Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
¿Qué cultura debemos enseñar a nuestros hijos: la de este país o la del país nativo?
Por Adriana Parada, Tashi Rai
November 2024 ¿Deberíamos enfocarnos en la cultura del país en el que vivimos o en la de nuestros ancestros? Esta cuestión ha generado un intenso debate entre padres, educadores y expertos en desarrollo infantil. ¿Qué cultura tiene más relevancia y cómo se puede compensar la identidad cultural con la realidad de vivir en el mundo occidental? Cada padre internacional o multicultural se ha tenido que preguntar en algún momento de sus vidas cómo quieren que crezcan sus hijos. Puede parecer una pregunta simple sobre prácticas culturales, pero la decisión sobre cómo educar a los hijos tiene implicaciones intensas y emocionales. Para entender cómo la comunidad hispana del Valle Hudson ha abordado esta pregunta, varios profesionales, y padres e hijos locales de ascendencia latinoamericana dan su perspectiva.
¿Cómo criar a una nueva generación con la doble influencia de los Estados Unidos y de Latinoamérica? Para algunos, esto implica inculcar los valores, tradiciones y costumbres de su país de origen. Consideran que es fundamental que sus hijos mantengan sus raíces culturales y se sientan conectados con su identidad étnica. Ixmucane Pereira, estudiante de Bard College, compartió su trayecto desde Guatemala a los Estados Unidos. Ella llegó a los Estados Unidos cuando tenía veintiún años y aquí tuvo tres hijos. Pereira estaba segura de lo que quería enseñarles a sus hijos a causa de un consejo de su amiga experimentada, quien le aconsejó: ‘Enséñale lo que tú sabes mejor’. “Eso es lo que le recomiendo a los padres. Enséñale a tus hijos lo que tienes mejor de ti. Eso es. Compartir eso” dijo Pereira. Ella les cantaba rimas en español a sus hijos, les hablaba en español e intentaba compartir su cultura guatemalteca con ellos.
Pero todavía había mucho que ella no les enseñaba a sus hijos. “Mis hijas son de piel de color blanca, mi hijo tiene el mismo color oscuro que yo. Ah, y él sufrió mucho más. ¿Por qué? Porque yo no lo preparé. Porque yo estaba en una burbuja. Y si es bien doloroso hablar de eso, pero es una realidad” refirió la guatemalteca, y agregó: “recuerdo que venía llorando de la escuela, diciéndome que no quería hablar español y que, si yo quería hablar español, que me fuera de vuelta donde yo había venido. Eso me decía mi criatura cuando tenía diez años”. Los problemas sistémicos como el racismo y la xenofobia en Estados Unidos pueden dificultar mantener viva la cultura de origen en la familia. Algunos padres toman decisiones para centrarse en enseñar a sus hijos un estándar estadounidense porque pueden creer que eso les traerá más éxito y facilidad.
Calvin Piñeda, estudiante de Bard College, reflexiona en su crianza estadounidense y las ventajas y desventajas de acercarse a la cultura guatemalteca de su padre más tarde en la vida: “Por un lado, creo que hay algo realmente genial y poderoso en acercarse a esto en un momento en el que soy más consciente culturalmente. Pero, por otro lado, hubiera sido mucho más fácil seguir decidiendo y comprometiéndome con esto si hubiera sido criado en español”. Esta declaración resalta la complejidad de la cuestión. Para algunos padres, la integración en la cultura local es fundamental para el éxito y la adaptación de sus hijos en la sociedad en la que viven. A veces, con una pareja intercultural, solamente uno habla su idioma nativo. También cada padre podría tener una cultura nativa diferente que le gustaría enseñar a sus hijos ¿cómo equilibrar todas las identidades individuales en una familia?
