Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Sueño americano
Javier Castañeda Guevara
Luchando para vencer
Por Antonio Flores-Lobos
September 2017Es mexicano, y es luchador, pero no es técnico, ni rudo, no porta máscara, ni compone su cabellera, tampoco lanza patadas voladoras, ni humilla a sus rivales antes de lanzarse al cuadrilátero.
Todo eso es porque el joven inmigrante que se graduó de la Escuela secundaria de Kingston, (o Kingston High School, KHS) en junio, Javier Castañeda Guevara, es un luchador al estilo grecorromano, es decir, la lucha que se ve en las olimpiadas, en la cual cada participante intenta derrotar a su rival, con llaves y proyecciones, utilizando solo la parte superior del cuerpo.
Cuando Javier llegó a los Estados Unidos, hace casi un par de años, no hablaba una palabra de inglés, y no entendía tan siquiera lo que era ese tipo de lucha. Pero aceptó los retos de aprender ingles, de ser buen estudiante y de hacerse contendiente en el deporte que había escogido.
Definitivamente su batalla era cuesta arriba, pero cada una de las luchas que libraba, las abordaba con la ética que le había inculcado su papá: “el éxito es el uno por ciento inspiración y el 99 por ciento traspiración, es decir, esfuerzo,” agrega Javier. “Y es que mi papá me decía que siempre se debería de ser el mejor en lo que uno hace, aún si eres un barrendero, debes de esforzarte por ser el mejor,” agrega el luchador con un tono de nostalgia.
Los consejos fueron rindiendo frutos en la vida del inmigrante, puesto que en tiempos en que muchos hispanos desertan sus estudios de preparatoria, el nombre de Javier apareció en las listas de los que se graduaban con honores.
Javier Castañeda Guevara llegó a los Estados Unidos un lunes y para el jueves ya estaba en la escuela. Recuerda con cariño la sorpresa que se llevó al entrar al salón de clase de la Sra. Schenker, la maestra de inglés como nuevo idioma (ENL), porque ella le dio la bienvenida en español. El atleta tiene también gratos recuerdos de las otras maestras de ENL, la Sra. Wood y la Sra. D’Amico por la ayuda que le brindaron en esos momentos claves de su formación.
Sin conocer el deporte que tiene su principio en derribar al contrincante a base de fuerza y no golpes, Castañeda Guevara de pronto se vio triunfante, quedando en el 6to puesto del campeonato de la Sección 9, que incluye un sinnúmero de preparatorias del Estado de Nueva York. Con 26 victorias y 13 derrotas en su haber, el mexicano comenzó a llamar la atención, de manera que uno de los entrenadores de lucha del Ulster County Community College (UCCC) lo observó y lo invitó a que formara parte del equipo de lucha de su institución.
Muchos logros académicos, y muchas victorias deportivas, le han dado grandes satisfacciones al mexicano que trabaja como ayudante de camarero en un restaurante italiano en la zona céntrica de Kingston. Pero, siempre había algo que faltaba, y eso era la familia.
A veces, cuando miraba al rival vencido en el suelo, y al réferi levantándole el brazo de triunfador, Javier buscaba en las gradas unas caras que no iba a encontrar, las caras de sus padres. Quería compartir esas satisfacciones con ellos y sus dos hermanas mayores, pero bajaba la cabeza, digería su triunfo internamente y luego, como humano deportista, se dirigía a felicitar a su derrotado rival por el esfuerzo puesto en la contienda.
El año escolar 2017-2018 ha comenzado y Javier se encuentra ya estudiando en el UCCC donde se ha trazado dos nuevas metas: seguir coleccionando triunfos en el cuadrilátero, y especializarse en Justicia Criminal que le ayudará eventualmente a lograr su objetivo de patrullar las calles de Kingston como todo un agente de policía bilingüe. En la actualidad, en toda la fuerza policíaca de la ciudad solo un oficial habla español.
Además, “desde ahí”, dice el joven inmigrante, que un día dejó los campos de aguacates y duraznos de sus padres en las cercanías de su añorada Toluca, “podré ayudar a otras personas de mi comunidad”.
