Loren Sandoval Arteaga y Natalia
Loren Sandoval Arteaga y Natalia
add this print this page

Usos y costumbres

Entre mundos, las experiencias de mujeres latinas en Viena

Por Elizabeth Liotta
October 2023
"(In) Between Worlds/Entre mundos" es un proyecto audiovisual que tiene como objetivo valorar las experiencias de inmigración de las mujeres latinas en Viena. Está dirigido por Loren Sandoval Arteaga, estudiante mexicana haciendo un posgrado en estudios de la mujer y de género en la Universidad Central Europea (CEU en inglés), y por Natalia, investigadora interdisciplinaria y artista de multimedia brasileña, residente de Europa desde 2018. A través de una serie de podcasts y fotografías, este proyecto invita a reflexionar sobre la experiencia colectiva de cruzar fronteras (tanto físicas como psicológicas) y fomentar el intercambio de emociones relacionadas con la migración. Aquí sus perspectivas al crear este proyecto.
¿Como empezó este proyecto?
Natalia: Todo empezó con la idea de "(in)between worlds", una expresión que tiene el mismo significado en portugués y español. Inicialmente, utilicé este concepto en mi tesis de maestría, la cual ahora Loren está a punto de terminar. En aquel entonces, compartíamos un apartamento en Viena, lo que nos llevó a entablar conversaciones enriquecedoras y a comprender que nuestras experiencias se conectaban en varios puntos. Loren tuvo la oportunidad de leer parte de mi tesis y sugirió que deberíamos desarrollar este concepto en un proyecto audiovisual más amplio. Fue así como lo que comenzó como una idea teórica evolucionó hacia algo más práctico, que luego sería una maravillosa forma de conectarnos con la comunidad latinoamericana en Viena. En la actualidad, "Entre mundos" se materializa en forma de podcast y galería audiovisual.

Loren: Una parte muy importante de este proyecto fue cuando empezamos a compartir nuestras experiencias viviendo por Europa como mujeres latinoamericanas. Encontramos muchos desafíos, pero también aprendizajes, crecimiento y un sentido de camino compartido. Esta conexión nos permitió construir una hermosa amistad. Además, ambas compartíamos un fuerte interés en prácticas artísticas y creativas, lo que nos llevó a explorar juntas esta área. Recuerdo que comenzamos tomando clases de artesanías y Natalia siempre tenía su cámara a mano, capturando nuestros momentos de diversión y creatividad.

La relación que hemos construido entre nosotras es un aspecto central de este proyecto, y también lo es con las mujeres que entrevistamos y conocimos. Aunque comprender completamente a alguien en solo unas horas es difícil, nos esforzamos por establecer una base sólida para una relación íntima y cariñosa. 

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer latina en Viena?
Natalia: Cuando llegué a Viena, mi experiencia fue un tanto aislante y solitaria, lo cual se agravó debido a la pandemia. Encontrar a la comunidad brasileña fue difícil, ya que escasea más en Viena que en otras ciudades austriacas. La mayor parte del tiempo, me relacionaba con mis compañeros, pero yo era la única latina en el grupo. Como mujer latinoamericana, diría que es difícil vivir en el medio, “in between” como llamamos al proyecto, porque traes contigo todas las experiencias cálidas de tu país, el carácter amigable de los latinos, la comida rica y todo lo que conforma nuestra identidad. Cuando vas a Europa, empiezas a vivir las cosas de una manera más profunda. Por ejemplo, el ser racializada de una manera específica y experimentar todas las intersecciones que te encasillan en una categoría. Para mí, lo más difícil fue afrontar las diferencias de la cultura europea con la latinoamericana, que a mi parecer representan dos mundos completamente desconectados.

Loren: Mi caso es un poco distinto al de Natalia porque ya yo tenía más tiempo viviendo en Austria. También ya tenía varios años viviendo afuera de México antes de venir acá, por lo que el choque cultural más grande lo tuve en años pasados. Cuando estaba haciendo mi pregrado, no tenía demasiadas amistades latinas porque simplemente no había casi latinos en la institución donde estaba. Pero muchas cosas cambiaron cuando ingresé a CEU porque encontré a una comunidad latina mucho más grande. Y no solo en la universidad, sino también dentro de mi departamento, lo cual considero que hace una diferencia muy grande cuando cursas una carrera de estudios de mujeres y género. 

