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La lucha por los derechos de las empleadas domésticas en el Valle del Hudson

Por Mary Retta
June 2019
El trabajo doméstico es una de las industrias más necesarias en los Estados Unidos, pero también es una de las menos valoradas. A medida que la población de los Estados Unidos continúa envejeciendo, las trabajadoras domésticas se volverán más valiosas para una porción más alta de la población. Sin embargo, debido a los bajos salarios, la falta de beneficios y la falta de respeto, menos personas quieren este trabajo. Este problema existe en los Estados Unidos en general, pero también en gran parte del Valle de Hudson.
 
El trabajo doméstico no es una industria nueva y, de hecho, ha existido en los Estados Unidos durante siglos en diversas formas. Sin embargo, la industria se vuelve cada vez más necesaria a medida que nuestra población continúa envejeciendo. Se pronostica que para 2060 la población de más de 65 años en los Estados Unidos se duplicará, y el 95% de los ciudadanos estadounidenses indican que les gustaría envejecer dentro de su propio hogar. Esto aumentará enormemente el mercado de las sirvientas, cocineras y niñeras que viven en el hogar.

Si bien el trabajo doméstico es claramente una industria muy necesaria en los Estados Unidos, el trabajo está muy infravalorado. La sociedad estadounidense a menudo desprecia el trabajo doméstico, ya que tradicionalmente se asocia con la economía de esclavos. Hoy en día es un mercado excesivamente saturado de personas pobres, inmigrantes y específicamente mujeres no blancas. La mayoría de los trabajadores domésticos no tienen beneficios (como a horas extras o un salario mínimo), y el trabajador doméstico promedio gana aproximadamente $12 por hora. Este bajo salario a menudo hace que los costos de alquiler y transporte sean extremadamente difíciles, especialmente en áreas que no tienen un sistema de transporte público extenso como los Condado de Dutchess, Ulster, Orange, Columbia y Sullivan.

La explotación de los trabajadores domésticos es un gran problema en el Valle de Hudson, y muchas organizaciones trabajan para solucionarlo. Una de esas organizaciones es Hand in Hand, basada en la ciudad de Nueva York y la ciudad de Kingston, una organización nacional de empleadores de niñeras, personal de limpieza y asistentes domésticos que trabajan por condiciones de trabajo dignas y respetuosas que benefician tanto a los trabajadores como a los empleadores.

"Para 2024, el Valle de Hudson tendrá una escasez de 8000 trabajadores domésticos,” dice Julia Solow, Organizadora Principal en el Valle de Hudson para Hand in Hand. “Es un trabajo tan importante y está tan poco valorado. Es difícil retener a las personas cuando apenas ganan lo suficiente para sobrevivir.”

Hand in Hand trabaja para asegurar relaciones mutuamente beneficiosas y respetuosas entre los empleados domésticos y los empleadores. La organización tiene dos objetivos principales. Primero, Hand in Hand trabaja para garantizar la asequibilidad de la atención para las personas que necesitan atención en el hogar.

“Muchas personas mayores necesitan asistencia en el hogar las 24 horas del día, lo que puede ser muy costoso,” dice Julia, “y casi ningún seguro que no sea Medicaid lo cubre. Hemos estado presionando para que la Ley de Salud de Nueva York, un seguro de salud de atención única en el estado de Nueva York, solucione esto”.

También, Hand in Hand quiere crear empleos dignos para los trabajadores de cuidado en el hogar. En primer lugar, garantizar que los trabajadores reciban un salario digno para vivir; y también asegurar que los trabajadores domésticos sean tratados con respeto.

El tratamiento de los trabajadores domésticos es un problema que afecta a todos; a medida que los patrones de migración continúan y la brecha de pobreza aumenta en este país, la responsabilidad recae cada vez más en los ricos y privilegiados para salvar la brecha económica y social.

"Hemos sido socializados para creer que factores como la raza y la clase deberían dividirnos", dice Julia. “Creemos que no podemos ser humanos juntos, pero sí podemos. Necesitamos romper esas barreras, y solo podemos lograrlo juntos”.

La lucha sigue. Para más información domesticemployers.org y domesticworkers.org
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