Hambre y Poder

El programa de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, que alimenta a unas 73 millones de personas, está pidiendo una ayuda de urgencia de cinco millones de dólares para pagar la comida. El costo para la organización ha subido 50% en los últimos cinco años, y si no reciben más ayuda, van a tener que reducir sus programas. Al mismo tiempo, su fuente de apoyo más grande, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), ha disminuido su ayuda de ciento veinte millones de dólares. Recientemente, el Presidente Bush presentó una nueva propuesta para otorgar 770 millones de dólares más en ayuda de urgencia, pero los miembros del partido demócrata critican su plan porque el dinero no va a estar disponible antes de octubre del año 2009.

La crisis de los precios es el resultado del mal tiempo en las cosechas, el precio del petróleo (para transporte y fertilizantes), y la utilización de alimentos para hacer etanol, una propuesta alternativa a la gasolina. En Estados Unidos, muchos agricultores dejaron de producir maíz comestible para pasar a producir etanol porque en este país reciben subsidios del gobierno que apoyan este proyecto. Ahora, una tercera parte de todo el maíz producido en los EE.UU. es para producir etanol. Por eso ha aumentado el precio del maíz comestible.

El efecto del precio del maíz se hizo sentir en las protestas por el aumento del precio de la tortilla en México el año pasado. En el Distrito Federal 75000 personas salieron a la calle para protestar. A comienzos de 2007, los precios de la tortilla subieron de seis pesos hasta al menos 8.5. Una causa de la crisis ha sido el aumento del precio del petróleo y la utilización de maíz para producir etanol. Otra, el nuevo sistema de la economía. Antes, México tenía organizaciones que protegían a sus propios agricultores frente al mercado, como la CONASUPO, una agencia del gobierno que ayudaba a regular los precios de la comida. Con el Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado en 1994 entre Estados Unidos, Canadá y México, CONASUPO fue cada vez menos importante. El gobierno del Presidente Zedillo dio el poder a empresas privadas—Maseca, Minsa y Cargill. En la crisis de 2007 estas empresas habían comprado maíz a precios bajos, esperaron hasta que el precio subiera en el mercado, y vendieron sus productos a un precio alto.

Las compañías tienen tanto poder porque el TLC también les quitó a los pequeños granjeros sus tierras en favor de grandes empresas que sembraron el producto para venderlo a otros países. La idea detrás del TLC es que se pueda producir maíz más barato en EEUU y Canadá, entonces México debe dejar de producir su propio maíz para comprarlo de las empresas de esos países. Los agricultores de México podrían sembrar frutas para vender, y también podrían vender productos como cerveza en Estados Unidos o Canadá. Con esa consigna entonces, la producción de maíz en las granjas pequeñas debería desaparecer, aunque ha representado hasta el momento la mitad de la producción nacional y la mitad de consumo local del país. Desde el comienzo del TLC el precio de la tortilla ha subido 738%.

Esto mismo está ocurriendo en muchos países del mundo. Antes, la producción interna abastecía el consumo interno, pero con el mercado libre esto ya no es importante. Más importante es producir para vender en el mercado y comprar los productos en otro país con el que no se puede competir más.

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