escuela es el lugar seguro del reencuentro y no de temor.
En el caso de los estudiantes mayores, lo primero es comprender su entorno, enseñarles a manejar lo que están sintiendo como la ira, el silencio interior, su autoestima, preguntarles qué es lo que necesitan y cómo se les puede ayudar, no asumir de que todo está bien.
Debemos hacerlos sentir estables nuevamente, a pesar de todos los cambios que se han dado a raíz de esta pandemia.
Por eso es vital que se le dé la importancia debida al aprendizaje socio emocional (SEL, según sus siglas en inglés) porque es casi imposible esperar que la enseñanza y el aprendizaje sean excelentes en medio de una crisis mundial, sin haber atendido primero nuestras emociones.
Incluso para los profesores no es fácil adaptarse a esta nueva normalidad, se ha requerido que ellos enseñen a distancia y aprendan simultáneamente, además de continuar brindando apoyo a los estudiantes y de atender a sus propias familias, todo bajo un velo de ambigüedad con respecto al futuro.
Debido a todo esto, el sistema escolar ha tomado conciencia del estrés que llevan los maestros y saben que es necesario que en conjunto con los estudiantes formen ambientes de confianza seguridad y empatía construyendo relaciones significativas entre ambos.
Finalmente, manteniendo intervenciones positivas, usando el control para regular nuestras emociones, siendo optimista y practicando la bondad, dejando de preocuparnos solo por nosotros mismos sino ayudando a otros, podremos aprovechar los aspectos positivos,
que trajo esta cuarentena.
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