Desde Venezuela

Sra. Mariel Fiori: Un saludo desde Venezuela. Mi nombre es Roldán Demey Pizzani, venezolano, de profesión abogado. Quiero desmentir lo publicado en su revista La Voz, donde un peruano y un venezolano mienten y tergiversan la realidad que vive este país. Hay un gran número de personas que si están a favor del Gobierno, que son más de la mitad de sus habitantes, pero existe otra gran parte que está en contra y que pretende tomar el poder por la fuerza y no por la vía que establece nuestra constitución. También existe otros que como yo vemos lo bueno y lo malo de ambos lados.

Decía alguien "la violencia es el arma del que no tiene la razón". Eso es lo que  utiliza la oposición aquí.  Desde gobiernos anteriores y ahora ha existido mucha corrupción que ha llevado al país a un abismo, donde la única verdad es el botín ¡VENEZUELA!  Hay que buscar buenas fuentes de información antes de publicar algo. Aquí en Venezuela lo común en el periodismo es decir, sin investigar, lo primero que se les ocurre. La verdad es que unos pocos están manejando las masas de quienes están en contra del gobierno para buscar una intervención extranjera. Venezuela posee mucha riqueza por la que el hombre haría lo que fuera por obtenerla. 

Como dije, en Venezuela existen dos bandos. Pero ninguno quiere al país. Los anteriores Gobiernos crearon pobreza y estos, miseria. Es verdad lo que comentaron en su revista, en Venezuela hay un continuo deterioro de la calidad de vida de sus habitantes, deterioro de la economía, o sea todos han llevado al País a la ruina y este Gobierno ¡PEOR! Aquí de ambos lados se agreden en las manifestaciones, utilizan armas unos contra otros y si cae alguien herido dicen ¡yo no fui! Y al final no se sabe quién mato a quién. El Gobierno ha gastado, endeudado y empobrecido aun más a la sociedad desatendiendo áreas importantes. Decía mi madre, Hijo uno tiene que juntarse con gente buena para aprender cosas buenas. Lo digo por la alianza con Cuba. Está bien que los ayuden en lo que se pueda, pero hasta ¡Ahí! Porque un País que dice ser soberano tiene que tomar él sus decisiones.