Cuento - Origen del Maiz Blanco
Cuento - Origen del Maiz Blanco
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Cuento

La leyenda del origen del maíz blanco

Como la cuentan los pipiles de El Salvador

Por Waleska Brito
May 2023
Los pipiles son los tres últimos pueblos indígenas sobrevivientes en El Salvador. Habitan en la zona occidental y central de El Salvador y su idioma es el nawat o Pipil. Sus antepasados conocidos como los toltecas de los Nahuas emigraron de México y se establecieron en lo que hoy es El Salvador. 

El origen del Maíz Blanco

Había una vez una señora conocida como La Señora de los Pipiles que dio a luz a una bebé y decidió llamarla Flor Naciente. La bebé tenía características físicas muy excepcionales pero lo que más clamaba la atención eran sus dientes llamativos y blancos como unas perlas. 

Flor Naciente creció siendo una niña feliz y sonriente, y con su sonrisa alegró el día de muchos en el pueblo. También era una niña  muy curiosa a quien le gustaba meterse por las profundidades de los bosques para explorar y observar las maravillosas montañas. 

Un día Flor Naciente decidió ir a jugar al río cuando de repente escuchó una voz que le decía, “Si la hermosa doncella quiere conocer a un dulce varón, debe seguir estas huellas”. Flor Naciente como era tan curiosa, hizo caso a la voz y se puso en marcha siguiendo las huellas sin dudarlo ni un segundo. 

Al final, mientras seguía las huellas y la voz que le repetía la misma frase una y otra vez, llegó hasta una cueva en donde se encontraba un muchacho sentado en una piedra. Este le dijo, “Hola Flor Naciente, soy el Señor de los Murciélagos. Si te quedas conmigo nuestros hijos serán fuertes como las rocas y seremos muy felices”. Flor Naciente decidió quedarse y charlar y se terminó enamorando del Señor de los Murciélagos.
 
Al poco tiempo se casaron y tuvieron un bebé hermoso como los bosques que al igual que su madre, tenía unos dientes radiantes. Luego de un tiempo, unos ratones llegaron al pueblo Pipil y se comieron todo el maíz de los campos hasta las semillas que tenían guardadas. Esto causó que los Pipiles pasaran mucha hambre.
 
Flor Naciente al ver que su pueblo pasaba hambre, decidió ir en busca de la semilla de maíz pero después de un largo recorrido, no encontró nada. Flor Naciente regresó a casa y le contó al Señor de los Murciélagos sobre lo ocurrido y este le dijo, “mañana regresa a tu pueblo, trabaja en la tierra y cuando a nuestro hijo se le caiga su primer diente, llévatelo y siembralo ahí”. 

Flor Naciente regresó al siguiente día y siguió las indicaciones que le habían dado. Milagrosamente, las huertas dieron su fruto y ¡los granos de maíz eran blancos como los dientes de un niño! Desde ese día, el maíz blanco es un símbolo de conmemoración para la muchacha que sembró el diente de su hijo para poder salvar a su pueblo.
 

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