¿Quién lo representa? Parte I
Los representantes hispanos de Nueva York: PARTE I
October 2007 Un ejemplo. Ciento cincuenta millas al oeste, el alcalde de Hazleton, Pennsylania, Lou Barletta, declaró que los inmigrantes indocumentados no son bienvenidos en su pueblo. “Los inmigrantes ilegales están arruinando la ciudad. No los quiero aquí”, dice. Barletta ha impuesto una multa de mil dólares por día a quien alquile una propiedad a un inmigrante indocumentado. Intenta llevar a la quiebra a cualquiera que emplee a un inmigrante indocumentado. El inglés ha sido declarado la lengua oficial y no es legal traducir un documento al español sin autorización oficial.Quizás no sea una sorpresa que esas acciones han sido declaradas ilegales por un tribunal federal. Pero eso no importó a Lou Barletta que en seguida presentó su caso a otro tribunal. Él está convencido de que su política va a funcionar. Muestra como evidencia de su eficacia que “en algunos restaurantes mexicanos, el negocio ha caído un 75%”.
Otro ejemplo. Una parte de Long Island que tradicionalmente ha sido un vertedero de proyectos antipáticos obtuvo un nuevo líder en 2002. Phil Ramos nació en el Bronx de una de las primeras familias hispanas. Desde su elección ha luchado contra los prejuicios de las agrupaciones contra los inmigrantes. Los sentimientos xenófobos están tan altos, dice Ramos, que algunos funcionarios han estado dispuestos a sortear la constitución. Pero esto no ha desalentado a Ramos, que está trabajando en un proyecto de revitalización comunitario. Utilizando la diversidad de su distrito, Ramos ha conseguido millones de dólares y el apoyo de vecinos para traer restaurantes, un teatro, un grupo de danza y tiendas étnicas al centro de su distrito. Con casi 30 organizaciones y 5 cámaras de comercio fundadas en los cinco años pasados, parece florecer un sentido de orgullo por la comunidad. Y por primera vez, cuando se trataba de verter una nueva monstruosidad en el distrito, la comunidad lo resistió.
El punto es que los prejuicios de un líder hacen toda la diferencia. Los funcionarios pueden impactar con sus leyes las vidas de los miles de inmigrantes en sus comunidades. Algunos luchan para crear un ambiente abiertamente hostil contra los inmigrantes ilegales mientras otros líderes, latino o no, facilitan su transición a los Estados Unidos con “ciudades santuarios”.
La policía suele tener latitud extensa para interpretar las leyes sobre inmigración. Por su parte, en unas ciudades arrestan inmigrantes indocumentados con el pretexto de que están ocupando un lugar de manera ilícita (trespassing). Otros agentes del orden hacen completamente el opuesto, como no avisar a las autoridades federales después de un arresto.
10 de 150 representantes
Aquí un breve perfil sobre cada uno de los diez representantes hispanos en la Asamblea del Estado de Nueva York. En este primera parte les presento cinco, escogidos al azar. Los 150 representantes de la asamblea, junto con el senado, constituyen la rama legislativa del estado de Nueva York. Son responsables de redactar todas las leyes no hechas por el gobierno federal. Cada día, de enero a junio, debatan cientos de proyectos de ley. Algunos se convierten en leyes mientras que otros son enviados a la basura de historia. ¿Cómo está nuestra representación en este proceso? Participando en la asamblea hay docenas de representantes del Valle del Hudson. De ellos, sólo uno es un hispano. Pero como verá, no es lo típico…
La asambleísta Arroyo ha trabajado para el estado de Nueva York desde 1994, cuando ganó una elección especial en su distrito del Bronx. Nació en Corozal, Puerto Rico, y asegura que ha trabajado muy duro antes y después de su traslado a los Estados Unidos. Trabajó en una empresa en el Bronx y luego trajo a sus siete hijos. Obtuvo una diplomatura a la edad de 44 años. Su creencia en la educación se hace evidente al mirar la historia de sus votaciones. La señora Arroyo es miembro de cuatro comités, y también tiene el honor de ser la primera puertorriqueña en una asamblea estatal.
Nació en Ponce, Puerto Rico, en 1946. Peter Rivera es uno de los miembros más importantes de la asamblea. Pertenece a diez comités y tiene muchas conexiones de rango alto, como el presidente de la asamblea Sheldon Silver y el gobernador Eliot Spitzer. Es el jefe del comité permanente Grupo de Trabajo Puertorriqueño/Hispano. Antes de que fuera elegido al gobierno, trabajaba como policía federal y abogado de práctica privada. Patrocina mucha legislación y es uno de los asambleístas más activos en cuanto a su impacto tanto en la comunidad hispana como la comunidad en general.
Ramos —anteriormente un policía secreto— da charlas en las escuelas sobre las relaciones entre la policía y los jóvenes pertenecientes a minorías. Luchó para conseguir su posición en la asamblea tocando miles de puertas. Cuando se le pregunta qué hace para los hispanos en su distrito, explica que cuando escribe o vota por alguna legislación, no hay una diferencia entre apoyar a los hispanos y apoyar a la gente menos representada en general. Su distrito está compuesto de muchos grupos étnicos, y dice que siempre piensa en mejorar la calidad de vida para todos. Un hombre inspirado, colabora con empresas y el público para transformar el centro de su distrito, y trabaja con muchísimos negocios para estimular el comercio.
Hijo del famoso senador Adam Powell Jr, Powell IV ha seguido el legado político de su familia. Antes de hacerse asambleísta, representó a Harlem en el consejo municipal. También trabajó con la Agencia Federal de Dirección de Emergencia (FEMA) —la malograda organización encargada de brindar ayuda a los habitantes de Nueva Orleáns después del devastador Katrina. A diferencia de sus compadres hispanos, no ha patrocinado legislación en la sesión pasada. Powell es capaz de unir a la gente, probando su poder de atracción al ganar dos veces más votos de lo normal en la última elección. Los expertos predicen que va a presentarse para la silla del senado nacional, como lo hizo su padre.
Peter López es un miembro del partido Republicano que representa partes de siete condados en el Valle del Hudson. Elegido en 2006, es un asambleísta novato. Cuando hablé con López, no delataba los signos de un principiante político a pesar de su inexperiencia. Quizás una fuente de su temprana madurez fue su modelo de conductor, Charles Cook. López trabajó para Cook, anterior asambleísta del Valle del Hudson, por 15 años.
Sus dos padres son hispanohablantes —su padre es de Puerto Rico— pero no ha aprendido la lengua. Tampoco participa en el Grupo de Trabajo Puertorriqueño/Hispano.
López no ha gastado tiempo influyendo el curso de la legislación. Patrocinó siete proyectos de ley en su primera sesión —la más importante fue los 30 millones de apoyo que ganó para los productores de leche en su distrito. Este ha sido una hazaña auspicioso, y López parece ser una figura interesante para observar a través del tiempo.
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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