Gabriela Gómez, estudiante de periodismo en SUNY New Paltz, habló también de su experiencia: “Mis padres me hablaban español hasta que empecé a ir a la escuela, así que alrededor de los 5 años el inglés se convirtió en mi idioma dominante”. Aun así, sus padres la mantuvieron en una escuela bilingüe en Queens durante la primaria, donde pudo establecer una base para el idioma. Sin embargo, actualmente en su casa habla principalmente en inglés con su familia, y siente que es su responsabilidad el reconectarse con el idioma. Cuando se trata de la cultura, Gómez menciona que “mis padres están muy orgullosos de sus orígenes, especialmente mi padre quien nació en México y se mudó a este país a los 15 años”. Gracias a eso se mantienen conectados a esa cultura a través de eventos y reuniones familiares, donde se logra celebrar de maneras únicas para su familia. En casos como el de Gómez, pareciera que su familia obtuvo un balance al enseñar ambas culturas, pero se muestra una tendencia en querer reconectar con la cultura del país de los antepasados para sentir más cercanía a la familia según la persona madura y crece.
Sarah Elia es una educadora que lleva 20 años enseñando inglés como nueva lengua y segunda lengua a las comunidades de Saugerties y New Paltz. Ella ha observado la tendencia de que los padres latinos intentan enseñarle su cultura a sus hijos, pero que, si estos son muy pequeños, se ven influenciados por la cultura estadounidense en los colegios. Esto puede llegar a que resientan a sus padres por no haberles enseñado inglés desde pequeños, así como pueden sentirse desconectados de la cultura de sus padres. Por otra parte, si los hijos de dichos padres llegan ya adolescentes a Estados Unidos, ellos muestran “estar orgullosos” de la cultura del país de origen y buscan adaptarse a vivir en Estados Unidos sin tener que abandonar la cultura de ellos y sus padres. Otro dato que compartió Sarah es que ha percibido que no hay espacios en los colegios públicos como para celebrar la segunda cultura de los estudiantes, lo cual llega a que se sientan desconectados de la misma, y busquen adaptarse a la de Estados Unidos. Por eso, no es solo un papel importante el de los padres, sino también el de las escuelas el de proveer con espacios donde estas culturas sean aceptadas; porque la educación debe tener lugar dentro de una comunidad educativa diversa. Y si esta educación cuenta con la promoción activa del entendimiento intercultural será más integral.
Al final, cada madre y padre de familia decidirán qué cultura será la que les enseñarán a sus hijos. Es importante resaltar que según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de las Naciones Unidas, basado en cientos de investigaciones sobre migración, “A pesar de la toxicidad que destilan algunos discursos políticos que se cimentan en el odio y la división, la migración ha beneficiado durante siglos a millones de personas en todo el mundo, ya fuera en países de origen, de tránsito o de destino, proporcionando oportunidades y enriqueciendo la vida humana” con contribuciones no solo económicas, sino socioculturales y cívico-políticas.
Esta diversidad e innovación de ideas y culturas hace de las comunidades y espacios de educación lugares más completos. COPYRIGHT 2024
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Pero todavía había mucho que ella no les enseñaba a sus hijos. “Mis hijas son de piel de color blanca, mi hijo tiene el mismo color oscuro que yo. Ah, y él sufrió mucho más. ¿Por qué? Porque yo no lo preparé. Porque yo estaba en una burbuja. Y si es bien doloroso hablar de eso, pero es una realidad” refirió la guatemalteca, y agregó: “recuerdo que venía llorando de la escuela, diciéndome que no quería hablar español y que, si yo quería hablar español, que me fuera de vuelta donde yo había venido. Eso me decía mi criatura cuando tenía diez años”. Los problemas sistémicos como el racismo y la xenofobia en Estados Unidos pueden dificultar mantener viva la cultura de origen en la familia. Algunos padres toman decisiones para centrarse en enseñar a sus hijos un estándar estadounidense porque pueden creer que eso les traerá más éxito y facilidad.
