Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Sí, es cierto la revista La Voz de este mes viene con temas muy ecológicos, verdes, como le llaman, y no es el mes de abril (cuando celebramos el Día de la Tierra). Me pone muy contenta poder presentarles estos temas tan importantes en un mes tan hermoso como lo es agosto, donde en nuestro bello Valle del Hudson tenemos la oportunidad de pasar mucho tiempo afuera, al sol, disfrutando de la naturaleza al calorcito del verano.
Entonces, ya que nuestros cinco sentidos están más conectados con la Pacha Mama, la Madre Tierra, qué mejor momento para enterarnos de lo que les está pasando a nuestros polinizadores, es decir los insectos, como mariposas y abejas, que hacen posible los alimentos que nos nutren y nos dan la vida. Pues la dama de las mariposas, Maraleen Manos-Jones, ha viajado mucho a México, siguiendo el viaje de las mariposas monarca, unas bellas criaturas de 1 gramo de peso que viajan más de 4000 kilómetros a un lugar que no conocen.
Pero por los pesticidas que se usan demasiado en los jardines de acá y por la desforestación de allá, las monarca están a punto de estar en vías de extinción. Nos dijo Maraleen: “He visto mariposas monarca encapsuladas en hielo en repetidas ocasiones durante estas cuatro décadas en las que he visitado Oyamel, pero nada como en 2002. Las temperaturas gélidas condujeron a una tormenta de nieve. Ese año, la capa de mariposas muertas me llegaba a la rodilla, especialmente en las áreas afectadas por la deforestación. Pero eso no las detuvo, el calor irradiado por los cuerpos en descomposición, les permitió a muchas mariposas seguir con vida, levantando vuelo para salir de la pila de mariposas muertas. Fue extraordinario. Renacimiento y regeneración se desplegaban en frente de mí. Tuvimos suerte que en ese año la población de monarcas era mucho más que la actual, pero más de la mitad murió”.
Y el problema acá tiene que ver con esa manía de tener jardines tapizados de verde pasto sin nada más. Algo así nos expresó Manos-Jones: “Hasta principios de la década de 1950, los tréboles se colaban en el césped, absorbiendo el nitrógeno del aire y llevándolo al suelo, donde las plantas lo absorbían con el fertilizante natural que rodeaba sus raíces. Deshacerse de los tréboles y usar fertilizantes químicos ha sido el firme mensaje de la industria petroquímica. Los dientes de león solían ser aún más frecuentes anteriormente: sus flores eran usadas para hacer vinos, sus raíces y hojas para hacer tónicos y como medicinas, además de comérselas en ensaladas. La industria petroquímica se encargó de convertir estas “malas hierbas” beneficiosas en enemigos públicos que debían ser erradicados con herbicidas. Fue una campaña exitosa, llevada a cabo a principios de la década de 1950 y difundida por el nuevo medio que era la televisión en ese momento”. Personalmente, en mi casa no “creemos” en el pasto como fuente de belleza, y por eso tratamos de mantener un jardín con plantas locales y arbustos comestibles, como menta y frutos del bosque, moras y arándanos, que no requieren de mucho cuidado y dan mucho placer de recoger y desayunar en familia.
La nota central y la tapa de La Voz de este mes están dedicados a las mariposas monarca y a los insectos que ayudan a mantener nuestros alimentos para cada cosecha. Además, en la sección medio ambiente, Hugo Jule y Danielle Salisbury comparte los 10 consejos que más les gustaron de los 100 que se encuentran en el libro Drawdown, lo que todos podemos hacer para reducir el cambio climático y dejarles un lugar donde todavía se pueda vivir a nuestros hijos (o nos tapa el agua).
Como si fuera poco, el estudio del Tonalpohualli, es decir del calendario mexica, es para Anita Campion una recuperada y buena manera de medir nuestro tiempo, la cuenta de nuestros días, de una manera que nos reconecte con la naturaleza a nuestro alrededor, y de la que somos parte.
