¿Qué pasa en Oaxaca?

Después de cinco meses de ocupación del centro histórico, varios muertos, alumnos sin poder asistir a clases, estaciones de radio tomadas, camiones quemados, balazos al aire, violaciones a los derechos humanos, retraso en obras públicas debido a caminos bloqueados, pérdidas económicas por la baja en el turismo, el 29 de octubre, la Policía federal Preventiva (PFP), finalmente ingresó a la ciudad ocupada. Sin embargo, el caos continúa.

Mientras este conflicto se prolonga y permanece la insatisfacción de todos aquellos a quienes afecta, ¿quién se hará responsable por lo ocurrido y lo que falta por ocurrir en Oaxaca?

El gobernador del estado, Ulises Ruiz, por supuesto que no. No piensa renunciar y asegura que él no es el problema en Oaxaca, sino el bajo presupuesto que le fue otorgado por el Gobierno Federal para lidiar con un estado con 3 mil 400 millones de pesos de déficit educativo y con el último lugar en inversión pública del país.

El Gobierno Federal, aun representado por el Presidente Vicente Fox, dejó que este desorden se prolongara durante cinco meses y no fue hasta que tres personas, irónicamente una de ellas un estadounidense, murieran en el conflicto, que Fox decidió intervenir.

En cuanto a los miembros de la APPO, seguirán justificando su causa y los actos que la acompañan como la única repuesta a las injusticias de un gobernador a quienes ellos aseguran no haber elegido.



 

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