Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
El poder del amor
Adicciones a la tecnología
Por Dora Inés Grosso García
February 2024 Desde una perspectiva psicológica, las adicciones a la tecnología se pueden definir como patrones de comportamiento compulsivo y problemático relacionados con el uso excesivo de dispositivos electrónicos como celulares, computadores, consolas de videojuegos, entre otros.
Estas adicciones a menudo involucran una dependencia psicológica y emocional hacia la tecnología, que resulta en dificultades para controlar su uso, creando interferencia con las actividades de la vida diaria y con consecuencias negativas para la salud mental y el bienestar general de las personas.
Hay adicción a la tecnología cuando la persona presenta compulsión o necesidad irresistible de utilizar dispositivos tecnológicos o servicios en línea, a menudo acompañada por comportamientos obsesivos.
Se presenta la pérdida de control y la incapacidad de limitar el tiempo dedicado a la tecnología, a pesar de los intentos de reducción o abstención.
El uso excesivo de la tecnología produce satisfacción o placer y comienza a afectar negativamente el desempeño en las actividades cotidianas, deteriorando las relaciones interpersonales, laborales o estudios.
Las personas empiezan a presentar síntomas de abstinencia, experimentando ansiedad, irritabilidad u otros síntomas similares cuando se intenta reducir o detener el uso de la tecnología o los dispositivos.
¿Qué pasa en el cerebro cuando hay adicción a la tecnología?
Hay cambios en la dopamina, un neurotransmisor asociado con el sistema de recompensa del cerebro. Actividades en las redes sociales y los videojuegos pueden llevar a una liberación excesiva de dopamina, que causa placer y activa este comportamiento.
También se presentan alteraciones en la estructura cerebral, especialmente en regiones relacionadas con la atención, el autocontrol y la toma de decisiones. Por ejemplo, se ha observado una disminución en el grosor de la corteza prefrontal en personas con adicción a internet.
Puede haber cambios en la conectividad cerebral, entre diferentes regiones donde procesamos la información. Se pierde la atención y la capacidad para realizar múltiples tareas.
Tiene impacto en la función cognitiva, dificultades en la concentración, la memoria y otras. El constante cambio de atención entre aplicaciones y la exposición a información rápida pueden afectar negativamente el rendimiento.
Respuestas de estrés, ansiedad y la actividad constante de estar conectado, responder a notificaciones y mantenerse al día con la información en línea, pueden generar un estado de alerta constante. También baja tolerancia a la frustración, porque sienten que no han logrado estar a la altura de las expectativas de los demás, de las redes, de los medios.
Abordar la adicción a la tecnología desde un enfoque holístico que considere los aspectos físico, espiritual, mental y emocional puede ser beneficioso.
Mindfulness / Conciencia Plena: Consiste en practicar la atención plena, puede ayudar a tomar conciencia del momento presente y reducir la dependencia automática de la tecnología. La meditación y otras prácticas mindfulness pueden fortalecer la conexión mente-cuerpo y fomentar una relación más equilibrada con la tecnología.
Desconexión Regular: establecer momentos específicos del día para desconectarse completamente de la tecnología, puede ser revitalizante. Esto permite tiempo para actividades al aire libre, caminar, meditación, arte, escuchar música, leer un libro de papel, una revista, cocinar, jugar, descansar, entre otras.
Explorar prácticas espirituales como la meditación, la contemplación, el yoga o la conexión con la naturaleza puede proporcionar un sentido de propósito y significado más allá de la tecnología. Estas prácticas pueden fortalecer la espiritualidad, la conexión con uno mismo.
Fortalecer las conexiones humanas cara a cara es esencial, pasar tiempo con amigos y familiares, participar en actividades sociales, ir a la playa, hacer actividades creativas y recreativas, el arte, la música, el deporte o cualquier que genere satisfacción y bienestar, pueden ser parte de una estrategia holística.
Finalmente, la actividad más importante es amarnos y aceptarnos como somos y disfrutar de estar en este bello planeta. El amor es el antídoto a todas las adicciones.
Gracias por iniciar el año nuevo llenos de amor y alegría.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
COPYRIGHT 2024
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Hay adicción a la tecnología cuando la persona presenta compulsión o necesidad irresistible de utilizar dispositivos tecnológicos o servicios en línea, a menudo acompañada por comportamientos obsesivos.
Se presenta la pérdida de control y la incapacidad de limitar el tiempo dedicado a la tecnología, a pesar de los intentos de reducción o abstención.
El uso excesivo de la tecnología produce satisfacción o placer y comienza a afectar negativamente el desempeño en las actividades cotidianas, deteriorando las relaciones interpersonales, laborales o estudios.
Las personas empiezan a presentar síntomas de abstinencia, experimentando ansiedad, irritabilidad u otros síntomas similares cuando se intenta reducir o detener el uso de la tecnología o los dispositivos.
¿Qué pasa en el cerebro cuando hay adicción a la tecnología?
Hay cambios en la dopamina, un neurotransmisor asociado con el sistema de recompensa del cerebro. Actividades en las redes sociales y los videojuegos pueden llevar a una liberación excesiva de dopamina, que causa placer y activa este comportamiento.
También se presentan alteraciones en la estructura cerebral, especialmente en regiones relacionadas con la atención, el autocontrol y la toma de decisiones. Por ejemplo, se ha observado una disminución en el grosor de la corteza prefrontal en personas con adicción a internet.
Puede haber cambios en la conectividad cerebral, entre diferentes regiones donde procesamos la información. Se pierde la atención y la capacidad para realizar múltiples tareas.
Tiene impacto en la función cognitiva, dificultades en la concentración, la memoria y otras. El constante cambio de atención entre aplicaciones y la exposición a información rápida pueden afectar negativamente el rendimiento.
Respuestas de estrés, ansiedad y la actividad constante de estar conectado, responder a notificaciones y mantenerse al día con la información en línea, pueden generar un estado de alerta constante. También baja tolerancia a la frustración, porque sienten que no han logrado estar a la altura de las expectativas de los demás, de las redes, de los medios.
Abordar la adicción a la tecnología desde un enfoque holístico que considere los aspectos físico, espiritual, mental y emocional puede ser beneficioso.
Mindfulness / Conciencia Plena: Consiste en practicar la atención plena, puede ayudar a tomar conciencia del momento presente y reducir la dependencia automática de la tecnología. La meditación y otras prácticas mindfulness pueden fortalecer la conexión mente-cuerpo y fomentar una relación más equilibrada con la tecnología.
Desconexión Regular: establecer momentos específicos del día para desconectarse completamente de la tecnología, puede ser revitalizante. Esto permite tiempo para actividades al aire libre, caminar, meditación, arte, escuchar música, leer un libro de papel, una revista, cocinar, jugar, descansar, entre otras.
Explorar prácticas espirituales como la meditación, la contemplación, el yoga o la conexión con la naturaleza puede proporcionar un sentido de propósito y significado más allá de la tecnología. Estas prácticas pueden fortalecer la espiritualidad, la conexión con uno mismo.
Fortalecer las conexiones humanas cara a cara es esencial, pasar tiempo con amigos y familiares, participar en actividades sociales, ir a la playa, hacer actividades creativas y recreativas, el arte, la música, el deporte o cualquier que genere satisfacción y bienestar, pueden ser parte de una estrategia holística.
Finalmente, la actividad más importante es amarnos y aceptarnos como somos y disfrutar de estar en este bello planeta. El amor es el antídoto a todas las adicciones.
Gracias por iniciar el año nuevo llenos de amor y alegría.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
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