¿Esto es el Primer Mundo?

Como bien hemos aprendido, las características principales de un país desarrollado es su nivel económico. Estos países tienen elevados ingresos medios por habitante. Su industria es tecnológicamente avanzada. Tienen un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales; además de que la población mantiene un elevado nivel de consumo. Características que carecen los países del tercer mundo.

Sin embargo, por experiencia sabemos que gran parte de la razón para el sub-desarrollo no sólo depende de la economía sino también de la inestabilidad política, corrupción y principalmente de la desigualdad en la distribución de los recursos. Es precisamente en este último aspecto, la desigualdad, el que me llama la atención cuando se habla de la división primer-tercer mundo.

Una comparación

Aplicando mi experiencia personal hablaré del nivel de desarrollo en los tres países que he tenido la oportunidad de vivir: Ecuador, Noruega y Estados Unidos. Como ecuatoriana de nacimiento he vivido las circunstancias en las que un país en la lucha por el desarrollo se desenvuelve. Dar el salto sobre el Atlántico para vivir por dos años en el país más desarrollados del mundo, Noruega, es una experiencia que cambia la vida de cualquiera. Finalmente, he tenido la oportunidad de estudiar en los Estados Unidos, también considerado un país del primer mundo. Pero desde mi punto de vista, de los tres países, sin duda Ecuador pertenece al tercer mundo y por supuesto Noruega al primero, pero, yo colocaría a los Estados Unidos en el “segundo mundo” (todavía en camino a ser parte del primer mundo). Esta división la hago, con la poca experiencia que tengo, basándome en el nivel de equidad y desarrollo humano de estos países.

Según las Naciones Unidas estos tres países están dentro de la categoría de “Alto Desarrollo Humano”, es decir, expectativa de vida al nacer, ingreso por habitante, matrícula en el sistema educativo y alfabetización de personas adultas, es considerado alto. ¿Cuál es entonces la razón por la que estos tres países son tan diferentes en el tema Primer-Tercer mundo? Mi respuesta recae nuevamente en la equidad y en la distribución de la riqueza.

Es impresionante observar el nivel de organización e igualdad que se respira en Noruega. Sin dejar de lado distintos tipos de problemas sociales, al caminar por las calles del país escandinavo, es casi imposible encontrarse con mendigos. Más imposible todavía es diferenciar barrios ricos de barrios pobres. La modestia con la que la gente se desenvuelve es increíble. Haber vivido dos años en ese paraíso natural y social, me ha hecho más susceptible a las desigualdades vividas a diario en mi país natal. Sin embargo, más susceptible soy a las desigualdades de la potencia mundial en la que vivo hoy en día.

Estados Unidos tienen mucho camino por recorrer en temas de distribución. No sólo que la pobreza está a la vista, en ciudades como Chicago, Boston, Nueva York. Incluso más impresionante es reconocer que el espacio que separa a los ricos y a los pobres sólo parece incrementar con los años. El problema más grave es que muchos no perciben esta desigualdad y por lo tanto no la ven como un problema que necesita solución. Si la población no reclama soluciones drásticas en temas de educación universal y salud pública, estos derechos se hacen cada vez más exclusivos, ampliando aun más el espacio entre ricos y pobres.

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