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Un campamento para jóvenes genios en potencia

SPMPS: Primer Programa de Motivación Matemática en Bard

Por Ana tnoy
September 2011
¿Que es la matemática? escribió Erin Toliver, instructora de Teoría de Gráficas, en su pizarra el primer día de clases del programa SPMPS en Bard College. Los diecisiete estudiantes de séptimo grado miraban la pregunta, curiosos, analizándola de principio a fin. Erin les entregó papel y lápiz y les pidió que contestaran la pregunta de la pizarra. Concentrados se los veía escribir sus perspectivas acerca de la matemática. Lo que no sabían era que su opinión sobre esa materia iba a cambiar drásticamente en tres semanas.

El punto de partida de todo logro es el deseo y la motivación, dos factores que llevan a tener éxito en la vida. El programa SPMPS (Summer Program in Mathematical Problem Solving, según sus siglas en inglés, http://www.artofproblemsolving.org/spmps/) promociona exactamente esto.¿Qué tiene de especial SPMPS? Sólo diré que durante las tres semanas que duró el programa, muchas vidas cambiaron.

“Pienso y siento que este programa TIENE que ser realizado. Creo que es una oportunidad que debe de existir para todo el mundo”, explica el director del programa, Dan Zaharopol. SPMPS es un programa para estudiantes desatendidos con talento matemático que residen en la ciudad de Nueva York. Los estudiantes viven por tres semanas en Bard College, donde toman clases de matemática avanzada con instructores de diferentes partes del país. “De cada escuela en ciertas partes de Nueva York los maestros seleccionan a seis estudiantes y nosotros entrevistamos individualmente a cada uno. No hay requisitos específicos que tienen que tener los estudiantes, sólo les dimos problemas y juegos matemáticos para ver cómo les iba”, cuenta Zaharopol.

Dan Zaharopol espera que su proyecto prospere. “SPMPS es una idea original mía, basada en otros programas de verano para estudiantes talentosos, como el Campamento de Matemáticas Canada y EEUU (http://www.mathcamp.org/) que me inspiró mucho. Quiero que los estudiantes asistan a programas importantes y prestigiosos de matemática y que tengan las herramientas para triunfar en ellos. Creo que este programa les brinda una forma diferente y que nunca han experimentado de pensar sobre las matemáticas. Espero que los estudiantes continúen practicando matemática en ambientes diversos y diferentes”.

Los estudiantes realizaron mucha matemática avanzada y variada durante el programa entre el 11 y el 31 de julio de este año. Tomaban por día dos cursos optativos y uno obligatorio, seis horas en total cada día. Los cursos incluyeron: Teoría de Números, Teoría de Gráficas, Teoría de Votación, Criptografía y Matemáticas y las Artes. Todos los días tomaron la clase de Solución de Problemas, y una vez a la semana, un curso con un lenguaje de programación llamado Scratch. Durante el día, los chicos también realizaron actividades deportivas y recreativas.

Es muy raro encontrar niños que le tengan cariño y apreciación a las matemáticas. Pero los estudiantes del SPMPS disfrutan inmensamente de sus clases y cursos. Si hay un problema que no pueden resolver rápidamente, pueden pasarse hasta días trabajando en ellos. Los instructores siempre están dispuestos a analizar los ejercicios con ellos, enseñarles nuevas tácticas y métodos así como motivarlos a que no se rindan. El presidente de Bard College, Leon Botstein, les dio una grandiosa e inspiradora bienvenida a los estudiantes, donde los instruyó y motivó a que no perdieran el enfoque en sus vidas y se mantuvieran firmes en lo que quieren.

La experiencia de dos jóvenes latinos, Caitlyn y Carlos

Caitlyn Ascencio, nuyorican de 12 años del Bronx, cuenta lo importante que es para ella haber sido parte del programa y cómo su familia fue gran parte del proceso: “Mi familia está compuesta por mi mamá, Milagros Ortega, mi papá Ángelo Ascencio y mi hermano menor, Nelson Ascencio. Todos han sido una gran ayuda para mí, pero la persona que más me inspira y motiva es mi tía, Stephanie. Mi tía falleció de distrofia muscular hace unos años un cuatro de julio. Mi primo dice que cuando él está conmigo, la ve a ella en mí. Mi tía nunca quería que nadie la ayudara, le gustaba hacer las cosas por sí misma. No dejaba que su condición la afectara ni la derrumbara. Su manera de ser siempre fue una inspiración para mí. Yo llevo su anillo de Twitty Bird que ella siempre usaba, y cuando lo miro me acuerdo de ella y pienso en la promesa que me hice: voy a realizar y hacer todas las cosas que ella no pudo”.

