
Dan García, guitarrista español radicado en Nueva York
Por Marcos Castilla
July 2025Dan García, influenciado por sus padres, empezó tocando por imitación, y escuchando discos de Andrés Segovia. A los 12 años descubrió a Carlos Santana, inspirado por el rock, y creó una banda tributo a él, llamada Spirit of Santana. Sin mucha educación artística en España en la década de 1980, su madre lo apoyó y animó a estudiar guitarra clásica en Madrid, junto con su padrino, quien le enseñó que “no solo se trataba de tocar las notas, sino de ponerlas en el lugar perfecto”. También estudió flamenco con Fernando Mejía. Sus estudios académicos lo llevaron a la Universidad de Ball State, Indiana y a la Universidad de Cincinnati, donde hizo su maestría. Ya en Nueva York se adentró al mundo del jazz y la música brasileña y actualmente vive en Beacon, donde disfruta de una vida tranquila.
¿Cómo crees que tu formación en España te diferencia de otros guitarristas formados en los Estados Unidos?
Creo que haber crecido en Madrid me da una base única. La guitarra en España es algo muy respetado, un lugar clave para el desarrollo de la guitarra. Tuve el privilegio de estudiar con personas que habían sido discípulos directos de Segovia. Aunque no estudié con él, sí vengo de una escuela muy fuerte que me influyó profundamente. Creo que esas experiencias y esa formación son las que me hacen tocar de una forma distinta. El haber vivido el flamenco en un ambiente tan auténtico, en Vallecas, junto a gente que realmente vivía esa cultura, me marcó mucho. Esa esencia de la guitarra clásica y flamenca se mantiene en mi estilo.
¿Cómo fue su primer concierto?
Como el de todos, terrorífico. Aunque, al principio cualquier concierto puede ser aterrador, es la mejor forma de aprender y mejorar. Si uno no toca en directo, está perdiendo una parte fundamental de lo que significa ser músico. Mi primer concierto fue en la escuela de música, y estaba backstage antes de salir al escenario, pensando en cambiar de carrera. ¡Qué nervios! Tenía que tocar delante de toda la escuela, como 500 personas. Pero al final, siempre es mejor de lo que uno piensa. Esa experiencia me enseñó mucho.
¿Tiene algún ritual antes de sus conciertos?
Sí, en cierto modo. Aunque no soy de esos músicos que tienen rituales muy específicos, mi proceso consiste en relajarme y estirar los músculos, como si fuera a correr un maratón o jugar al fútbol. Siempre estiro las piernas y los brazos, porque cuando estás en el escenario, la tensión puede acumularse en diferentes partes del cuerpo. También hago ejercicios de respiración, como el “box breathing”. Unos minutos de relajación antes de salir y ya, ¡a darlo todo en el escenario!
¿Cuál ha sido el mayor desafío de su carrera?
El mayor desafío fue conseguir ser un músico a tiempo completo en Nueva York. Los primeros años fueron duros. No tenía suficiente trabajo como para vivir solo de la música. Pasé un tiempo trabajando de camarero, haciendo trabajos pequeños mientras buscaba mi lugar en el mundo de la música. Pero un día tomé la decisión de dejar todo lo que no fuera música. Pasé unos meses difíciles, pero luego empecé a trabajar todos los fines de semana, dando clases y tocando conciertos. El desafío fue tomar la decisión de apostar por la música a tiempo completo en una ciudad como Nueva York, donde la competencia es brutal.
¿Qué opinas del sueño americano?
Sí, creo que el sueño americano es real, aunque estos meses me lo estoy pensando un poco. En Europa, a veces parece que, si no eres de una familia con influencia o no sigues ciertos caminos, tienes que sufrir para conseguir algo. En Estados Unidos, la gente te valora por lo que eres capaz de hacer. No es “quién eres”, sino “qué sabes hacer”. El talento se aprecia más, en todos los ámbitos. En Europa, al menos cuando yo crecí, el arte y la música no recibían la atención que reciben en las escuelas de Estados Unidos. Aquí, desde pequeños, los niños tocan en bandas, desarrollan sus habilidades. Llegué aquí y me di cuenta de que todo el mundo sabía leer música a la perfección, mientras que en España no era tan común. Todo eso ha marcado una gran diferencia en cómo se ve la música aquí, y por eso considero que el sueño americano tiene algo de real.
COPYRIGHT 2025La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |