Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Sueño americano
"I am Mercedes"
Por Mercedes Laínez
April 2017"I am Mercedes / Yo soy Mercedes.” Es una frase que siempre he dicho desde que llegué a los Estados Unidos. Para mí, la frase significa que todo lo que me propongo lo cumplo.
Vine a los Estados Unidos hace dos años, cuando tenía 15 años. Viajé acompañada con mi hermano menor; veníamos solos. Y aunque fue difícil, fue necesario para reunirme con mi mamá y escapar la violencia en mi país. Salimos de nuestro pueblo en Honduras y llegamos a la frontera después de ocho días. No fue un viaje feliz porque aguantábamos frío, y a veces no comíamos. Tampoco dormimos bien. Los agentes de la patrulla fronteriza nos agarraron en la frontera y nos llevaron a un centro de detención, o “la hielera” como todos lo llaman. Y cuando llegué a la “hielera” estaba muy triste.
No había privacidad, los baños no tenían puertas y tuve que dormir en el suelo de un cuarto con todas las demás niñas. En otro cuarto dormían los niños. No dormía bien y seguía aguantando hambre, no porque no hubiese comida, sino porque no me gustaba. Me acuerdo escuchar a mi hermano llorando en el otro cuarto, y la verdad no tenía palabras para darle porque me sentía igual de triste. Después de 20 días, mi hermano y yo fuimos a un albergue, una experiencia totalmente opuesta a la de la hielera. Estuvimos allá por otra semana. Por fin llegué a ver a mi mamá, a quien no había visto en once años, en un aeropuerto en Nueva York.
Como mi mamá vino a los Estados Unidos cuando yo estaba pequeña, realmente no la conocía; además de otra hermana y un padrastro que sólo conocía por fotos. Pero me sentí tan feliz cuando finalmente estuvimos todos juntos. Somos una familia. Nos queremos todos y nos llevamos muy bien. Estoy contenta y en paz. Durante los primeros días y meses en este país, ir a la escuela fue difícil, pero fui acostumbrándome poco a poco. Y ahora vivo en Sullivan County en South Fallsburg y me gusta y vivo feliz.
Tengo suerte que en mi escuela a nosotros los hispanos nos brindan mucha ayuda. Esa es una de las varias razones que quiero a mi escuela. Mis maestros tienen mucha paciencia con todos sus estudiantes latinos. Nos ayudan y nos apoyan de toda manera. Entienden cómo enseñarnos, aunque hablamos inglés a niveles diferentes. Soy miembro de varias organizaciones, incluyendo el club Hispanos Americanos Unidos. Este año, jugué futbol con el equipo de la escuela y también participé en el Puerto Rican/Hispanic Youth Leadership Institute (PRHYLI), una organización que ayuda a los estudiantes hispanos a desarrollar sus habilidades de liderazgo. Además, nos enseñan a fondo sobre el proceso legislativo del estado de Nueva York. Mis experiencias con PRHYLI van a culminar con un viaje a Albany para ver cómo trabajan senadores en el recinto. Esto me fascina porque mi sueño es ser senadora.
Como inmigrante a los Estados Unidos no me gustan las amenazas del nuevo presidente. Es un señor que parece no respetar a los inmigrantes. Vine aquí a ser alguien y escapar de la violencia de mi país. En mi opinión, nuestro nuevo presidente no entiende la situación de nosotros los inmigrantes. Tal vez sea un hombre muy exitoso, pero ser presidente no es uno de sus negocios. Él ahora no se encarga de unas empresas y unos hoteles, sino de un país con gente de todos lados. Este país es un país de inmigrantes, y no sé si lo entiende. Sin embargo, tengo que tener fe en que todo va a salir bien. Su eslogan es, “Make America Great Again” y tengo la esperanza que tiene buenas intenciones.