*Puede escuchar la entrevista completa con Javier en el programa de radio ¿Qué cocinaré hoy? con Mariel Fiori y Antonio Flores-Lobos aquí.
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Cuando Javier llegó a los Estados Unidos, hace casi un par de años, no hablaba una palabra de inglés, y no entendía tan siquiera lo que era ese tipo de lucha. Pero aceptó los retos de aprender ingles, de ser buen estudiante y de hacerse contendiente en el deporte que había escogido.
Definitivamente su batalla era cuesta arriba, pero cada una de las luchas que libraba, las abordaba con la ética que le había inculcado su papá: “el éxito es el uno por ciento inspiración y el 99 por ciento traspiración, es decir, esfuerzo,” agrega Javier. “Y es que mi papá me decía que siempre se debería de ser el mejor en lo que uno hace, aún si eres un barrendero, debes de esforzarte por ser el mejor,” agrega el luchador con un tono de nostalgia.
Los consejos fueron rindiendo frutos en la vida del inmigrante, puesto que en tiempos en que muchos hispanos desertan sus estudios de preparatoria, el nombre de Javier apareció en las listas de los que se graduaban con honores.
Javier Castañeda Guevara llegó a los Estados Unidos un lunes y para el jueves ya estaba en la escuela. Recuerda con cariño la sorpresa que se llevó al entrar al salón de clase de la Sra. Schenker, la maestra de inglés como nuevo idioma (ENL), porque ella le dio la bienvenida en español. El atleta tiene también gratos recuerdos de las otras maestras de ENL, la Sra. Wood y la Sra. D’Amico por la ayuda que le brindaron en esos momentos claves de su formación.
Sin conocer el deporte que tiene su principio en derribar al contrincante a base de fuerza y no golpes, Castañeda Guevara de pronto se vio triunfante, quedando en el 6to puesto del campeonato de la Sección 9, que incluye un sinnúmero de preparatorias del Estado de Nueva York. Con 26 victorias y 13 derrotas en su haber, el mexicano comenzó a llamar la atención, de manera que uno de los entrenadores de lucha del Ulster County Community College (UCCC) lo observó y lo invitó a que formara parte del equipo de lucha de su institución.
Muchos logros académicos, y muchas victorias deportivas, le han dado grandes satisfacciones al mexicano que trabaja como ayudante de camarero en un restaurante italiano en la zona céntrica de Kingston. Pero, siempre había algo que faltaba, y eso era la familia.
A veces, cuando miraba al rival vencido en el suelo, y al réferi levantándole el brazo de triunfador, Javier buscaba en las gradas unas caras que no iba a encontrar, las caras de sus padres. Quería compartir esas satisfacciones con ellos y sus dos hermanas mayores, pero bajaba la cabeza, digería su triunfo internamente y luego, como humano deportista, se dirigía a felicitar a su derrotado rival por el esfuerzo puesto en la contienda.
El año escolar 2017-2018 ha comenzado y Javier se encuentra ya estudiando en el UCCC donde se ha trazado dos nuevas metas: seguir coleccionando triunfos en el cuadrilátero, y especializarse en Justicia Criminal que le ayudará eventualmente a lograr su objetivo de patrullar las calles de Kingston como todo un agente de policía bilingüe. En la actualidad, en toda la fuerza policíaca de la ciudad solo un oficial habla español.
Además, “desde ahí”, dice el joven inmigrante, que un día dejó los campos de aguacates y duraznos de sus padres en las cercanías de su añorada Toluca, “podré ayudar a otras personas de mi comunidad”.
*Puede escuchar la entrevista completa con Javier en el programa de radio ¿Qué cocinaré hoy? con Mariel Fiori y Antonio Flores-Lobos aquí.
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Comments | |
Comentario: Sr. Antonio Flores- Lobos
Mi nombre es Javier Castañeda Bernal, papa de Javier Castañeda
Guevara, me gustaría tener una charla con usted vía correo
electrónico recientemente tube la fortuna de ver la entrevista
que le hizo a mi hijo y me llena de alegría el saber que
personas como usted se muestran interesados en la trayectoria
de un joven como el.
De antemano gracias. Posted: 3/7/2018 |