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¿Me puedes dar un ride?

¿Para qué sirve el inglés en la vida diaria de los trabajadores migrantes?

August 2006
En 1990 los adultos mexicanos en Estados Unidos tenían el nivel educacional más bajo que cualquier otro grupo étnico en el país, según el censo. El censo de 2003 indicó que sólo un 50,6% de la población adulta mexicana había completado la enseñanza media. Algunos migrantes mexicanos, como Silvia, ni siquiera sabían que se hablaba inglés aquí antes de llegar a este país.
¿Por qué no hablan mucho inglés mis amigos mexicanos?

Adán, un trabajador mexicano, me comentó que los migrantes “vienen a trabajar, no a aprender la lengua....” Los trabajadores migrantes piensan vivir en los Estados Unidos sólo por un par de años mientras mandan dinero para mantener a sus familias y comunidades en México. Mientras están aquí trabajan largas horas en empleos poco visibles al público y a menudo al lado de otros hispanohablantes con poco contacto con el idioma inglés.

¿Y qué importa, si el español también es un buen idioma?

No sólo es importante aprender inglés, sino también mantener el uso del español, sobre todo entre los niños y adolescentes. Los idiomas que hablamos están muy relacionados con los grupos sociales a los que tenemos acceso. En las comunidades marginadas con pocos recursos, como las que forman los migrantes en el Valle del Hudson, es importante mantener fuertes vínculos sociales dentro de la comunidad migrante, además de formar vínculos sociales débiles con personas ajenas a la comunidad. Las relaciones internas fortalecen el apoyo familiar y extrafamiliar y la organización comunitaria, mientras que las relaciones externas traen acceso a los servicios públicos. En el estado de Nueva York, donde pocas personas hablan español, los migrantes mexicanos dependen en gran parte de los hablantes de inglés para conseguir alojamiento, empleo, atención médica y otros recursos básicos. Por lo tanto, mientras más se desarrollan tanto el inglés como el español, más recursos llegan a la comunidad.

¿Bilingüe, yo?

 Cuando conversé con Margarita* por teléfono, me preguntó, “¿Me puedes dar un ride?” “¿Un ride?” le dije, confundida con esta palabra en español que yo desconocía, “¿Qué es un ride?” Finalmente averigüé que ride era una palabra en inglés que yo conocía bastante bien.... Después le pregunté cómo se decía ride en español y me respondió “ride”. Cuando insistí preguntándole cómo se decía en México, se puso a pensar y finalmente me dijo, “aventón.... Pero siempre decimos ride”. 

Palabras en inglés como ride que se incorporaron al español que hablan los migrantes mexicanos, demuestran que existe un vocabulario compartido entre los hispanohablantes y los anglohablantes en el Valle del Hudson. La palabra ride es de gran importancia para facilitar la comunicación entre los migrantes que tienen poco acceso al transporte, y los anglohablantes que suelen tener autos.

 

La casa de Laura y Pepe estaba llena de gente conversando y esperando que llegaran más para rezar en el día del Paradito de Cristo. La tele estaba prendida y daban una telenovela cuando Pepe se levantó y fue a cambiar el canal: “Sorry ladies y caballeros,” anunció y puso un partido de fútbol....

Incluso las personas que manejan dos idiomas de manera muy limitada cambian de idioma. Mientras más facilidad con ambas lenguas tiene un hablante, más aumenta la frecuencia y sofisticación que demuestra en los cambios de idioma. Pepe, al citar una frase que se escucha frecuentemente entre los animadores en ambos idiomas, llamó la atención y marcó un cambio en la situación social, demostrando que no es necesario manejar perfectamente el inglés para poder manipularlo de manera sofisticada.

La mayoría de los adultos mexicanos con los que conversé en 2004 hablaban inglés solamente de nivel básico, y sólo conversaban de manera más compleja con otros hispanohablantes. Pero Pepe demostró que los migrantes que hayan vivido en Estados Unidos por varios años pueden conseguir la facilidad suficiente con el inglés para poder comunicarse con hablantes de inglés de manera más profunda, formando relaciones sociales a través de las conversaciones casuales. 

¿Y qué pasa con los niños?

 Los niños de familias migrantes se encuentren obligados a aprender inglés muy rápido para poder comunicarse y compartir con sus compañeros y profesores del colegio. Los padres, que siguen con pocas oportunidades para aprender inglés en sus trabajos, no pueden apoyar a sus hijos por no entender el idioma de las tareas y las comunicaciones escolares. Esta situación pone a los niños migrantes en un gran riesgo de eventualmente perder su idioma nativo y alejarse de sus comunidades migrantes.
 

Los niños migrantes en esta comunidad han demostrado la capacidad de comunicarse fácilmente tanto con hablantes de español como con los de inglés. Los niños en edad escolar son un vínculo clave con la comunidad externa a la migrante, con el potencial de traer recursos de beneficio mutuo a su comunidad. Para que esto suceda, es fundamental que los niños valoricen y desarrollen tanto su idioma nativo como el inglés, para poder mantener vínculos sociales fuertes con ambas comunidades.

¿Qué hacemos ahora?

 Los trabajadores migrantes siguen trabajando en empleos que les dan pocas oportunidades para aprender inglés y poca esperanza para ser bilingües de modo fluido. De todos modos, el bilingüismo limitado ―como el que demostró Pepe― es una meta bastante alcanzable y un gran paso para acceder los servicios públicos y traerlos a la comunidad migrante.

Mientras más adultos mejoren su facilidad con el inglés y más niños y adolescentes desarrollen un español sofisticado al lado del inglés, más posibilidad tendrán de mejorar la calidad de vida en sus comunidades en México y en los Estados Unidos.
 

*Los nombres son seudónomios (nombres falsos) para proteger la identidad de los participantes.
 
 

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