Caitlyn habló de su tía con un sentimiento profundo. Afortunadamente, una oportunidad se presentó para hacer que su promesa se fuera cumpliendo...“Mis maestras de sexto y séptimo grado de matemática se sentaron juntas a escoger a seis estudiantes de la clase para el programa de SPMPS y yo fui una de ellos. Fuimos entrevistados por Dan y el profesor Japheth Wood, y poco después, me llegó la noticia que fui aceptada al programa. Al principio, mi papá no quería que fuera al programa porque no quería que estuviera lejos de casa por tres semanas, pero nos sentamos juntos toda la familia y concluimos que era una buena oportunidad. Mi mamá me explicó que esto iba a quedar en mi currículum. Quiero ser abogada y la matemática y su lógica me van a ayudar mucho. He aprendido muchísimo. Sí he tenido mis momentos de frustración. Hubo veces que me dieron ejercicios, y yo me quedé mirándolos pensando: ¡¿Qué es esto?! Pero a mí me gustan los retos, y los he podido superar”. 

Caitlyn mostró mucho entusiasmo y apreciación por la oportunidad aprender. Su tía estaría orgullosa al verla prosperar y triunfar. 

El testimonio de Carlos

Mi materia favorita es la matemática. Me gustaría ser maestro o científico”, dice Carlos Hernández, joven de 12 años de Manhattan. Carlos habla sobre su experiencia en su escuela en Nueva York; habiendo nacido en la República Dominicana y llegado a NY sin saber inglés: “Empecé a interesarme y a estudiar mucho las matemáticas cuando me enteré de unos concursos que se estaban realizando. Yo participaba y participaba, nunca llegué a ganar; pero aún seguía tratando. También participé en una competencia de deletreo y me reconocieron como uno de los que más aprendió, porque no sabía nada de inglés y lo aprendí en muy poco tiempo. Un día, mi maestra de matemática, Lisa Weir, se sentó conmigo, me habló del programa de SPMPS y me ofreció ser entrevistado para participar. Yo estaba muy emocionado, en especial porque no tenía nada que hacer este verano, y le dije que sí. Cuando me aceptaron, al principio mi mamá, Zusanna González, no estaba muy contenta con la idea de irme tres semanas completas. Somos una familia muy unida. Mi mamá trabaja en un hospital, pero siempre tiene tiempo para nosotros. Tengo tres hermanos y dos hermanas. Dos de ellos viven en la República Dominicana. Una vez que mi mamá aprendió más sobre SPMPS, se dio cuenta que era una buena oportunidad para mí y me permitió ir”.

Todas esas veces que Carlos continuó participando en los concursos de matemática le vinieron bien, ya que fue aceptado al programa de matemáticas y se le abrió un mundo lleno de oportunidades. “Me gustó mucho este campamento; la planificación. Estoy muy contento con las clases, las actividades, los juegos y todo. He aprendiendo cosas completamente nuevas y fórmulas y métodos que nunca he visto. Antes de venir aquí, veía la matemática como algo fácil y aburrido, y ahora veo más allá de eso. Aprendí que la matemática es algo complejo y retador, y eso me alegra, porque a mí me gusta pensar. Estoy acercando la matemática hacia mi vida y hacia mi futuro. Quiero poder llegar el año que viene a ayudar a mis compañeros de clase. Como todo dominicano, yo quería crecer a ser un pelotero, pero ahora, me interesan más las matemáticas y quiero seguir por ese camino”, concluye Carlos.

SPMPS motiva a estos estudiantes a amar y a apreciar las matemáticas. Les brinda herramientas y recursos que los van a ayudar en sus futuros años escolares y en otros programas similares. Los anima a buscar oportunidades académicas donde pueden poner en práctica su conocimiento y expandirlo. En este programa se les inculca la costumbre de que la matemática se debe estudiar por tu propia voluntad, y no la debes de abandonar. Después de esas tres semanas, se espera que este programa les haya encendido una chispa que los empuje y motive a querer ser seres humanos exitosos y extraordinarios. Una idea que los acompañará siempre: la matemática no es sólo una materia escolar, es un estilo de vida, una forma de pensar.

¿Que contestarían ahora los estudiantes si se les vuelve a preguntar: ¿Que es la matemática?






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