Ha sido realmente difícil para nosotras encontrar nuestras experiencias y orígenes reflejados en lo que aprendemos en el salón de clases o con los maestros. Por ejemplo, yo no he tenido ningún profesor latinoamericano en los pasados dos años en CEU. Hemos hablado de teorías latinoamericanas y hemos hablado de grandes figuras como Anzaldúa o Lagarde, pero siempre las pasamos por encima. Nunca son parte de la fundación del plan de estudios. Nosotras podíamos sentir que existía una especie rechazo o resistencia hacia el conocimiento latinoamericano. Y si no era rechazo, no era la misma apreciación que la academia le da a la información proveniente de Europa o personas blancas. Incluso, me encontré con algunos profesores que decían que las teorías o argumentos de académicos latinos no entraban en su metodología o que no eran suficientes. Por supuesto, hubo otros profesores que eran muy diferentes y realmente abordaron el tema. Por lo general no eran ni blancos ni europeos o venían de países del “sur global” (países en vías de desarrollo). 

Uno de los retos más grandes para poder relacionarme fue aprender a resonar con lo que se nos enseña y lo que estamos aprendiendo en el salón de clases. Lo que hacemos con nuestra carrera de estudios de la mujer y el género está muy ligado a las cosas prácticas, a como queremos ayudar a las personas en la vida real. Entonces muchas veces sentí que había una gran brecha entre la teoría y la práctica. Estamos aprendiendo sobre esto y lo otro, pero, ¿y qué pasa con nuestro contexto? ¿Qué pasa con nuestras necesidades específicas? ¿Qué pasa con las intersecciones que afectan a los latinos? Estudiar acá ha sido muy frustrante en ese sentido. No obstante, las mujeres latinas que conocimos los pasados dos años me llenaron de motivación y esperanza. 

Por eso decidimos hacer este proyecto, para aprender y hacer más desde estas perspectivas de mujeres latinas, porque claro está que faltan y que no estamos hablando lo suficiente sobre ellas, al menos en la academia. Realmente ha sido enriquecedor darnos cuenta que hay otras personas que piensan lo mismo y quieren hacer las cosas de manera diferente. Yo diría que mis experiencias sociales positivas han venido principalmente de la comunidad que nosotras hemos construido, pero no tanto de la academia o de una institución.

¿Cómo llevaron a cabo el proyecto?
Natalia: Primero, decidimos crear un grupo de preguntas que pudieran funcionar para que las mujeres contactadas pudieran contar a detalle sus historias. Principalmente, queríamos disfrutar del proceso de las entrevistas en vez de enfocarnos demasiado en un producto final que fuera perfecto. Yo me encargué de contactar a todas las mujeres brasileñas que conocía y Loren se encargó de las mujeres mexicanas. Tuvimos un total de 10 mujeres en el proyecto. Las visitamos a todas, les llevábamos un pedacito de pastel para compartir el momento y simplemente grabábamos la conversación. Fue muy especial poder hablar con ellas tan abiertamente de sus experiencias de inmigración.

¿Qué mensaje les gustaría compartir con nuestras lectoras latinas en Nueva York?
Loren: Quiero decirles que cuiden mucho la comunidad latina que tengan cerca de ustedes. Cuanto más tiempo paso lejos de mi familia y de mi hogar, más me doy cuenta de que todo se trata de estar con personas con las que puedes compartir tu cultura. A las mujeres que están siguiendo una carrera académica, les digo que no deben sentir miedo o ver vergüenza en el salón de clases debido a sus raíces latinas. Por favor, mencionen autores latinos y hablen mucho en español, ya que esa es una forma de valorar nuestra cultura. Durante demasiado tiempo, yo sentí vergüenza por tener mi acento mexicano, pero eso se acabó porque hoy me enorgullezco de quién soy como estudiante y como mujer latina. Necesitamos crear espacios donde se valoren los conocimientos latinoamericanos en la academia, que ya de por sí en un espacio limitado y difícil de acceder, pero más para la gente que viene del sur global. ¡Hablen sin vergüenza sobre su origen y su país, y díganlo en voz alta en su idioma!


 

back to top

COPYRIGHT 2023
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson

 

Comments

Sorry, there are no comments at this time.