Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Buen Gusto
El Sistema: La música como fuerza de cambio social
De Venezuela a Estados Unidos
Por Andrés Martínez de Velasco
December 2014Hoy podemos decir que el arte ha dejado de ser ya un monopolio de élites en América Latina y se ha transformado en un derecho social, un derecho del pueblo...
-Maestro José Antonio Abreu
En 1975, el músico, economista, educador y activista político venezolano José Antonio Abreu consiguió una donación de 50 atriles para llevar a cabo un ensayo musical con cerca de cien jóvenes en un estacionamiento subterraneo de Caracas como parte de su nuevo programa Acción Social para la Música. Cuando llegó al ensayo, había solamente once personas esperándolo. Hoy, su programa es conocido como el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela y cuenta con aproximadamente 300mil jóvenes estudiantes de familias de medianos y bajos recursos, con 120 orquestas juveniles y 60 orquestas infantiles.
En palabras del maestro Abreu, El Sistema se creó con la idea de que “las orquestas y los coros son mucho más que estructuras artísticas, modelos y escuelas de vida social, porque cantar y tocar juntos significa convivir de manera entrañable en ánimo de perfección y afán de excelencia, en una rigurosa disciplina de articulación y de concertación. Así se forma un espíritu solidario y fraterno, se desarrolla su autoestima y se cultivan los valores éticos y estéticos que están vinculados al quehacer musical”. Por medio de las interacciones que requiere la creación músical, se promueve el liderazgo, el sentido de compromiso y la responsabilidad. Es por esta mentalidad y los efectos que ha tenido en la sociedad de Venezuela que El Sistema se ha propagado a más de cuarenta países en todo el mundo. Aun cuando muchos de los egresados de El Sistema no se dediquen profesionalmente a la música, sí han sido profundamente transformados por la experiencia de manera positiva y duradera.
La participación en El Sistema se ha asociado con incrementos en asistencia escolar y decrementos en delincuencia juvenil, según estudios de los más de dos millones de egresados de El Sistema realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo. Los niños asisten a “la orquesta”, su escuela de música local al salir del colegio.
El violinista venezolano Leonardo Pineda, describe a “la orquesta” como familia. “En Venezuela, la música significa felicidad, se le ve a la música con mucho querer”, dice Leonardo. Actualmente en su quinto año en el conservatorio de música de Bard College, Leo formó parte de El Sistema desde niño, dando clases y tocando en varias orquestas, en muchas de ellas como violinista principal (concertino). La enseñanza principal es el abrir el mundo del arte a los niños, el fomentar en ellos un amor profundo por la música a través del cual crecer como personas. No es un programa de perfección técnica sino de apreciación y desarrollo personal a través de la música, así que después de casi cinco años de estudios en EE.UU, Leo dice que lo más importante de sus estudios aquí fue el reencontrar su amor por la música. Para muchos músicos venezolanos que salen del país, la constante búsqueda de perfección técnica que suele ser la norma de la educación músical fuera de Venezuela, es extraña y agobiante. Habiendo pasado por una rigurosa formación técnica y musical en Estados Unidos, Leo ahora reconoce que para comunicar a través de la música, lo más importante es disfrutarla; solo así se puede conmover y transmitir.
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
back to top
COPYRIGHT 2014
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
En palabras del maestro Abreu, El Sistema se creó con la idea de que “las orquestas y los coros son mucho más que estructuras artísticas, modelos y escuelas de vida social, porque cantar y tocar juntos significa convivir de manera entrañable en ánimo de perfección y afán de excelencia, en una rigurosa disciplina de articulación y de concertación. Así se forma un espíritu solidario y fraterno, se desarrolla su autoestima y se cultivan los valores éticos y estéticos que están vinculados al quehacer musical”. Por medio de las interacciones que requiere la creación músical, se promueve el liderazgo, el sentido de compromiso y la responsabilidad. Es por esta mentalidad y los efectos que ha tenido en la sociedad de Venezuela que El Sistema se ha propagado a más de cuarenta países en todo el mundo. Aun cuando muchos de los egresados de El Sistema no se dediquen profesionalmente a la música, sí han sido profundamente transformados por la experiencia de manera positiva y duradera.
La participación en El Sistema se ha asociado con incrementos en asistencia escolar y decrementos en delincuencia juvenil, según estudios de los más de dos millones de egresados de El Sistema realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo. Los niños asisten a “la orquesta”, su escuela de música local al salir del colegio.
El violinista venezolano Leonardo Pineda, describe a “la orquesta” como familia. “En Venezuela, la música significa felicidad, se le ve a la música con mucho querer”, dice Leonardo. Actualmente en su quinto año en el conservatorio de música de Bard College, Leo formó parte de El Sistema desde niño, dando clases y tocando en varias orquestas, en muchas de ellas como violinista principal (concertino). La enseñanza principal es el abrir el mundo del arte a los niños, el fomentar en ellos un amor profundo por la música a través del cual crecer como personas. No es un programa de perfección técnica sino de apreciación y desarrollo personal a través de la música, así que después de casi cinco años de estudios en EE.UU, Leo dice que lo más importante de sus estudios aquí fue el reencontrar su amor por la música. Para muchos músicos venezolanos que salen del país, la constante búsqueda de perfección técnica que suele ser la norma de la educación músical fuera de Venezuela, es extraña y agobiante. Habiendo pasado por una rigurosa formación técnica y musical en Estados Unidos, Leo ahora reconoce que para comunicar a través de la música, lo más importante es disfrutarla; solo así se puede conmover y transmitir.
También en Estados Unidos
Desde octubre del 2011, la orquesta sinfónica de Los Angeles, Bard College y la escuela de música Longy de Bard College formaron una alianza llamada Take a Stand para promover la adopción de programas basados en el modelo de El Sistema en Estados Unidos. Desde entonces estas tres organizaciones han promovido la formación de músicos socialmente responsables que buscan la manera de hacer de la música una fuerza de cambio social. Como parte culminante de esta alianza, el maestro Abreu recibió un doctorado honorario de parte de Bard College en octubre de este año. Hubo un concierto en su honor en el cual tocó una de las orquestas infantiles de Longy basadas en el programa de Abreu. En el concierto se podía ver a niños poco más altos que su instrumento riendo, sonriendo, divirtiéndose y disfrutando de la música, sin nervios y sin preocupaciones, tal como lo hacen los niños a lo largo de toda Venezuela. El evento terminó con un discurso de de Abreu quien expresó no solo su alegría por recibir el doctorado honorario sino su inquietud por ver crecer El Sistema en todo el mundo y de este modo, ayudar a empoderar a miles de niños a través del arte.La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
back to top
COPYRIGHT 2014
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |