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Opinion

La familia como base de la sociedad

Por Eladia Escaño
February 2011
Tanto las profesiones más encumbradas como los oficios técnicos más limitados se han apartado de los principios éticos y morales.  Así es como en la familia de más alta alcurnia, como en la más humilde salen los mejores hombres, los grandes héroes, los grandes gobernantes, y también de la misma familia pueden salir los delincuentes más temibles. Esto por que los valores morales de la familia se van perdiendo y por esta revista tan leída quiero levantar mi voz de alerta para que los lectores y los medios de comunicación organizados se unan en defensa de los valores morales y éticos. Porque la familia es la columna vertebral de la sociedad y si descuidamos la familia la sociedad se desmorona, se carcome y se deteriora.

Cito algunos ejemplos de titulares de los periódicos locales más leídos:

1: Déficit de 400 millones en la bolsa de valores de x país
2: Senadores y diputados toman dinero del gobierno para aprobar préstamos del banco mundial
3: Desfalco de Banco comercial por altos funcionarios del mismo
4: Hijo mata a su padre para robarle 20,000 dólares

¿Qué hacer ante estos acontecimientos alarmantes? Respuesta: hay que retornar a las familias tradicionales. Si la sociedad se sigue deteriorando, el desamor, la falta de honradez, la pulcritud, la decencia y el decoro se van perdiendo. No podemos permanecer inertes frente a la violencia imperante, los crímenes, el defalco, la pornografía, los abusos sexuales, el ultraje a la niñez y a la mujer y tantos males sociales que no alcanzarían las páginas para enumerarlos. Es por lo que tenemos que unirnos como conglomerado social para combatir estos males que corroen la universalidad. Volvamos a las familias tradicionales donde hijos y padres comían juntos, conversaban juntos, discutían temas comunes, hacían juegos y chistes para recrearse sanamente inculcándoles valores de unidad, humildad y principios sanos. Principios que junto con la ética y la moral podemos limpiar este mundo catastrófico envuelto en los más bajos vicios y costumbres súper modernas basadas en la alta tecnología que mal usada nos puede hacer víctimas de problemas y violencia.

Padres, volvamos a nuestros ancestros que fundaron e inculcaron a sus hijos los grandes valores que junto a la ética y la moral dan un 100 por ciento de resultados positivos para  nuestro mundo. Velemos la conducta de nuestros hijos, con quiénes andan, qué programas de televisión escogen, qué leen, a qué hora se acuestan, cómo se comportan en la mesa de su hogar se comportarán en el restaurante más exquisitos, o en el hogar más sofisticado. Tendríamos una familia distinguida de la que estaríamos muy satisfechos teniendo hijos honestos, respetuosos, honrados y decentes. Cito: “El mundo necesita hoy de hombres y mujeres que no se vendan, que no se compren, hombres respetuosos a Dios y a la sociedad que sean tan leales como la brújula al polo. Que estén de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos” Elena G. De White.


*La Licenciada Escaño es autora del libro “El Mundo Fascinante de las Adivinanzas”

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