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Inteligencia emocional

Consejos para rescatar a tu niño interior

Por Dora Inés Grosso García
December 2017
La “felicidad” es la responsabilidad de cada uno al nacer. El bebé reclama la comodidad y el placer, si tiene hambre, algo le incomoda o le duele, llama para ser atendido. Nacemos perfectos, con la capacidad de garantizar la satisfacción de todo cuanto necesitamos para ser felices. El niño sonríe a cada estimulo de agrado, su piel es suave, y tiene una “química” que invita a besarlo y a abrazarlo. Todo garantiza la felicidad y siempre está buscando recibir amor y cuidado. 
 
¿Qué pasa cuando crecemos? Poco a poco vamos dejando ese mundo centrado en nuestras necesidades y búsqueda del placer personal, para tener en cuenta las de los demás, el niño termina dejando su armonía natural, su espontaneidad, su alegría. Para ser aceptado y amado empieza a imitar las conductas de sus padres y de quienes lo rodean.

Si el ambiente es adecuado, conservará su autenticidad y le será fácil sentirse feliz y tener emociones armónicas y efectivas, podrá expresar sus sentimientos y pensamientos y aceptará a los demás, sin miedo a experimentar los cambios a su alrededor.  

Entre más afecto, atención y cuidados recibe el niño, más rápidamente avanza su desarrollo físico, mental y emocional. Se concentra mejor y está despierto, atento, alegre y creativo. Sueña, imagina toda clase de posibilidades, aumenta la capacidad de dar el amor que recibe. Es lo que hacemos cuando cuidamos y reconocemos al niño interior.

Cuando somos aceptados y amados podemos integrarnos fácilmente al mundo, cuidarnos y cuidar a otros y cuidar el medio donde vivimos. La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos de expresar los sentimientos adecuadamente y ser creativos, amorosos y positivos.

Se puede conservar las cualidades del niño natural a través del juego, la diversión, reír, cantar, bailar, pintar, tocar, experimentar, todo lo que genere expresión de sentimientos, todo lo que nos atrae e interesa. Esa es la motivación que permite desarrollar las habilidades de cada persona, por eso se la llama Inteligencia emocional. Al expresar con el cuerpo, la mente y los sentimientos estamos liberando y creando la realidad. Depende de cada uno lo que atrae a su vida, dicha, placer, experiencias armónicas, amor. ¿Qué?          

¿Qué clase de conductas tienes para garantizar la felicidad en tu vida? ¿Sigues los patrones de tu niño interior? ¿Tienes el hábito de complacer a los demás, los criticas, o te quejas porque no logras lo que deseas? ¿Te permites expresar tus sentimientos?

Consejos para cultivar el niño interior: Inteligencia emocional

Reconocer tu capacidad de amar a través de ti, si te das amor y te sientes a gusto contigo mismo, te permites vivir experiencias agradables, podrás amarte y amar a otros. Aceptar las situaciones difíciles como algo momentáneo y buscar aprender de ellas. Aceptar y perdonar tus equivocaciones. Poder mirarte al espejo y decir te amo y sonreír.

Expresar los sentimientos adecuadamente, los sentimientos no se pueden reprimir, es necesario expresarlos espontáneamente, sin ir a los extremos. Una forma fácil de liberar el enojo o la ira es a través del control de la respiración, el ejercicio, deportes, o simplemente dando un grito al espacio. Si deseas puedes llorar, para calmar la tristeza o la rabia. La forma más saludable es abrazándote y reconocer que nada es tan grave como para perder tu armonía. Reír y bailar, jugar, cantar, escribir, todo cuanto te permita expresar lo que sientes es saludable.

Autocuidado, alimenta tu cuerpo, tu mente, tu ser espiritual, con buenos hábitos, asumiendo la responsabilidad por tu salud y todo lo que necesitas para estar en equilibrio. Restablecer la armonía a través de masaje, baño relajante, tomar agua frecuentemente y comer frutas, hacer ejercicio, dormir bien; para estar en perfecta salud y belleza.

Disfrutar de las cosas simples de la vida, observar un atardecer, mirar las estrellas, caminar descalzos, mojarte bajo la lluvia, sentarte en frente de tu casa a ver pasar las personas, todo lo que te saque de la rutina y sea placentero y natural.

Comunicación, comunicarse con los demás sin juzgarlos o criticarlos, utilizar palabras adecuadas, escuchar a los demás con atención, dar las gracias y sonreír, mirar a los ojos, recordar sus nombres, manifestar tu amor, abrazarlos, darles la mano. Tu tono de voz es suave y hablas con amabilidad.  

Aceptarte y aceptar a los demás es la clave para poder mantenerte en sensación de felicidad, si te aceptas como eres y te amas, los demás también lo harán contigo, son cadenas de armonía. Si Yo estoy bien, tu estás bien y todos estamos bien. 

Todo está en perfecto orden divino. Si estás en Paz con tu ser interior, podrás estar en paz con tu alrededor, es la Paz espiritual y la armonía con nosotros mismos, los demás, la naturaleza y todas nuestras circunstancias. 

Nuestro niño interior está presente siempre y reacciona inconscientemente, es sensible y es el que se manifiesta como inteligencia emocional, responde dependiendo de lo que le das. Hay que hacer conexión con él para lograr una vida llena de satisfacción.

*Dora Inés Grosso García es Psicóloga holística, [email protected]back to top

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