¿De qué tema no se habla más? ¿Pasó de moda acaso? La mitad femenina de la raza humana no está bien. En los Estados Unidos las mujeres no estamos bien. Según el Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) 1,3 millones de mujeres son violadas cada año en los Estados Unidos. Una de cada cuatro mujeres sufre violencia severa a manos de una pareja actual o anterior. Sin embargo, sólo se procesan el 37 por ciento de los casos de violaciones denunciados, y sólo el 18 por ciento termina en una condena. Las mujeres se enfrentan a intimidación en el trabajo. Las mujeres en el ejército se enfrentan a números récord de abuso sexual. Nuestras hermanas en las prisiones viven horrendas amenazas y no tienen adonde ir. Mujeres jóvenes en escuelas y campus universitarios son forzadas a lidiar con intimidación, agresión y violación.
No estamos bien porque las consecuencias a corto y largo plazo de la violencia dejan huellas mentales y físicas difíciles de borrar. Para el 10 por ciento la consecuencia directa es la muerte, el asesinato pasional. Para el resto pueden ser heridas, dolor crónico, dolores de cabeza, asma, diabetes, enfermedades coronarias y de transmisión sexual, embarazo no deseado, complicaciones en el embarazo, miedo, ansiedad y problemas para confiar en otros. La rabia y el estrés post-traumático pueden llevar a trastornos alimenticios, depresión y hasta pensamientos y actos suicidas.
¿Lo que pasa en casa se queda en casa? No, la violencia doméstica nos afecta a todos como sociedad, como una cuestión de salud pública, hasta en el bolsillo nos duele. La carga económica de los gastos médicos, en servicios de salud mental y la pérdida de productividad económica (es decir, el tiempo sin ir a trabajar), superaba los 8300 millones de dólares en 2003, según CDC.
Las mujeres en Estados Unidos no estamos bien porque todavía en el año 2014 las mujeres cobramos 77 centavos por cada dólar que gana un hombre. La Asociación Estadounidense de Mujeres Universitarias (AAUW por sus siglas en inglés) estudia cada año esta brecha en el pago, y descubrió que incluso si se toman en consideración los tipos de trabajo, los diferentes títulos universitarios, la industria elegida y la cantidad de horas trabajadas por cada uno, la brecha de 23 centavos sigue existiendo. Esto quiere decir que a una mujer en Estados Unidos le cuesta trabajar 15 meses para ganar lo que un hombre gana en 12.
La brecha es incluso más grande y peor para las mujeres hispanas. En la suma general, comparadas con hombres blancos no hispanos, las mujeres hispanas de Estados Unidos ganamos 53 centavos por cada dólar que gana ese hombre. No, no estamos bien.
Esa brecha en las ganancias no sólo afecta a las mujeres. En los Estados Unidos el 40 por ciento de las familias con niños menores de 18 años tienen a la mujer como principal sostén familiar, a veces el único. Además, casi tres cuartas partes de todas las personas que ganan el sueldo mínimo ($8 por hora en el estado de Nueva York) son mujeres. Así es muy difícil pagar los gastos, mantener a las familias y asegurarse una seguridad financiera a la hora de la jubilación.
Las mujeres necesitan un pago igualitario para poder mantener a sus familias. Hoy en día hay algunas protecciones contra la discriminación en el trabajo a través de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Pago Igualitario Lilly Ledbetter, de 2009, que establece que cada vez que hay un pago discriminatorio se está cometiendo una ilegalidad y que la víctima puede demandar a su empleador (como en el caso de Ledbetter que demandó a Goodyear Tire y dio origen a la ley). Sin embargo, esta ley fue solo un primer paso, ya que muy pocas mujeres saben hoy en día si reciben un pago injusto y algunas no hacen esa pregunta por miedo a represalias. Otro proyecto de ley, de sueldo equitativo, tiene una cláusula que prohibiría represalias contra un empleado que quiera saber si les están pagando justamente.
No estamos bien, pero es importante educarnos y hablar de estos temas con las dos mitades de la humanidad.
Feliz mes de la mujer y ¡arriba esas voces!
Mariel Fiori
Directora
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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Comentario: ComentarioVivimos en
Manacor y nos trasladamos a
New York hace unos meses junto a otra gente de Mallorca, realmente el tema de
la igualdad de la mujer es muchisimo mas visible en Nueva York que en Mallorca,
y eso es de agradecer.
Seguir así, y como dices Mariel, ¡Arriba esas voces!
Un saludo! Posted: 3/13/2014 |