Foto de Elizabeth Liotta
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“Nuestra iglesia es un lugar donde pueden sanar un poco la tristeza por la soledad, por estar afuera de sus países”

Entrevista al Pastor Erick Mercado

Por Elizabeth Liotta
May 2023
Desde la iglesia “Vida Real” en Kingston, el pastor Erick Mercado se encarga de predicar la palabra a la comunidad latina. Para él es importante apoyar a las familias inmigrantes, ofreciendo un lugar seguro donde pueden aprender información útil para navegar sus vidas en Estados Unidos. Nacido en El Salvador, Erick comparte que la realización académica es tan importante como la espiritual. Aquí te dejamos su historia.

¿Como empezó su carrera como pastor?

Yo crecí en una familia cristiana y estudié en una escuela cristiana hasta los 11 años de edad. A partir de los 12 años, estudié en una escuela católica somasca. Luego estudié para ser arquitecto, pero en aquel momento yo no era practicante de la fe. Sin embargo, cuando estaba en la universidad tuve una aventura que marcó mi vida. Un día fui a practicar surf con mis amigos y estábamos aprendiendo a hacerlo sin la tabla, sólo con una mano en el pecho y una mano estirada. Sin darnos cuenta, la corriente nos arrastró mar adentro poniéndonos en una situación muy peligrosa. Alguien incluso dijo que seguro iban a esperar que nos ahogáramos para sacar los cuerpos del mar. Al fin, los policías tiraron una tabla y honestamente fue un milagro que llegara cerca de donde nosotros estábamos. Luego de esto, un amigo me dijo que me invitaba a la iglesia y que Dios me había dado otra oportunidad de vivir. Yo, sin dudarlo, le dije que sí, que iba a ir con él. Así fue como comencé a asistir a la iglesia por decisión propia.

¿Por qué tomo la decisión de emigrar a Estados Unidos?

Vine cuando tenía 21 años. Estaba en mi segundo año de arquitectura en aquel entonces y las cosas iban bien. Sin embargo, yo crecí solamente con mi hermano menor, mi hermana mayor y mi madre, ya que mi padre murió cuando yo tenía seis años. Él murió debido al alcoholismo y para mi madre era muy difícil sacarnos adelante, especialmente cuando se trataba de cubrir nuestros estudios. Ella trabajaba con una compañía estadounidense que le daba muchas prestaciones, y gracias a eso todos pudimos sacar la visa americana. Yo decidí venir a Estados Unidos a trabajar por un mes por miedo a no poder renovarla. Quería reunir dinero para poderme matricular de nuevo en la universidad para terminar mi carrera, pero mi madre me pidió que me quedara trabajando para poder ayudarla. Eventualmente, ella decidió venirse con mis hermanos y ahora todos vivimos acá.

¿Cómo su iglesia ha ayudado a la comunidad latina?

Nuestra iglesia se encuentra en 105 Pine Street, Kingston. Nuestro objetivo primordial es predicar la palabra de Dios. No hablo de religiosidad, sino de una necesidad espiritual que todo el mundo tiene y que Dios puede llenar. Nuestra iglesia provee a las familias inmigrantes un lugar donde pueden sanar un poco la tristeza por la soledad, por estar afuera de sus países, por tener a la familia lejos o por no tener a alguien con quien compartir. Los acobijamos como una familia y al mismo tiempo, la palabra del señor les suple esa necesidad. También los ayudamos a inscribir a sus niños en la escuela y a encontrar entidades que les puedan dar un seguro de salud. Las canastas básicas y transportes hacia citas migratorias son servicios que ofrecemos también.

¿Tiene un mensaje para compartir con nuestros lectores?

En mi caso personal como inmigrante, como padre de familia y como hijo, quiero decir que realmente hay una diferencia en la vida cuando tenemos presente a Dios y cuando no. Podemos tener cualquier cantidad de facilidades en la vida, pero Dios es el único que en medio de una adversidad o de una enfermedad nos puede ayudar. El mensaje que le doy a la comunidad es que todo se puede lograr, pero que nunca nos olvidemos de que Dios tiene que estar primero ante cualquier cosa. Por ejemplo, yo creo mucho en la preparación de la gente. El hecho de tener una vida enfocada en las cosas de Dios no quiere decir que nos debemos descuidar de una profesión académica o de las cosas que queremos lograr. Es más, yo estoy muy a favor de que personas estudiadas o profesionales lleguen a posiciones importantes, pero con los principios y valores que la palabra nos enseña, ya que de eso estamos carentes en esta nación.
 

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