Cortesía Women’s History Month Kingston
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Celebrando a las mujeres militares

Por Elizabeth Liotta
November 2022
Por más de 200 años, muchas mujeres han servido al ejército estadounidense. El grupo Women’s History Month Kingston invitó a mujeres de varias ramas militares: Jessica Bugbee (Ejército), Dawn Austin (Fuerza Aérea), Mary Mendola (Cuerpo de ejército de mujeres, WAC) y Andrea Molina (Infantería Marina) a un panel dirigido por Malia Du Mont, jefa de personal de Bard College. Aquí te invitamos a conocer sus conmovedoras historias. 
¿Qué hizo que tomaras la decisión de unirte a las fuerzas militares? 

Jessica Bugbee (Ejército) 

Decidí unirme al ejército cuando tenía 27 años porque quería servir a mi país y retribuir las oportunidades que he tenido en mi vida. Otra razón es que quería estar en el campo médico, por lo que terminé siendo médico de combate. Estar en el ejército me hacía sentir que estaba participando en algo que trascendía mis propias necesidades y me permitía ayudar a otras personas. Sin embargo, pronto me di cuenta de que pasaba más tiempo sirviendo a los demás que a mí misma. Cuando decidí dejar el ejército, me uní a otro tipo de organizaciones con la idea de estar en un ambiente civil donde yo pudiera ser ayudada al mismo tiempo que yo ayudaba a la gente.

Mary Mendola (WAC):

Yo no entré al ejército porque quisiera servir al país. Entré porque quería tener la oportunidad de ir a la universidad, ya que mi familia se oponía a la idea. Fuí la única hija de una familia italoamericana donde me enseñaron que mi rol en la vida era terminar la escuela secundaria y casarme. Cuando les dije a mis padres que quería ir a la universidad, mi madre se fue a llorar a su cuarto porque creía que si me volvía inteligente ningún hombre querría casarse conmigo. Mi padre simplemente pensaba que gastar dinero en mi educación era un desperdicio. ¿Para qué invertir dinero en mi educación si de cualquier manera iba a terminar casada con un hombre que me mantuviera? Mis grandes sueños en la vida eran graduarme de la universidad y ser escritora. Cuando cumplí los 18 años decidí unirme al ejército porque era la única manera de escapar del destino que me había impuesto la cultura de mis padres y mi comunidad. 

Dawn Austin (Fuerza Aérea)

Decidí entrar al ejército no por razones patrióticas sino por razones egoístas, ya que las condiciones en las que crecí no eran demasiado favorables para una adultez exitosa. Unirme a las fuerzas militares era la única manera de que yo fuera a la universidad, por lo que me uní inmediatamente después de la secundaria. Valoro mucho los lazos que formé en la aviación ya que me enseñaron a formar una familia con diferentes orígenes étnicos. El sentido de pertenencia que se forma es tan fuerte que hace que ninguna de esas diferencias importe. 

Andrea Molina (Infantería Marina)

Después del 11 de septiembre, yo sentía que no estaba segura en ninguna parte. A la edad de 26 años, entré a la infantería marina porque era la única manera de sentir que era parte de lo que estaba sucediendo y de prestar mi ayuda. En las fuerzas militares aprendí que “donde los hombres caminan, las mujeres deben volar”. Esto significa que, para llegar lejos en ambos campos, el civil y el militar, las mujeres transitan un camino mucho más complicado que el de los hombres. Después de internalizar esta realidad, intenté ser excelente en todo lo que hacía. Sabía que como mujer me costaría el doble lograr mis objetivos, caso contrario a nuestras contrapartes masculinas.

 

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