
El vínculo con la madre y su importancia para la salud mental
Por Dora Inés Grosso García
May 2025 El vínculo que establecemos con nuestra madre especialmente en los primeros años de vida tiene un impacto profundo y duradero en nuestro desarrollo emocional, cognitivo, espiritual, relacional y físico. Este vínculo, generalmente entendido como apego, moldea la manera en que nos vemos a nosotros mismos, cómo nos relacionamos con los demás y cómo manejamos nuestras emociones.Apego y Regulación Emocional: el estilo de apego que desarrollamos con nuestra madre o quien nos cuidó, establece las bases para nuestra capacidad de manejar emociones en la vida. Depende de la seguridad y el amor nutritivo que la madre da a su bebe, desde que está en gestación, si le brinda la fuerza y la energía necesarias para crear un apego seguro, favoreciendo la autoconfianza, la empatía y una mayor tolerancia a la frustración, autoimagen positiva y autoestima.
Cuando la madre está insegura, le cuesta dar amor, descuida a su bebe o no lo desea, se crea un apego inseguro que puede generar ansiedad, con dificultades para confiar, para poner límites o con una tendencia a la ansiedad y la dependencia emocional, culpa o vergüenza, entre otras.
¿Sabías que el vínculo con la madre influye en cómo establecemos vínculos afectivos en la adultez?
Es importante recordar que este vínculo no es estático ni definitivo, a lo largo de la vida, con las experiencias reparadoras, muchas personas logran resignificar ese vínculo, establecer nuevos patrones relacionales y sanar heridas del pasado.
Las Constelaciones Familiares ofrecen una mirada muy profunda y simbólica sobre el vínculo con la madre, y son una vía poderosa para sanar heridas relacionadas con ella, incluso cuando no hay posibilidad de diálogo o reconciliación directa, o ya ha fallecido.
Desde este enfoque, desarrollado por Bert Hellinger, la madre representa la vida misma. Así de esencial es su lugar dentro del sistema familiar.
La madre es la fuente, en este paradigma, el hecho de que haya dado la vida es suficiente para que tenga un lugar de profundo respeto, independientemente de cómo haya sido la relación.
Es una propuesta donde vamos a tomar a la madre, aceptarla tal como es, con todo lo que dio y con lo que no pudo dar.
Si rechazamos a la madre, por dolor, juicio, enojo o cualquier razón, en el fondo nos estamos desconectando también de nuestra fuerza vital, porque ella es el canal por el que la vida nos llegó.
¿Cómo hacemos para sanar el vínculo?
Reconociendo el lugar de la madre, en constelaciones familiares, se explora si alguien está ocupando un lugar que no le corresponde, con un ejercicio simbólico, donde vamos a: tomar a la madre.
Son prácticas simbólicas, a veces con frases sanadoras como: tú eres mi madre y yo soy tu hija o tu hijo, me diste la vida, y eso es suficiente. Yo la tomo, con todo lo que implica, y ahora la haré valer.
Se pueden hacer con una representante, alguien que haga el papel de tu madre, frente a una silla vacía, o incluso internamente, visualizando.
También podemos aceptar lo que fue mi madre y soltar las expectativas.
Sanar implica dejar de esperar que nuestra madre sea diferente, y asumir lo que nos dio como suficiente para seguir adelante. Esto no significa negar el dolor, sino darle un lugar digno, sin que nos paralice.
Uno de los pasos más liberadores es ver a nuestra madre también como hija y reconocer que ella también estuvo condicionada por su historia, su sistema y sus propias heridas.
Lo que ganamos cuando sanamos el vínculo con la madre: mayor libertad interior y fluidez emocional, recuperación de la energía vital, creatividad y abundancia, mejora las relaciones afectivas, maternidad, paternidad y autoestima, fortalece el sentido de pertenencia y reconciliación con la vida.
Recordemos que el vínculo mas profundo que establecemos en nuestra vida es la madre. Ella nos transmite el amor, un principio fundamental que crea la vida, la felicidad, el sentido de ser y trascender. No importa quien fue realmente mi madre, sin desconocer lo que hizo en mi vida y todo lo que me dio, reconocemos lo mas valioso que es crear mi vida y eso es suficiente, gracias.
Feliz día de las madres a todas las mamitas del planeta. Hoy sabemos que son maravillosas y las amamos incondicionalmente.
Gracia por seguir compartiendo el lenguaje del amor.
*Dora Inés Grosso García es Psicóloga Holística, [email protected]
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