¿Acaso seré víctima de violencia doméstica?

Les voy a dar un breve y claro ejemplo de la poca e inequívoca información que tiene nuestra cultura latinoamericana al respecto, y ponga atención porque podría ser su caso.

El otro día conocí a una muy humilde y callada mujer, a quien le daré el seudónimo de María. Ella me hablaba de todos sus problemas, de sus tristezas y angustias. Me hablaba de lo difícil de la situación económica y de lo laborioso que era criar una familia en este país. En los ojos de Maria vi algo más aparte de la economía y demás problemas, vi esa profunda tristeza, el temor con el que ella se expresaba. Por la experiencia que me ha dejado mi trabajo, hay señales que no se pueden ocultar ni evitar, y Maria me dio más de una de esas señales.

Pude ver la mujer vulnerable, la mujer cohibida, la mujer con pánico de hablar y expresar lo que de verdad llevaba por dentro. Y fue cuando le pregunté por el motivo de tanto dolor; su respuesta no se hizo esperar. Fue más el empuje del dolor por salir de su cuerpo que la necesidad que sentía ella de desahogo. Pero hay algo más triste aún, su respuesta.

Maria me contó su historia marital, en la cual descubrí un sin número de episodios de VIOLENCIA DOMÉSTICA, invisibles para ella, invisibles para muchas de las mujeres de nuestra cultura y por seguro de todas las culturas en el mundo.

María me dijo: ¿¿Violencia Doméstica?? NOOOO...NUNCA HA SUCEDIDO, él nunca me ha tocado, nunca me ha empujado o golpeado, lo único es que “de vez en cuando” me dice cosas “un poco” feas, pero nada grave, el otro día me dijo que yo ni como amante servía, me dijo que yo era torpe y por eso él era el que trabajaba y yo debía quedarme en casa, me dijo que ye estaba en casa para limpiar y atender a los nenes, y que a veces le daba hasta pena salir conmigo a la calle. Y Maria a punto seguido dijo: A lo mejor yo soy la que provocó todo esto, porque debería arreglarme mejor, cocinar mejor y atender a los nenes mejor.

¿Si esto no se llama abuso verbal y psicológico entonces cómo lo deberíamos llamar acaso?

No espere para hablar, ni tratar de salir de esa clase de vida, si espera un poco más, de pronto terminará en un hospital. O tal vez, si espera demasiado, nunca podrá hablar pues podría estar en un cementerio.

*Jorge Morales es el Facilitador del Programa EVOLVE, para abusadores, del Departamento de Salud Mental del Condado de Ulster. Para más información, llame al 845-340-4000

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