En mi país todo es muy diferente: no hay muchas oportunidades y hay mucha violencia debido a la pobreza. En cambio, en este país hay muchas más oportunidades. Quiero seguir estudiando para ser una mujer exitosa. No sé cuando voy a poder realizar este sueño, pero voy a tener fe. Y la próxima vez que escuchen el nombre Mercedes Laínez, seré una senadora famosa con un libro que se titulará: “I am Mercedes”. Porque soy Mercedes. Soy única.
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No había privacidad, los baños no tenían puertas y tuve que dormir en el suelo de un cuarto con todas las demás niñas. En otro cuarto dormían los niños. No dormía bien y seguía aguantando hambre, no porque no hubiese comida, sino porque no me gustaba. Me acuerdo escuchar a mi hermano llorando en el otro cuarto, y la verdad no tenía palabras para darle porque me sentía igual de triste. Después de 20 días, mi hermano y yo fuimos a un albergue, una experiencia totalmente opuesta a la de la hielera. Estuvimos allá por otra semana. Por fin llegué a ver a mi mamá, a quien no había visto en once años, en un aeropuerto en Nueva York.
Como mi mamá vino a los Estados Unidos cuando yo estaba pequeña, realmente no la conocía; además de otra hermana y un padrastro que sólo conocía por fotos. Pero me sentí tan feliz cuando finalmente estuvimos todos juntos. Somos una familia. Nos queremos todos y nos llevamos muy bien. Estoy contenta y en paz. Durante los primeros días y meses en este país, ir a la escuela fue difícil, pero fui acostumbrándome poco a poco. Y ahora vivo en Sullivan County en South Fallsburg y me gusta y vivo feliz.
Tengo suerte que en mi escuela a nosotros los hispanos nos brindan mucha ayuda. Esa es una de las varias razones que quiero a mi escuela. Mis maestros tienen mucha paciencia con todos sus estudiantes latinos. Nos ayudan y nos apoyan de toda manera. Entienden cómo enseñarnos, aunque hablamos inglés a niveles diferentes. Soy miembro de varias organizaciones, incluyendo el club Hispanos Americanos Unidos. Este año, jugué futbol con el equipo de la escuela y también participé en el Puerto Rican/Hispanic Youth Leadership Institute (PRHYLI), una organización que ayuda a los estudiantes hispanos a desarrollar sus habilidades de liderazgo. Además, nos enseñan a fondo sobre el proceso legislativo del estado de Nueva York. Mis experiencias con PRHYLI van a culminar con un viaje a Albany para ver cómo trabajan senadores en el recinto. Esto me fascina porque mi sueño es ser senadora.
Como inmigrante a los Estados Unidos no me gustan las amenazas del nuevo presidente. Es un señor que parece no respetar a los inmigrantes. Vine aquí a ser alguien y escapar de la violencia de mi país. En mi opinión, nuestro nuevo presidente no entiende la situación de nosotros los inmigrantes. Tal vez sea un hombre muy exitoso, pero ser presidente no es uno de sus negocios. Él ahora no se encarga de unas empresas y unos hoteles, sino de un país con gente de todos lados. Este país es un país de inmigrantes, y no sé si lo entiende. Sin embargo, tengo que tener fe en que todo va a salir bien. Su eslogan es, “Make America Great Again” y tengo la esperanza que tiene buenas intenciones.
En mi país todo es muy diferente: no hay muchas oportunidades y hay mucha violencia debido a la pobreza. En cambio, en este país hay muchas más oportunidades. Quiero seguir estudiando para ser una mujer exitosa. No sé cuando voy a poder realizar este sueño, pero voy a tener fe. Y la próxima vez que escuchen el nombre Mercedes Laínez, seré una senadora famosa con un libro que se titulará: “I am Mercedes”. Porque soy Mercedes. Soy única.
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Comentario: This is an outstandingly written article. Send it to
Trump and Session. They might find the start to the road
of compassion through Mercedes.
Jose. M. Melendez
Resource Specialist/PR-HYLI Regional Training
Hudson Valley Regional Bilingual Education Resource
Network
Posted: 5/2/2017 |