Estimados editores de La Voz,
Me gustaría agradecerles por incluir el artículo ¿Existe el sueño americano? por Alex Crane en la edición de febrero de 2009. Este tema me interesa mucho. Soy de Nueva York y aprendí a hablar español a través de la escuela y después con los inmigrantes con quienes trabajé. Muchos inmigrantes terminan trabajando en restaurantes como ayudantes de camareros o cocineros. Cuando estaba en la secundaria conseguí un trabajo como mesera y con el correr del tiempo, seguí trabajando en más restaurantes.
En cada lugar conocí a más gente hispana con la misma historia. Vinieron para acá para cumplir el sueño de encontrar una vida mejor. En particular me acuerdo de una conversación con un amigo de El Salvador. Él tenía como 19 años. Me dijo que vino a Nueva York dejando todo lo que conocía en Centroamérica. En su país estudiaba para ser abogado. Cuando llegó a Nueva York tuvo que comenzar de nuevo y primero consiguió un trabajo. Cuando describía lo que sentía, usó las palabras exactas “el sueño americano”. Vino en busca de ese sueño. Y todavía no lo ha cumplido. Era joven y todavía lo es. Muchos inmigrantes sí pierden algo de juventud y de inocencia, pero también ganan una perspectiva única de la vida y el mundo.
Al llegar al país, los inmigrantes empiezan en el nivel más bajo y es dificilísimo subir la escalera socio económica. Por suerte, muchos vienen ya con familiares que viven en los Estados Unidos que les pueden ayudar. Pero si no, ¿cómo encuentran las oportunidades o la información necesaria para progresar? Aún más, si no saben inglés, ¿cómo lo aprenden? Si ya tienen familiares acá, quedarán hablando en español con ellos. Si no tienen a nadie, es probable que se acerquen a la gente hispano hablante de la comunidad.
Por eso, creo que se necesita una comunidad que sea compasiva. Con eso quiero decir una comunidad integrada. Como es ahora, tal vez exista algo de apoyo, pero me parece que los inmigrantes están muy aislados de los nativos. Mucha gente se queda donde está cómoda. Es difícil romper las barreras lingüísticas y culturales. Es razonable temer lo desconocido. Es fácil ignorar las realidades lejanas. Especialmente con las preocupaciones diarias que se enfrentan.
La vida en los Estados Unidos no es perfecta. No echo la culpa a los que piensan lo contrario, pero les pregunto: ¿cómo puede ser? Entiendo que pueda parecer así. Cuando la gente estadounidense viaja al “tercer mundo”, el dólar vale mucho más que la moneda que se usa en cualquier país. Cuando esa gente regresa a los Estados Unidos, no tienen tanto dinero como tenían allá. Claro, existe la gente rica, pero no es lo habitual.
Creo que necesitamos más que una comunidad Latinoamericana para curar este problema. Necesitamos unirnos. Ninguna comunidad puede sentirse sin importancia. Por lo menos este país tiene el poder de unificar a los grupos que no podrían haberse conocido de ninguna otra manera. Hay que aprovechar el hecho de que vivimos aquí juntos. No se puede cambiar el pasado, pero sí se puede cambiar lo que hacemos en el momento presente.
¡Muchas gracias por esta revista interesante!
¡Sigo atenta a leer más!
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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Comentario: Para los que estén interesados en saber cómo funciona la
acción ejecutiva del presidente Obama en materia de
inmigración que anunció el 20 de noviembre de 2014, favor
de leer la información publicada por USCIS, la agencia de
inmigración federal, aquí:
www.uscis.gov/es/accionmigratoria Posted: 11/25/2014 |