Espero que disfrutes tanto de esta revista como nosotros disfrutamos de hacerla. Si te gusta lo que lees, ¡pásalo, no te lo quedes! Y si te gustaría comentar, preguntar, o contarnos tu historia, escríbenos a [email protected]
Mariel Fiori
Directora
COPYRIGHT 2019
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Entonces, ya que nuestros cinco sentidos están más conectados con la Pacha Mama, la Madre Tierra, qué mejor momento para enterarnos de lo que les está pasando a nuestros polinizadores, es decir los insectos, como mariposas y abejas, que hacen posible los alimentos que nos nutren y nos dan la vida. Pues la dama de las mariposas, Maraleen Manos-Jones, ha viajado mucho a México, siguiendo el viaje de las mariposas monarca, unas bellas criaturas de 1 gramo de peso que viajan más de 4000 kilómetros a un lugar que no conocen.
Pero por los pesticidas que se usan demasiado en los jardines de acá y por la desforestación de allá, las monarca están a punto de estar en vías de extinción. Nos dijo Maraleen: “He visto mariposas monarca encapsuladas en hielo en repetidas ocasiones durante estas cuatro décadas en las que he visitado Oyamel, pero nada como en 2002. Las temperaturas gélidas condujeron a una tormenta de nieve. Ese año, la capa de mariposas muertas me llegaba a la rodilla, especialmente en las áreas afectadas por la deforestación. Pero eso no las detuvo, el calor irradiado por los cuerpos en descomposición, les permitió a muchas mariposas seguir con vida, levantando vuelo para salir de la pila de mariposas muertas. Fue extraordinario. Renacimiento y regeneración se desplegaban en frente de mí. Tuvimos suerte que en ese año la población de monarcas era mucho más que la actual, pero más de la mitad murió”.
Y el problema acá tiene que ver con esa manía de tener jardines tapizados de verde pasto sin nada más. Algo así nos expresó Manos-Jones: “Hasta principios de la década de 1950, los tréboles se colaban en el césped, absorbiendo el nitrógeno del aire y llevándolo al suelo, donde las plantas lo absorbían con el fertilizante natural que rodeaba sus raíces. Deshacerse de los tréboles y usar fertilizantes químicos ha sido el firme mensaje de la industria petroquímica. Los dientes de león solían ser aún más frecuentes anteriormente: sus flores eran usadas para hacer vinos, sus raíces y hojas para hacer tónicos y como medicinas, además de comérselas en ensaladas. La industria petroquímica se encargó de convertir estas “malas hierbas” beneficiosas en enemigos públicos que debían ser erradicados con herbicidas. Fue una campaña exitosa, llevada a cabo a principios de la década de 1950 y difundida por el nuevo medio que era la televisión en ese momento”. Personalmente, en mi casa no “creemos” en el pasto como fuente de belleza, y por eso tratamos de mantener un jardín con plantas locales y arbustos comestibles, como menta y frutos del bosque, moras y arándanos, que no requieren de mucho cuidado y dan mucho placer de recoger y desayunar en familia.
La nota central y la tapa de La Voz de este mes están dedicados a las mariposas monarca y a los insectos que ayudan a mantener nuestros alimentos para cada cosecha. Además, en la sección medio ambiente, Hugo Jule y Danielle Salisbury comparte los 10 consejos que más les gustaron de los 100 que se encuentran en el libro Drawdown, lo que todos podemos hacer para reducir el cambio climático y dejarles un lugar donde todavía se pueda vivir a nuestros hijos (o nos tapa el agua).
Como si fuera poco, el estudio del Tonalpohualli, es decir del calendario mexica, es para Anita Campion una recuperada y buena manera de medir nuestro tiempo, la cuenta de nuestros días, de una manera que nos reconecte con la naturaleza a nuestro alrededor, y de la que somos parte.
Espero que disfrutes tanto de esta revista como nosotros disfrutamos de hacerla. Si te gusta lo que lees, ¡pásalo, no te lo quedes! Y si te gustaría comentar, preguntar, o contarnos tu historia, escríbenos a [email protected]
Mariel Fiori
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