Las protestas de la CNTE

Los maestros dicen que la reforma debilita sus derechos laborales, no reconoce las diversas necesidades de los estudiantes en las comunidades indígenas rurales, y allana el camino para la privatización de la escuela (la privatización vendría dada por la llamada “autonomía” que dicta que los padres tienen que asumir una mayor responsabilidad en las condiciones de las escuelas de sus hijos e invertir recursos financieros para ayudarles a operar). Los maestros de Chiapas, Michoacán y Veracruz se unieron a ellos en la capital. Además, los maestros en 27 estados de todo el país se levantaron en protesta.

El 13 de septiembre el gobierno mexicano anunció que iba a limpiar el Zócalo para la preparación de la celebración del Día de la Independencia, que sería dos días después. El sindicato de maestros CNTE se negó a irse, y el gobierno respondió con la fuerza bruta de 3.600 policías que utilizaron gases lacrimógenos, un tanque con cañón de agua y helicópteros Black Hawk para desalojarlos. Hubo más de 30 arrestos, muchos maestros heridos y miles obligados a huir del Zócalo sin sus pertenencias. Al final, muchos maestros terminaron en el Monumento de la Revolución donde instalaron un nuevo campamento.

La mayoría de los maestros de la CNTE vienen del estado de Oaxaca, cuya población es mayoritariamente indígena y rural con alarmantes índices de pobreza. Y, sí, estos son los mismos maestros que hace siete años provocaron un gran levantamiento en oposición al gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz en la que una asamblea popular acampó en la plaza principal de Oaxaca e instaló barricadas de protesta en toda la ciudad durante más de 7 meses.