Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Actualizándose en el uso de la tecnología, con la ayuda de nuestros hijos
Por Olga Maritza Salazar
March 2024 Es un hecho innegable el dominio que tienen los jóvenes en el uso de la tecnología moderna para el desarrollo de su vida diaria, a diferencia de lo que sucede con un gran número de adultos mayores que por lo general precisan de esa información tecnológica para resolver sus obligaciones socioeconómicas más comunes o de atención médica.
Muchos de los padres latinos ya mayores, se ven obligados a solicitar la ayuda de los hijos o nietos para poder rellenar aplicativos en el celular que son necesarios en la vida actual o para asuntos tan sencillos como pagar un recibo o alguna compra por internet.
Qué podemos decir cuando uno de nosotros tenemos que hacer algún trámite de viaje al exterior, o alguna gestión bancaria o administrativa, y estamos frente a una máquina que por cada pregunta nos da numerosas opciones; poniendo en evidencia la gran brecha digital que existe.
Es indudable que respecto al avance tecnológico todo ha sido tan rápido que mucha gente de mediana edad incluyendo profesionales en diversas áreas, estuvieron desfasados por lo que se vieron obligados a actualizarse en lo posible. Esta brecha digital disminuye o aumenta según el estatus socioeconómico, el género y la edad.
Esto también significa un reto para un sector de la economía, movida por los adultos mayores que sin el debido conocimiento, limitan su plena participación en la sociedad a solo enviar mensajes con miembros de su núcleo o leer las noticias.
En diferentes grupos de familia, los padres se ven obligados a solicitar la ayuda de los hijos para resolver algunos de estas gestiones, también se aprecia la disponibilidad de ellos y en algunos casos, hasta la impaciencia o frustración de enseñarles una y otra vez la forma de usar estos dispositivos.
Los padres debemos explicarles que el aprendizaje y la habilidad para manejar estos dispositivos tiene también que ver con nuestras capacidades sensoriales (vista y oído). Si existe algún deterioro en estos sentidos tendremos más dificultad con la tecnología.
Otras barreras importantes que retrasan nuestro desarrollo tecnológico pueden ser el sentirse inseguro exponiéndose a los hackers cibernéticos, la falta de un dispositivo propio, y según el lugar donde resida, la calidad del servicio de internet.
Hace unos días, por ejemplo, un señor vecino fue a pagar sus recibos de agua a una agencia bancaria e ignoraba la forma de introducir los datos del recibo en ATM, hasta que uno de los jóvenes presentes viendo al señor en aprietos, se ofreció ayudarlo y le enseño cómo hacer en su próximo pago.
Por eso es tan importante contar con el apoyo familiar para aprender a usar estas herramientas
sin temor, utilizando un lenguaje sencillo y claro.
Dedícales tiempo y paciencia, para que tus padres o familiar mayor, puedan ser independientes al respecto.
Indícales todo lo que deben mirar en las pantallas, si es posible borrar todos los aplicativos innecesarios, para que no se les complique el uso.
Ayúdalos a superar su frustración si no consiguen su propósito las primeras veces, recuérdales tal como ellos nos enseñaron de niños, que todo es cuestión de practicar y practicar hasta aprender.
Cuanta más confianza ganemos, más fácil será el poder usar otras herramientas digitales que nos ayuden a resolver diversas operaciones y faciliten nuestra vida cotidiana a la vez que nos mantengan comunicados con el desarrollo de la sociedad.
COPYRIGHT 2024
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Qué podemos decir cuando uno de nosotros tenemos que hacer algún trámite de viaje al exterior, o alguna gestión bancaria o administrativa, y estamos frente a una máquina que por cada pregunta nos da numerosas opciones; poniendo en evidencia la gran brecha digital que existe.
Es indudable que respecto al avance tecnológico todo ha sido tan rápido que mucha gente de mediana edad incluyendo profesionales en diversas áreas, estuvieron desfasados por lo que se vieron obligados a actualizarse en lo posible. Esta brecha digital disminuye o aumenta según el estatus socioeconómico, el género y la edad.
Esto también significa un reto para un sector de la economía, movida por los adultos mayores que sin el debido conocimiento, limitan su plena participación en la sociedad a solo enviar mensajes con miembros de su núcleo o leer las noticias.
En diferentes grupos de familia, los padres se ven obligados a solicitar la ayuda de los hijos para resolver algunos de estas gestiones, también se aprecia la disponibilidad de ellos y en algunos casos, hasta la impaciencia o frustración de enseñarles una y otra vez la forma de usar estos dispositivos.
Los padres debemos explicarles que el aprendizaje y la habilidad para manejar estos dispositivos tiene también que ver con nuestras capacidades sensoriales (vista y oído). Si existe algún deterioro en estos sentidos tendremos más dificultad con la tecnología.
Otras barreras importantes que retrasan nuestro desarrollo tecnológico pueden ser el sentirse inseguro exponiéndose a los hackers cibernéticos, la falta de un dispositivo propio, y según el lugar donde resida, la calidad del servicio de internet.
Hace unos días, por ejemplo, un señor vecino fue a pagar sus recibos de agua a una agencia bancaria e ignoraba la forma de introducir los datos del recibo en ATM, hasta que uno de los jóvenes presentes viendo al señor en aprietos, se ofreció ayudarlo y le enseño cómo hacer en su próximo pago.
Por eso es tan importante contar con el apoyo familiar para aprender a usar estas herramientas
sin temor, utilizando un lenguaje sencillo y claro.
Dedícales tiempo y paciencia, para que tus padres o familiar mayor, puedan ser independientes al respecto.
Indícales todo lo que deben mirar en las pantallas, si es posible borrar todos los aplicativos innecesarios, para que no se les complique el uso.
Ayúdalos a superar su frustración si no consiguen su propósito las primeras veces, recuérdales tal como ellos nos enseñaron de niños, que todo es cuestión de practicar y practicar hasta aprender.
Cuanta más confianza ganemos, más fácil será el poder usar otras herramientas digitales que nos ayuden a resolver diversas operaciones y faciliten nuestra vida cotidiana a la vez que nos mantengan comunicados con el desarrollo de la sociedad.
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