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Video de The Orchestra Now durante la cuarentena tocando la 3era Sinfonía de Beethoven, "Eroica". " />
El espectáculo debe continuar
Artistas se reinventan con la pandemia
Por Laura Pérez Rangel
July 2020Las artes son muchas veces subestimadas, ignoradas o dejadas a un lado. Pero al conocer las experiencias y puntos de vista de los siguientes cinco artistas diferentes durante esta etapa de aislamiento y distanciamiento social, no hay duda alguna de la importancia de las artes en este momento. Para algunos un desahogo, para otros una fuente de energía e inspiración, pero para todos una necesidad. La necesidad de reinventarse, de crecer, de crear, de sanar; pues el arte también sana, y en tiempos de pandemia, deberíamos prestarle un poco más de atención.
“La música no debe parar”
Andrés Rivas es director asistente de la Orquesta del Conservatorio de Bard y de The Orchestra Now, agrupaciones que obviamente tuvieron que parar sus actividades con la llegada del coronavirus. Pero a pesar de que es prácticamente imposible ensayar con una orquesta virtual, Andrés cuenta que “hemos recurrido a los ensambles por medio de videos, en donde los editores de vídeo se convierten en los nuevos directores”.
Las agrupaciones musicales, como las orquestas, se basan en la idea comunitaria de hacer música juntos para el deleite de un público y de uno mismo; y esa idea no acabó con la pandemia. “Muchos de nuestros músicos, estudiantes de Bard, han grabado videos tocando. Nosotros los compartimos en nuestras páginas para difundir un mensaje de unión, esperanza y de resiliencia. La música no debe parar, la música conecta. Que el mundo lo sepa, aquí seguimos,” explicó Andrés. Cabe destacar que músicos del Conservatorio de Bard y The Orchestra Now han llevado a cabo conciertos virtuales a beneficio de organizaciones locales como lo es la Red de Defensa de Inmigrantes de Ulster, UIDN, promoviendo solidaridad y compartiendo el arte que tanto los llena.
Andrés mencionó que es probable que las actividades musicales sigan en un formato de música de cámara. Si toca crear una orquesta de 10 músicos, se creará. “Nos ha tocado reinventarnos. Dado el caso en el que se permitan reuniones de 80 o 90 personas, tendríamos ensayos normales, pero los conciertos se transmitirían por internet. También está el proyecto de hacer conciertos al aire libre, conciertos que puedas ver desde tu carro o transmitirlos por radio”, dijo. “La idea es no parar de hacer música; por nosotros y por todo lo que está pasando. La música es una herramienta de sanación, transformación o como lo quieras llamar, pero no podemos parar de difundir su efecto. Como lo dijo el Maestro Abreu: No hay nada que pueda transmitir como la música lo hace.”
Por otra parte, Andrés hizo énfasis en que “este proceso también depende de cuán sincero sea el apoyo del gobierno a las artes. Nosotros podemos tener todas las respuestas necesarias para poder volver a los escenarios, pero dependemos de la consideración por parte de las autoridades y de las políticas dictadas por el estado”. A finales del mes de junio, el Gobernador Cuomo explicó que la Fase 4, muchas veces entendida como la fase final de la reapertura, no incluiría a toda la parte artística y de entretenimiento. Especificó que en esta fase de reapertura podría funcionar la industria del arte y el entretenimiento al aire libre y en espacios interiores, pero sólo involucrando actividades de bajo riesgo; lo que deja a las orquestas y demás grupos musicales a la deriva.
“No es solamente hacer una coreografía”
Por su parte, Maia Martínez de Dojo Dance Company, habló sobre cómo se manejó la situación en su academia. “En abril comenzamos las clases virtuales e hicimos algunos cambios: bajamos los precios a la mitad y creamos la opción de pago en escala, que le permite a cualquier persona que quiera tomar la clase, pagar lo que ellos puedan”. Para Maia y su academia, el apoyar a la comunidad fue prioridad durante este periodo: “Si bien las clases eran nuestra principal y única entrada financiera, nosotros entendemos que nuestro trabajo es siempre comunitario”.
