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Testimonio

Una historia inspiradora desde Perú

Nilda Callañaupa, la mujer del telar

Por Arthur Holland
March 2010
 El impresionante desarrollo económico que ha vivido Perú durante la última década ha sido acompañado por una seria realidad: el olvido, o incluso el rechazo a las tradiciones y convenciones que por siglos han definido la cultura de la sociedad. Entre la modernización y la urbanización, las culturas pueden, simplemente, desaparecer. Una de las tradiciones más antiguas y frágiles del Perú es la de los textiles. Los textiles narran historias, transmiten sabiduría, y definen toda una manera de ver el mundo. Alguien que lucha para contrarrestar esta tragedia es Nilda Callañaupa Alvarez. Aquí la historia de su trabajo y de la enorme influencia que ha tenido en el mundo de los textiles peruanos. 

Nilda nació en 1960 en la comunidad de Chinchero, a unas 20 millas de la ciudad de Cusco y aprendió de su madre las tradiciones del arte del tejido. Durante siglos, el pueblo de Chinchero fue reconocido por sus textiles de alta calidad. Pero Nilda observó que su generación no estaba aprendiendo de la misma manera que las docenas de generaciones anteriores, y reconoció que esta tradición tan única estaba en riesgo mortal.

En esa época, un miembro del equipo arqueológico de Harvard, Ed Franquemont, estaba estudiando la tradición que Nilda veía desaparecer. El profesor Frenquemont reconoció el impresionante talento de Nilda y organizó una visita a NY para que ofreciera una demostración de tejido al American Indian Art Gallery. Con tan solo 18 años, Nilda, en ese momento, decidió conservar las tradiciones de textiles de Perú. Nilda siguió trabajando con el profesor Franquemont, desarrollando lo que muchos consideran el primer tratado académico del tema en la zona. Nilda hizo varias visitas a los Estados Unidos, pero siempre retuvo la humildad de mantener su ideología, identidad y carácter absolutamente fiel a la pequeña comunidad en la que se formó, a su filosofía de sostenibilidad cultural.

En 1996 fundó el Centro de Textiles Tradicionales de Cusco, una organización sin ánimo de lucro con la misión de conservar y promover la tradición de textiles de Perú. Este proyecto ha sido un éxito impresionante. Ha crecido para incorporar nueve comunidades de la zona. El trabajo del centro consiste en grabar las técnicas de tejido que hasta ahora habían existido únicamente en la memoria de los tejedores, ofrecer talleres para enseñar antiguas técnicas a una nueva generación de tejedores, y ofrecerles la oportunidad de vender sus productos. En este último punto reside lo más revolucionario e impactante del proyecto. La razón principal por la que la tradición de textiles se fue perdiendo es que en la economía moderna el tejido no ofrece una fuente de sustento económico. Nilda lo ha cambiado, y como resultado se ha visto una drástica expansión en la fabricación manual de textiles tradicionales en toda la zona.

El proyecto más reciente y ambicioso del centro ha sido el convocar un encuentro de tejedores de todas las Américas en la ciudad de Cusco para octubre de 2010 para fomentar una comunidad internacional de tejedores, y exportar el modelo del CTTC a otras comunidades donde el tejido corre el mismo riesgo. El CTTC ha sido todo un éxito no sólo porque ha cambiado lo que parecía un destino inevitable de los tejidos, pero también porque ofrece un modelo practicable para cualquier otro país en riesgo de perder una tradición de artefactos.

En el centro de este increíble proyecto está Nilda. Su trabajo no sólo ha resultado en un cambio tangible en el desarrollo cultural de Perú, también ha servido de gran fuente de inspiración para las mujeres del país y el continente. Cuando le pregunté sobre el impacto que ha tenido sobre las mujeres de su comunidad, su respuesta fue característicamente humilde: “no tengo que responder esto yo misma, pero sí se ven los resultados”.

Nilda es un ejemplo estelar de cómo las mujeres de Latinoamérica pueden lograr el éxito, sea en los negocios, la organización social, o el desarrollo sostenible (o en los tres, como es su caso), sin comprometer sus identidades ni sus patrimonios. Si seguimos el ejemplo de Nilda Callañaupa, podemos forjar un futuro más igualitario, sostenible y creíble para nuestro continente. 

Para más información sobre el CTTC, visite www.textilescusco.org.\



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Comments

Comentario: Felicitaciones a Nilda, por mantener la cultura artesanal de Cusco, formar centro de preparación de tejidos. Desde Chiclayo ciudad de la amistad, apreciamos y reconocemos su extraordinaria habilidad de fomentar, propiciar y promover el arte peruanao en otros paises. Aquilino Coanqui
Posted: 11/14/2010