Calvin Piñeda, estudiante de Bard College, reflexiona en su crianza estadounidense y las ventajas y desventajas de acercarse a la cultura guatemalteca de su padre más tarde en la vida: “Por un lado, creo que hay algo realmente genial y poderoso en acercarse a esto en un momento en el que soy más consciente culturalmente. Pero, por otro lado, hubiera sido mucho más fácil seguir decidiendo y comprometiéndome con esto si hubiera sido criado en español”. Esta declaración resalta la complejidad de la cuestión. Para algunos padres, la integración en la cultura local es fundamental para el éxito y la adaptación de sus hijos en la sociedad en la que viven. A veces, con una pareja intercultural, solamente uno habla su idioma nativo. También cada padre podría tener una cultura nativa diferente que le gustaría enseñar a sus hijos ¿cómo equilibrar todas las identidades individuales en una familia?
Gabriela Gómez, estudiante de periodismo en SUNY New Paltz, habló también de su experiencia: “Mis padres me hablaban español hasta que empecé a ir a la escuela, así que alrededor de los 5 años el inglés se convirtió en mi idioma dominante”. Aun así, sus padres la mantuvieron en una escuela bilingüe en Queens durante la primaria, donde pudo establecer una base para el idioma. Sin embargo, actualmente en su casa habla principalmente en inglés con su familia, y siente que es su responsabilidad el reconectarse con el idioma. Cuando se trata de la cultura, Gómez menciona que “mis padres están muy orgullosos de sus orígenes, especialmente mi padre quien nació en México y se mudó a este país a los 15 años”. Gracias a eso se mantienen conectados a esa cultura a través de eventos y reuniones familiares, donde se logra celebrar de maneras únicas para su familia. En casos como el de Gómez, pareciera que su familia obtuvo un balance al enseñar ambas culturas, pero se muestra una tendencia en querer reconectar con la cultura del país de los antepasados para sentir más cercanía a la familia según la persona madura y crece.
Sarah Elia es una educadora que lleva 20 años enseñando inglés como nueva lengua y segunda lengua a las comunidades de Saugerties y New Paltz. Ella ha observado la tendencia de que los padres latinos intentan enseñarle su cultura a sus hijos, pero que, si estos son muy pequeños, se ven influenciados por la cultura estadounidense en los colegios. Esto puede llegar a que resientan a sus padres por no haberles enseñado inglés desde pequeños, así como pueden sentirse desconectados de la cultura de sus padres. Por otra parte, si los hijos de dichos padres llegan ya adolescentes a Estados Unidos, ellos muestran “estar orgullosos” de la cultura del país de origen y buscan adaptarse a vivir en Estados Unidos sin tener que abandonar la cultura de ellos y sus padres. Otro dato que compartió Sarah es que ha percibido que no hay espacios en los colegios públicos como para celebrar la segunda cultura de los estudiantes, lo cual llega a que se sientan desconectados de la misma, y busquen adaptarse a la de Estados Unidos. Por eso, no es solo un papel importante el de los padres, sino también el de las escuelas el de proveer con espacios donde estas culturas sean aceptadas; porque la educación debe tener lugar dentro de una comunidad educativa diversa. Y si esta educación cuenta con la promoción activa del entendimiento intercultural será más integral.
Al final, cada madre y padre de familia decidirán qué cultura será la que les enseñarán a sus hijos. Es importante resaltar que según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de las Naciones Unidas, basado en cientos de investigaciones sobre migración, “A pesar de la toxicidad que destilan algunos discursos políticos que se cimentan en el odio y la división, la migración ha beneficiado durante siglos a millones de personas en todo el mundo, ya fuera en países de origen, de tránsito o de destino, proporcionando oportunidades y enriqueciendo la vida humana” con contribuciones no solo económicas, sino socioculturales y cívico-políticas.
Esta diversidad e innovación de ideas y culturas hace de las comunidades y espacios de educación lugares más completos. COPYRIGHT 2024
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