Dojo Dance Academy comenzó recientemente con las clases al aire libre, con un grupo reducido de personas. “Hay mucha emoción: cuando volvimos a dar la clase se me puso la piel de gallina y lloramos. Fue muy fuerte volver a vernos y volver a compartir el arte”. Durante la entrevista, Maia recalcó que todo el apoyo que ha recibido de parte de la comunidad ha sido vital y genuino. “Hemos estado muy ocupados, creíamos que no lo íbamos a estar. Existe una muy buena relación con la comunidad, hay un entendimiento de que entre todos nos ayudamos y nos acompañamos. Hubo gente que compró paquetes de clases anticipados: vinieron, nos dejaron el pago y dijeron «para cuando volvamos», y esto es un gesto muy bonito, pues, quizás seamos unos de los negocios que más tarde en abrir y volver a las actividades normales”.
“Cuando el ser humano no tiene la pasión, no tiene un sentido, no tiene algo por lo que tiene que moverse, algo por lo que hay que luchar, un camino”, explica Maia, “no es solamente hacer una coreografía o pintar un cuadro, es todo lo que implica conectarse con uno mismo y justamente, eso se conecta con la idea del amor propio.” Con respecto al proceso de reapertura, comentó que “el arte conecta, libera y expresa, y por eso me costó mucho entender que las artes sean las últimas en abrir, cuando es una de las cosas que la gente más necesita”, y agregó que las artes no cuentan con ningún préstamo o beneficio del gobierno, que “uno siente que el gobierno se olvida”.
Por otro lado, Anna Mayta de Mayta Fusion Dance, también bailarina, cuenta: “Empecé a enseñar de manera virtual, incluso a tener presentaciones, lo que fue algo raro al principio, es una manera muy diferente de llegar al público.” Sin embargo, a pesar de la crisis generada por la pandemia, Anna ofreció eventos a beneficio de otras organizaciones para que la comunidad pudiera acceder al arte, que es tan necesario. “El arte está al servicio del mundo, para inspirar. Toca el corazón”, resaltó Anna, quién además comentó que la cuarentena no le ha impedido planificar futuros proyectos y participar en actividades auspiciadas por Vassar College.
“Para los pintores, el trabajo es algo diferente al de otros artistas”
La historia de los artistas Joan Belmar y Pilar Jiménez es bastante similar: la cuarentena no fue un obstáculo para seguir trabajando. “He tenido muy claro toda mi vida que me quiero dedicar al arte, así que básicamente seguía yendo al estudio todos los días, siguiendo mi rutina normal”, comenta Belmar, “pero sí me afectó a nivel psicológico: uno empieza a cuestionarse, y es muy complejo. Para los pintores, el trabajo es algo diferente al de otros artistas: uno se encierra en un espacio sólo con su mente; entonces es muy fácil dar muchas vueltas”.
Para Pilar, el impacto psicológico también fue algo importante. “La parte emocional es muy pesada. Creo que el arte en todas sus dimensiones: en la música, la pintura, el baile, la literatura; son la salvación del hombre, es lo que le da a uno un poco de sosiego en estos momentos “, cuenta Jiménez, quien durante esta cuarentena pintó unos seis cuadros que reflejan los pensamientos y “fases” emocionales que ha experimentado a lo largo de la cuarentena, incluyendo incertidumbre, confusión y esperanza.
Joan Belmar resaltó que “el arte es importante porque es lo único que se queda, todo lo demás se va. La gente no lo entiende, piensa que el arte es algo que pones detrás del sofá, pero el arte tiene un poder que trasciende el tiempo y, es nuestra responsabilidad como artistas plasmar un poco de nuestro mundo para crear algo único y original, que nació en un momento determinado”.
Afortunadamente, las galerías podrán abrir, con restricciones, en la Fase 4, pero no hay demasiada información sobre cuándo volverán los conciertos o clases de baile en espacios confinados. Mientras tanto, toca reinventarse y buscar la manera de seguir creando.
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