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Foto gentileza de HempireStateGrowers
Foto gentileza de HempireStateGrowers

Cáñamo: ¿droga o cultivo?

Por Nohan Meza
June 2020
A finales de diciembre el gobernador Andrew Cuomo firmó la ley S.6184/A.7680 con el objetivo de regularizar y controlar la producción del cáñamo y así cerciorar de que la popularidad de productos basados en el cáñamo sea segura para el consumidor. Ese mismo mes, la Extensión Cooperativa de Cornell del condado Ulster, en su reunión anual, tuvo una presentación y discusión sobre cómo esta ley afectaría la producción del cáñamo, y las implicaciones que estas nuevas regulaciones tendrán para los agricultores locales del estado de Nueva York.
 
Si bien el cáñamo es parte de la familia del cannabis, no es lo mismo que la sustancia psicoactiva controlada al nivel federal llamada marihuana. El cáñamo proviene de la planta cannabis sativa y se caracteriza por una concentración reducida de tetrahidrocannabinol (THC), sustancia responsable por los efectos psicoactivos de la marihuana, y por lo general tiene una mayor concentración de cannabidiol (CBD), sustancia reconocida por tener efectos relajantes para el cuerpo.

Pero los usos del cáñamo van más allá de las cremas y aceites que sirven como relajantes musculares. Hace más de 10,000 años que el cáñamo es utilizado como fibra para textiles y papel. En la Segunda Guerra Mundial, el cáñamo fue utilizado extensivamente por el gobierno de los Estados Unidos para la producción de cuerdas, lonas, y hasta uniformes. Desafortunadamente, debido a que comparte el mismo origen que la marihuana, él cáñamo ha sufrido muchas trabas legales como cultivo.

El objetivo de estas regulaciones es la salud y la seguridad del consumidor. Sin embargo, los cambios en la forma en que se analiza el contenido de THC en la planta podrían tener repercusiones catastróficas en el ámbito agricultor. Jason Minard, abogado y concejal de Hempire State Growers: Hudson Valley, dijo al respecto: “Hay nuevas regulaciones del Departamento de Agricultura que podrían destruir la industria. Anteriormente, se analizaba la planta en su totalidad, lo cual al hacer los cálculos rendía un contenido de THC mucho más bajo que ahora. Las nuevas regulaciones se basan alrededor de analizar el tercio mayor de la planta, donde se encuentran los niveles más altos de THC, entonces no sería certero ni representativo de la cantidad de THC”.  Lo cual da causa a preocupación, ya que muchos de los cultivos estarían por encima del 0.3% de THC permitido por el gobierno. Pero ese porcentaje es arbitrario, comenta Jason: “Ese límite existe para que la gente no termine drogada. Pero no te drogas con 0.3 ni 0.4 ni 0.5. Además, las nuevas reglas impuestas por el Departamento de Agricultura quieren hacer que todo cultivo con más de 0.5% de THC sea negligencia criminal. Entonces te sale mal la cosecha y te vas a la cárcel”.

El alto nivel de control que rodea al cáñamo, asegura Brian Farmer, orador principal del evento y cofundador del grupo Cannabis Conservancy, proviene de la percepción a nivel social y legislativo del cáñamo como una droga, una hermana casi gemela de la marihuana, en vez de un cultivo. Lo cual es algo muy reciente, comenta Brian, “Esta planta siempre ha tenido usos medicinales, pero la idea de que es una droga que debe ser controlada por el gobierno, eso es muy nuevo. Hay otras plantas que son psicoactivas y contienen algunos de los mismos componentes que se encuentran en la marihuana, pero son legales.” Y ese cambio, recalca Brian, solo puede ocurrir si la planta deja de ser tratada como una droga: “Si quieres tener tu propia huerta, y quieres plantar tomate y berenjena y cebolla, y un día quieres plantar cáñamo, ahí se convierte una vez más en una planta. Entonces hay que demostrar que es eso, una simple planta, pero esto no puede ocurrir hasta que lo puedas cultivar en tu propio hogar, ya que en este momento uno necesita alguna clase de permiso legal para hacerlo lo cuál es extremadamente caro”.

Y es precisamente estos altos costos los que amenazan a la industria local. El concejal de Hempire State Growers, Jason Minard, dijo al respecto: “Esto podría destruir la industria de pequeños agricultores porque no podrán albergar el costo total, gente que invirtió en la semilla, el equipo, la infraestructura. No vas a poder cultivar la planta hasta su madurez porque mientras más esperes, más alto va a ser el contenido de THC, y hasta podrías ser arrestado por ello. Y si cosechas el cultivo dos semanas antes para estar dentro de las regulaciones, vas a vender la planta por migajas en comparación a lo que invertiste.” Desafortunadamente, estas regulaciones que, si bien hacen que la producción sea mas consistente y segura para el consumidor, logra ese objetivo a través del bolsillo del agricultor. Por eso, a través de la cooperativa de Empire State Growers, Jason y sus colegas están afrontando estas nuevas regulaciones con mucha fe, confiando en que el trabajo en equipo les permitirá permanecer en los parámetros del estado y producir un producto confiable y seguro para el consumidor.

Mas información:
La ley oficial: federalregister.gov/documents/2019/10/31/2019-23749/establishment-of-a-domestic-hemp-production-program
Resumen de cambios legislativos: hempirestategrowers.com/images/Official%20Comments%20on%20USDA%20Ruling.pdf
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