Puede que se haya mudado al Valle de Hudson hace ocho años, como yo, o hace un mes, como la señora guatemalteca que conocí hace unos días. Ella dice que se siente aburrida, que se quiere volver a su país porque aquí no conoce a nadie y para peor, no habla nada de inglés. Y es que así como es de hermoso nuestro Valle de Hudson, con sus montañas, sus lagos, su río y su vida silvestre, así puede también ser de desolado este lugar, sin las personas a las que nos acostumbramos a ver antes, mucho antes de llegar acá.
Vivir acá no siempre es una tarea fácil. Aunque vivir allá (ponga aquí el nombre del país, pueblo y calle de origen que corresponda) tampoco eran puras rosas. También había espinas pero ya se sabe, solemos romantizar el pasado, lo que está lejos. Como nuestro contribuidor Juan Carlos Latin Piñeiro, que desde que estuvo visitando su querido Puerto Rico, últimamente sólo recuerda sus fiestas y reuniones familiares. Otro es el caso de uno de nuestros colaboradores de este mes, el poeta quichua (o kichwa como él prefiere) Inty Jimbo, que dice que ya lleva siete años en este país pero sigue sin interesarle la sociedad de consumo.
Muy bien, les respondo desde aquí; como dice mi mamá: lo más importante es hacer lo que nos haga felices. Pero la vida acá en ocasiones es una lucha constante. Una lucha por entender cómo funcionan las instituciones, las empresas, las personas. Hay tantas diferencias culturales, legales, económicas, que no siempre se sabe por dónde empezar. Y para colmo de males, si bien es cierto que en Estados Unidos ya somos 50 millones los hispanos (entre inmigrantes y nacidos en este país) que vivimos aquí, en esta región donde residimos la mayoría de las personas no hablan español, ni tienen nada que ver con lo hispano. ¿Cómo se hace entonces para que la vida acá no parezca la de un fantasma desplazado, con cuerpo en un lado, y mente y espíritu al otro lado?
Es la idea de La Voz ayudar con nuestro granito de arena a construir una mejor vida acá, plena y productiva. Porque el conocimiento es poder, tratamos cada mes de informarlos de lo que sucede en nuestros pueblos y ciudades en los condados de Dutchess, Ulster y Orange. ¿Quién está intentando mejorar la arteria principal de Kingston? ¿Cómo lo hacen? ¿Qué hispanos, con su ejemplo, inspiran a otros a seguir sus pasos y emprender carreras en el mundo del arte y la música? Tal es el caso del portorriqueño Pablo Shine, multifacético residente del Valle de Hudson, entrevistado este mes por el maestro de español Javier Crespo. Claro que también hay lugar para seguir aprendiendo desde matemáticas hasta inglés (con el suplemento educativo y los juegos del profesor Wood, por ejemplo), y para expresarse y enseñar, (como en la sección verso y cuento, o los juegos de palabras y recomendaciones de libros infantiles).
Y hablando de enseñar. Si le gusta la revista, pásela a otra persona que le pueda interesar y si en este tiempo en este país descubrió algo que todos podríamos aprender, escriba a [email protected] y ¡haga oír su voz! Espero que disfrute La Voz de agosto y que si aprende algo nuevo no se lo guarde, que lo comparta, así de verdad podremos sentirnos que estamos en una comunidad de amigos, sentir que allá y acá se parecen cada vez más.
Mariel Fiori, Directora
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